España y México, beneficios recíprocos
Ambos países hemos demostrado que la fraternidad que nos une es grande, fuerte y permanente
Hace exactamente 35 años, un día como hoy, los gobiernos de España y México restablecieron relaciones diplomáticas después de una prolongada interrupción. Los pueblos mexicano y español se mantuvieron siempre cercanos y los estrechos lazos que los unen —afectivos, familiares, de amistad y respeto, de identidad y admiración recíproca— fueron sin duda un aliciente poderoso que animó el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
No podía ser de otra manera. A ambas naciones nos une la historia y también la sangre; nos unen valores, anhelos, así como la voluntad de conjuntar esfuerzos para hacer realidad nuestros deseos de mayor crecimiento y bienestar. Nos unen raíces compartidas, fuertes y profundas, que explican no sólo la asociación estratégica que hoy mantenemos, sino también los crecientes beneficios que de ella se derivan.
La España y el México democráticos, actores relevantes en sus respectivas regiones, países hoy más fuertes y unidos que nunca, son también naciones reconocidas a nivel global por sus muchos logros internos —de los cuales la construcción de democracias cada vez más robustas no es el menor— así como por sus valiosas aportaciones a la paz, la seguridad y el desarrollo internacionales.
Hace 35 años el panorama era diferente. Ni México ni España ocupaban el destacado papel que hoy desempeñan en la escena internacional. Ni en lo político ni en lo económico se preveían los grandes avances que, en un breve lapso, darían ambas naciones. Un dato que, a la luz de los desafíos actuales, tendemos a pasar por alto: en los últimos 35 años, tanto México como España han logrado multiplicar por cinco su ingreso per cápita. Pese a los rezagos y los retos, nuestras naciones son hoy cinco veces más prósperas que hace tres décadas y media.
Nuestra relación es también mucho más rica que entonces. De un diálogo intergubernamental nulo pasamos a uno amplio y diverso tanto en el ámbito político como en los rubros económico, cultural y social. La cooperación entre nuestros gobiernos, antes inexistente, es hoy intensa a nivel no sólo bilateral y birregional, sino también en la que prestamos hacia terceras naciones y en la que desarrollamos en los foros multilaterales en temas de interés global.
En materia económica, si bien en 1977 el comercio entre España y México era de sólo 149 millones de dólares, hoy es cercano a los 7.000 millones, casi 50 veces más. Gracias al Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea, España es en la actualidad el segundo socio comercial de México entre los países que integran la UE.
México es el país latinoamericano que más ha invertido en España en las últimas décadas
En lo que toca a las inversiones, el interés mutuo es evidente. Con una inversión acumulada superior a los 40.000 millones de dólares, España es el principal inversionista europeo en México y, a nivel mundial, el segundo después de Estados Unidos. Y, de acuerdo con un estudio académico reciente, México es el país latinoamericano que más ha invertido en España durante las últimas décadas. Entre 2000 y 2008, la inversión de origen mexicano, si bien todavía distante de la que proviene de otros países, ubicó a México como el noveno inversionista mundial en España, detrás de otras ocho naciones, todas ellas del llamado mundo desarrollado.
El intercambio cultural se ha enriquecido y profundizado, en especial en las dos últimas décadas, gracias a la creación del Instituto de México en España en 1992 y, 10 años después, al establecimiento del Centro Cultural de España en México. Ambos recintos han albergado con gran éxito diversas manifestaciones de la creación y el talento de nuestros pueblos. Lo dicho: en lo político, lo económico, lo cultural y en general en todos los rubros de la cooperación mexicano-española, es tiempo de beneficios recíprocos.
Uno de los momentos más relevantes de la relación entre España y México ocurrió en 2007, con el establecimiento de la asociación estratégica que hoy une a ambos países. Al amparo de esta asociación se ha fortalecido la perspectiva en el mediano y largo plazos de los programas y proyectos de cooperación política, económico-financiera, técnico-científica y educativo-cultural. Se ha fortalecido, asimismo, la cooperación mexicano-española en temas regionales, birregionales y globales de interés recíproco en foros como la Cumbre Iberoamericana, los que promueven la integración y el desarrollo de Centroamérica y el Caribe, así como en diversas instancias de la Organización de las Naciones Unidas, entre otros.
México reconoce y valora el firme apoyo de España a la labor desarrollada en el marco de las Conferencias sobre Cambio Climático, lo que sin duda fue un factor clave de los avances logrados en la COP16, celebrada en Cancún a fines de 2010.
Este año, bajo la presidencia mexicana, el G-20 realiza un intenso trabajo a fin de fortalecer el crecimiento económico y las instituciones financieras internacionales, además de impulsar la creación de empleos de calidad en un ambiente social y ambiental sostenible. México se congratula, una vez más, por la participación de España como invitado permanente en las reuniones del G-20 destacando la importancia de su contribución al logro de un entorno económico internacional favorable al crecimiento de todos los países.
La relación de excelencia que españoles y mexicanos hemos sabido construir da fe no sólo de los estrechos lazos de amistad e identidad que nos unen, sino también de nuestra voluntad de hacer de ellos la base de una cooperación de mutuos y crecientes beneficios.
España ha contado y sabe que podrá contar siempre con México, de la misma manera que los mexicanos sabemos que en España tenemos a un socio y un aliado en el logro de nuestras metas de crecimiento económico, creación de empleos y bienestar creciente. Ambos países hemos demostrado que nuestro compromiso con la democracia, el crecimiento económico y un bienestar con justicia es tan firme como el que tenemos con un entorno internacional de paz, seguridad y desarrollo al alcance de todos los pueblos del mundo. Ambos hemos demostrado, en más de una ocasión, que la fraternidad que nos une y a cuya sombra crecemos y nos fortalecemos es grande, fuerte y permanente.
Viva México, Viva España, y viva el feliz y exitoso reencuentro que hoy celebramos.
Patricia Espinosa Cantellano es secretaria de Relaciones Exteriores de México.
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