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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El desafío de la cultura

El apoyo público y la participación privada en su financiación son vías para fortalecer su futuro

Cuando falta menos de una semana para conocer los Presupuestos Generales del Estado, el mundo de la cultura española contiene la respiración y cruza los dedos entre angustiado y resignado. No corren buenos tiempos para esperar milagros. Los dineros destinados a los bienes culturales sufrirán este año un recorte importante que agravará una situación ya de por sí alarmante. Museos vaciados de contenido, bibliotecas sin medios para contratar personal o comprar libros, compañías teatrales abocadas a la quiebra por impago de las instituciones públicas, ciclos y giras musicales en estado de muerte lenta y decenas de rodajes cinematográficos parados en seco conforman el triste panorama de las artes en España.

La actual crisis económica está en el centro de este alarmante presente de las infraestructuras culturales. Pero también es hora de mirar críticamente al pasado y de pensar, por supuesto, en el futuro. Algo habrán hecho mal los sucesivos gobernantes de este país en la gestión de la cultura: unos han abusado de la generosidad de los presupuestos estatales y autonómicos despilfarrando importantes sumas de dinero público en proyectos a corto plazo e instalaciones insostenibles, y otros se han dedicado a utilizar las artes como arma arrojadiza en lo político y en lo ideológico.

El modelo de gestión de las tres últimas décadas está agotado. En este punto coinciden las opiniones de intelectuales, artistas y gestores culturales recogidas en la serie La cultura de los recortes en la web de EL PAÍS. Es el momento de mirar al futuro y acometer un titánico esfuerzo de imaginación, prudencia y especialización para poner en pie nuevas formas de fomento de la cultura que sean sostenibles a largo plazo.

Se debe aspirar a un equilibrio entre un decidido apoyo público a la cultura y una progresiva incorporación de la esfera privada a su financiación. El Gobierno debe impulsar con decisión su anunciada Ley de Mecenazgo de la que, a día de hoy, poco o nada se sabe. También deberá explicar el ministro José Ignacio Wert cómo dar curso a ese "modelo mixto de subvenciones y exenciones fiscales" al que ha aludido al hablar de la industria del cine.

¿Es la cultura una necesidad o un lujo? En tiempos de crisis, son muchos los que apuestan por lo segundo. Sin embargo, las creaciones culturales y sus autores constituyeron siempre, y así debería seguir siéndolo, una de las señas de identidad esenciales de cualquier país.

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