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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

Otros arquitectos 4

Anatxu Zabalbeascoa

 

 En Otros arquitectos proyectistas con ocupaciones atípicas cuentan cómo y por qué llegaron hasta su actual dedicación.

Marta Poch: “Ser arquitecto se inventa”.

FOTO: BIARCH

Una beca la llevó al mundo de los archivos y las bibliotecas y, de rebote, a conocer a Josep Lluís Mateo. Fue el antiguo director de la revista Quaderns quien empujó a Marta Poch (Madrid, 1973) hasta el mundo editorial. Hoy vive de coordinar trabajos de varios sellos y de representar los proyectos de diversos arquitectos y fotógrafos en medios nacionales y extranjeros.

¿Por qué estudió arquitectura? ¿Qué esperaba de los estudios?

Mi tía es arquitecta y, aunque no fue una influencia directa, sí que su manera de ver las cosas me parecía interesante y “diferente”. Siempre tuve cierta curiosidad por el dibujo, el trabajo manual, las maquetas. Pensé que arquitectura era la perfecta combinación entre arte y ciencia, creatividad y racionalidad. No esperaba nada en concreto. No sabía lo que me iba a encontrar, nadie me lo había explicado; y me encontré una carrera muy exigente, tanto físicamente como mentalmente, llena de satisfacciones y de fracasos.

¿Qué ha sido lo más sobresaliente de su formación: lo que más le ha servido, lo que más le ha alumbrado?

Lo que más valoro de mis años en la universidad ha sido el aprendizaje de la profesión desde la visión y actitud de aquellas personas que en algún momento han formado parte de mi formación. No sólo de algunos profesores sino que también de compañeros gracias a los cuales pude ver las diferentes maneras de hacer arquitectura. Por otro lado, adquirí durante todos aquellos años una disciplina y metodología que ahora me ayudan a analizar y exponer conceptos relacionados con la arquitectura de una manera más clara y gráfica.

¿Cuándo y por qué optó por una dedicación profesional diferente?

No fue una opción voluntaria. Mi carrera ha sido atípica. Durante los últimos años de la carrera me dediqué a la cooperación internacional y eso influyó en mi manera de pensar la arquitectura. Por otro lado, obtuve una beca, mientras estudiaba, para realizar facsímiles sobre los tratados de arquitectura del siglo XVIII-XIX en la biblioteca de la ETSAM. Y esta beca resultó determinante para empezar a trabajar en el despacho de Josep Lluís Mateo, en el departamento de documentación. El interés de Mateo por el mundo editorial fue decisivo para que yo entrara a formar parte también del mundo editorial y de la comunicación.

¿Cómo valora económica, personal e incluso socialmente esa decisión?

Positivamente. Mi trabajo me permite conocer todo tipo de arquitectura, nacional e internacional, pero fuera del complicado mundo de la construcción.

¿Tienen los arquitectos miedo de romper la endogamia y el círculo social e intelectual en el que viven?

No creo que la palabra sea miedo. Creo que es parte del proceso natural de una profesión, como la nuestra, que exige muchas horas de dedicación. Sin embargo, y por suerte, hoy en día la colaboración que se establece en los despachos con personas de fuera del mundo de la arquitectura enriquece a una profesión que quizás durante mucho tiempo había estado alejada de la realidad social. La crisis también nos está obligando a volver a las raíces de la arquitectura como servicio a la sociedad y no ajena a ella.

¿Qué le hizo ver que había otras posibilidades? ¿Ejemplos, modelos?

Oíza dijo que “Ser Arquitecto es un oficio que no se hereda, ni se aprende, sino que se inventa para uno mismo”.Tengo esta frase apuntada en una de mis libretas desde hace años.

El arquitecto madrileño Javier Vellés me dijo, cuando me planteé dejar los estudios, que hay muchos tipos de arquitectos; no es arquitecto solamente aquel que construye, ser arquitecto es más una experiencia de pensar y ver la realidad.

¿Qué puede hacer la arquitectura por la sociedad más allá de los planos?

Creo que en estos momentos la arquitectura es vista por la sociedad como algo ajeno a ella, muchas veces se ve como un simple negocio; se ha perdido la función social que la arquitectura debe ejercer en la construcción de ciudad. Estoy convencida de que la única manera de volver a situar la arquitectura como disciplina que configura la realidad es mediante el acercamiento a la sociedad y mediante el fomento de una cultura arquitectónica.

