Al final... ¿tendrá mi madre razón?
Mi madre nació en 1936. Ha vivido una guerra y una dura posguerra separada 10 años de su padre, mi abuelo, que fue preso político. Padeció la dictadura del franquismo, saludó a la democracia, crió cuatro hijos, disfrutó del Estado del bienestar social, perdió hace unos años a su marido, mi padre,... Creo que ahora le toca disfrutar de su vejez y cuando la animo a ello, piensa en el dinero y la huella de su pasado le hace contestar: ¡...pero es que hay que guardar algo “por si acaso”!
Antes, intentaba explicarle que ese planteamiento ya no era necesario, tenía su sanidad y sus medicamentos totalmente gratuitos, su pensión se revalorizaba de verdad todos los años, disponía de actividades en el centro de mayores, el abono transporte a buen precio..., pero últimamente me pregunto: al final,... ¿tendrá razón mi madre? Quizás ahora sea yo la que tiene que ir pensando en ahorrar algo “por si acaso” mis hijas o yo enfermamos, “por si acaso” no puedo pagar sus matrículas cuando vayan a la universidad, “por si acaso”...— Ana Rodríguez Martínez.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.