Un sistema fiscal transparente para luchar contra la pobreza
Esta entrada ha sido escrita porIsabel Ortigosa Barbero, responsable de incidencia de la ONGD InspirAction
Mientrasen las reuniones del G-20la atención de los medios de comunicación se centra en la crisis de la zona euro, otros temas que también forman parte de agenda preparatoria de Cannes pasan más desapercibidos. Uno de los que más nos interesa alas ONG es el de la evasión fiscal, ya que una recaudación de impuestos exitosa puede jugar un papel decisivo en el desarrollo de los países más pobres.
Según los informesde InspirAction, la evasión fiscal de las multinacionales cuesta a los países en desarrollo más de 160.000 millones de dólares cada año, una cifra que supera ampliamente el presupuesto global en ayuda oficial al desarrollo. De hecho, el coste global de la evasión fiscal multiplica por 10 las ayudas que los donantes de la OCDE destinan a los países pobres.
Pero volvamos al G20. Todos esperábamos que, esta vez sí, se iba a actuar. Era el momento. Pero en lugar de decidirse a destinar más recursos a ayudar a los países en desarrollo a mejorar sus sistemas fiscales, o de impulsar nuevas y prometedoras leyes pro-transparencia, o de ejercer presión para acabar con el secretismo de los paraísos fiscales, el G-20, en el último comunicado de los ministros de desarrollo y finanzas,sólo dio la bienvenida a las tímidas iniciativas ya existentes sobre “movilización de recursos internos". Es decir, aplaudió de manera muy políticamente correcta que "los países pobres generen más dinero para ellos mismos". Sin implicarse. Perece que no es problema nuestro.
Tal vez el G-20 aún no se toma en serio el poder de una fiscalidad justa para reducirla pobreza. Silo hiciera, se comprometería muy seriamente con la única solución posible a la evasión de impuestos: la transparencia fiscal. Iniciativas encaminadas a promover esta transparencia harían la vida mucho más difícil a empresas e individuos que ocultan su riqueza en paraísos fiscales, por no hablar de las multinacionales que utilizan el secreto financiero para esquivar miles de millones en impuestos en los países pobres.
Sabemos que los paraísos fiscales y las empresas multinacionales tienen una influencia significativa sobre los gobiernos del G-20. Son muchos los que tienen que perder si se mueve ficha para poner fin al secretismo de los paraísos fiscales, como se desprende de los intentos de Suiza de mantener a toda costa el secreto bancario a nivel mundial.
Los países del G-20 son los más poderosos del mundo, y tienen el peso político y económico para conseguir que las cosas sucedan. Las malas, pero también las buenas. Sin su apoyo, el cambio, de conseguirse, llegará mucho más lentamente.
De aquí a la reunión en Cannes del G20, en noviembre, necesitamos todos los apoyos posibles para hacer ver al G20 de que es hora de abordar este asunto, y de hacerlo adecuadamente. Para ello, InspirActionha puesto en marcha una campaña, laPeluquería del G20, encaminada a pedir a los líderes del G20 que introduzcan ya medidas para acabar con los paraísos fiscales, que permiten a las empresas ocultar parte de los beneficios que obtienen en los países en los que operan y evitar el pago de impuestos en los países en desarrollo. Les invitamos a que se adhieran y participen firmando la petición on line.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.