Rebajas que se hacen esperar

Se supone que la llamada Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) debe velar para que las operadoras cumplan sus obligaciones y fomentar la competencia. Lo que no era esperable es que, siendo como es un organismo público, se pusiera de parte de las operadoras y en contra de los clientes en un contencioso con la Comisión Europea. Frente a la recomendación de Bruselas de que las operadoras reduzcan las tarifas que se cobran entre sí por comunicaciones entre móviles de distintas compañías —lo que supondría un abaratamiento final de las llamadas para el consumidor—, la CMT ha decidido retrasar dicho descenso porque "tendría un impacto negativo sobre el sector", lo que es sin duda cierto.

Como los usuarios no tienen una institución pública equivalente que les defienda tan eficazmente, estos deben conformarse de momento con el derecho al pataleo que han escenificado las organizaciones de consumidores tachando de "vergonzosa" la actitud de la CMT, tan beneficiosa para las multinacionales de las telecomunicaciones.

Dice la CMT que solo las autoridades nacionales tienen la potestad de fijar este tipo de tarifas y viene a acusar a la Comisión Europea de entrometerse en un asunto que no es de su competencia, lo que es una pena, dado que Bruselas parece más sensible a las penurias de los ciudadanos que a las de las compañías telefónicas, si bien de algún modo pueda considerarse que la CMT ha tomado el camino intermedio. En realidad, habrá una reducción de las tarifas, pero un año después de lo que pretendía la comisaria de Agenda Digital, Neelie Kroes. En España, tal reducción de precios no llegará, por orden de la CMT, hasta enero de 2014.

Mientras tanto, eso sí, la batalla de Neelie Kroes contra lo que considera precios abusivos de las compañías europeas sigue en marcha y los plazos marcados para recortar las tarifas en itinerancia o roaming se van cumpliendo de manera inexorable. Así que puede que a corto plazo los usuarios no tengan razones para acariciar las grandes rebajas de precios, pero sí a largo plazo gracias a Neelie Kroes y a pesar de la CMT.