Las gracias del ministro

La entrevista al ministro de Educación en la última página de EL PAÍS del domingo día 26, es francamente, indignante. Una sociedad vale lo que valen sus maestros, dice. Claro. Por eso permite que donde gobierna su partido se aumenten las horas lectivas aunque eso suponga un deterioro grave de la escuela pública y la expulsión del trabajo de miles de profesores.

También se aumenta, en algunas autonomías como en Cantabria, el número de alumnos por aula de 25 a 30 en 1º y 2º de la ESO para que las condiciones en las que se imparte docencia sean francamente insoportables y la Escuela Pública se deteriore irremediablemente. Y se toman más medidas, a todas luces negativas, que no especifico por obvias razones de espacio. Comenzó su andadura como ministro manipulando textos, mintiendo y anunciando una reforma de la ESO y del Bachillerato absolutamente reaccionaria.

Que no se haga el gracioso. Los profesores que se van quedar sin trabajo no se podrán reír mucho de las tonterías que dice. Y los que trabajen se acordarán de él cuando entren en las aulas.

Si, como parece, no tiene ni idea de cómo funciona el sistema educativo en nuestro país debiera dimitir inmediatamente en vez de comportarse con una frivolidad insultante.— Hilario González Fernández.