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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

57 esclavos trabajan para mí

Y eso no me gusta nada.

Se preguntarán como lo sé... pues dedicando 15 minutos a calcular mi huella de esclavos gracias a una maravillosa aplicación on-line llamada slavery footprint, que encontré en el excepcional blog de Pablo Benavides, www.suelto.net.Esta herramienta que solo está disponible en su versión americana y en inglés me ha permitido horrorizarme con el origen de mis consumos y me ha dado muchos datos que voy a compartir con ustedes:

1- Según un informe publicado en 2007 por Save the Children, 250.000 niños trabajan en los hornos de ladrillos de Pakistán donde viven aislados del resto de la sociedad en un régimen de semiesclavitud. Esto sería casi equivalente a todos los habitantes de ciudades como La Coruña, Granada o Vitoria, por poner algúnejemplo.

2- Si se compran una alfombra, miren bien cual es su origen: ¡más de 200.000 niños trabajan forzados en la producción de alfombras de Uttar Pradesh en la India!

3- Llegamos a la comida… y tendremos que prescindir de las gambas peladas. Porque señorxs, estos animales no se pelan solos, ni utilizando un proceso industrial, sino que las pelan personas en condiciones lo suficientemente precarias para que el precio de las mismas en el supermercado sea asequible a nuestros bolsillos. Más concretamente, la mayoría de las gambas peladas que consumimos provienen del Sureste asiático,donde esclavos trabajan 20 horas diarias para conseguir pelar unos 18 kilos de gambas. Los que tratan de escapar son amenazados o directamente vendidos en los mercados de tráfico de personas.

4- Cada día 10.000 mujeres estadounidenses se compran maquillaje. Cada día 10.000 niños indios trabajan en las minas extrayendo la mica que se añade a esos maquillajes para que brillen.

5- Y cuando llega al hora de la electrónica, la que nos permite llegar a ustedes a través de este formato on-line, tenemos muy malas noticias. Todos nuestros aparatos electrónicos, desde el móvil hasta la televisión, incluyen coltán en sus circuitos. El coltán es un mineral muy escaso que se extrae casi exclusivamente en la RD del Congo. Su extracción está directamente vinculada con los conflictos tremendos que asolan esa región. Sí, amigos, para que ustedes nos puedan leer ha tenido que morir mucha gente. Una solución para evitar la extracción sería no perder el coltán que contienen los aparatos que dejamos de usar. En este sentido les invitamos a visitar la increíble iniciativa Movilízate por la Selva de la Fundación Jane Goodall.

6- Y los deportes también están malditos. Por ejemplo muchas pelotas de fútbol son fabricadas en China en régimen de semiesclavitud, por personas que trabajan más de 21 horas seguidas durante un mes sin parar.

7- Y, de nuevo, cuidado con el origen de nuestra ropa. Camisetas, sudaderas, calcetines de 100% algodón, pueden ser 100% esclavo. Sin ir más lejos, 1,4 millones de niños se ven forzados a trabajar en los campos de algodón de Uzbekistan cada año.

Hemos tratado el tema de consumo consciente en muchas ocasiones en este blog. Y una vez más repetimos la misma conclusión: solo en nuestras manos está la opción de cambio. Vivir en una pretendida ignorancia de lo que pasa no hará que el problema desaparezca. Mientras sigamos comprando sin pensar, sin informarnos y sin seleccionar los productos de mayor calidad ambiental y social sobre aquellos más baratos, tendremos esclavos trabajando para nosotros.

Les dejo con un video de Radiohead, tan bello como cruda es la realidad,también extraído del blog de Pablo Benavides, que ilustra perfectamente el paradigma en el que nos hayamos.

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