 

¿Qué consejos daría a un estudiante de arquitectura?

Que no pierda el entusiasmo y que esté abierto a explorar nuevas vías de ejercer la arquitectura.

 

Comentarios

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Explorar nuevas vias pero también recordar cual es la misión social del arquitecto, que que veces se olvida.Carlawww.lasbolaschinas.com
Me parece que esto suceda a en el siglo xxi
Felicidades por la entrevista. Nos gustó mucho. Completamente de acuerdo en que no sólo es arquitecto quien construye. Hoy más que nunca, la arquitectura necesita de arquitectos que se reinventen en labores que se sitúen en los márgenes de la disciplina. Y por supuesto, la edición, difusión y comunicación de arquitectura se encuentra en un momento clave, con un sinfín de posibilidades.
Esto me confirma que los arquitectos tenemos que cambiar el chip, hay más salidas que construir, o proyectar, solo hay que buscar ese nuevo camino, pero... ¿ Cual es ese camino...?Saludos¡
Me parece una entrevista magnifica y un soplo de aire fresco para aquellos que estamos a las puertas del mundo laboral y nos replanteamos las distintas posibilidades de trabajo y exploración en el campo de la arquitectura. Mi más sincera enhorabuena
como en todas las profesiones, lo más importante es que realmente te guste lo que haces, y para ello parece fundamental que tengas un interés que te permita disfrutar con todo lo que esté relacionado con el tema.
El ejemplo es muy válido. Y en el caso de los arquitectos cualquier cambio para incorporarse a otras competencias profesionales adaptadas a los tiempos que corren, abre más posibilidades de inserción laboral. Pero después de leer esta entrevista me surgieron varias dudas. Al menos tengo una inmediata. Ser editor es un trabajo muy complejo, y requiere de una experiencia que se cocina a fuego lento. Conozco editores jóvenes, y sé que su trabajo es muy complicado. Observo como su esfuerzo busca armonizar la complejidad de un libro . Es un ensamblaje complicado, sobre todo si quiere trascender en los contenidos . Y éste esfuerzo está basado en la inteligibilidad profesional . Por lo tanto ha de ser muy paciente y sutil para que la publicación tenga un hilo conductor y un argumento convincente. No se improvisa solo con colores, formatos, imágenes y gráficos. No es un espectáculo, es otra cosa.Anatxu, las preguntas de ésta entrevista me parecen excesivamente “formales” . No debe ser tan “plana” como lo es esta.
Hago parte de esos arquitectos que están buscando nuevos rumbos laborales, y por ahora estoy más satisfecho. Lo que entre líneas se lee es cierto, la arquitectura hoy en día es un triste negocio de tierra a ver cuántos caben en menos metros cuadrados y eso es horrible. Felicidades por el blog, lo leo siempre que puedo!
mi padre arquitecto,67 años, y en último curso de filología clásica-griego y latín-aparte de poeta con 65 premios de poesia, yo arquitecta 39, en segundo curso de sociología, lo digo por lo de inventarse, los arquitectos podrán estar en paro-aunque muchos no tienen ese privilegio de la sociedad, porque han sido falsos autonomos y no tienen derechos- pero no conozco a ningún arquitecto parado, sin algo que hacer , si no tiene trabajo se lo inventa , eso es lo que yo veo a mi alrededor, una pena la imagen social que se tiene del arquitecto ¿merecido? no lo sé ,pero no es justo. Interesante la serie de otros arquitectos Anatxu.
Hola Anatxu, Enhorabuena por el artículo Otros arquitectos. No estaría de más dedicar un amplio artículo a aquellos arquitectos que se dedican a la edición en pequeñas editoriales con grandes títulos y que se las ven y se las desean para llegar a sacar sus colecciones al mercado, copado por las grandes distribuciones. Un talento que llega como mucho a los mostradores de novedades de las librerías de arquitectura o alguna que otra especializada en arte pero que, sin embargo, puede resultar de interés general. Valga un ejemplo la colección Inmersiones de Ediciones Asimétricas. Un fuerte abrazo y ánimo a todos los que os dedicáis a la arquitectura escrita. Carmen

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