La Policía española golpea a Anonymous
Detenidos tres administradores de la red de ciberactivismo en España / Podrían ir a prisión por "interrupción informática" y asociación ilícita
A las nueve de la mañana de ayer la Policía Nacional enviaba por correo electrónico y twitter un avance informativo: "Desarticulada la cúpula de la organización 'hacktivista' Anonymous en España". En la nota se explicaba que se habían producido tres detenciones en Almería, Alicante y Barcelona. Pocos minutos después, la Red hervía. Los internautas estaban indignados porque se hablara de "cúpula" para referirse a una organización transnacional que asegura no tener estructura jerárquica ni, por lo tanto, líderes. El difuso movimiento, que dice luchar por la transparencia, la libertad de expresión y los derechos humanos y que ha llevado a cabo ataques informáticos a bancos, empresas y Gobiernos, surgió en la Red. Cualquiera, sea hacker o no, puede formar parte del mismo.
En la rueda de prensa posterior, ofrecida por el comisario jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), Manuel Vázquez, y el comisario de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal José Luis Olivera, la policía precisó: "No hablamos de una cúpula jerárquica, sino de una cúpula funcional". Añadieron que los detenidos eran los administradores de chats de Anonymous en España, y que gracias a ellos la organización impulsaba ataques desde nuestro país.
Los arrestados proporcionaban, presuntamente, la infraestructura tecnológica necesaria para que los simpatizantes de Anonymous en España pudieran ponerse en contacto entre ellos y discutir y decidir sus objetivos. La organización funciona a través de redes de IRC (chats) formadas por servidores en todo el mundo. Cualquiera puede, en principio, conectarse al canal, que tiene varios administradores que lo coordinan. Hay canales públicos y otros privados. En los públicos se someten a votación, por lo general durante un día según fuentes policiales, los objetivos de los ataques y su duración. Después todos aquellos que quieran pueden sumarse al ciberataque, nacional o internacional, siguiendo los consejos de los administradores.
Las acciones se llevan a cabo utilizando un programa informático llamado LOIC. Su descarga permite que ese ordenador pueda ser parte de la ofensiva orquestada. El procedimiento es el siguiente: se inunda el sitio que se quiere atacar de peticiones de información hasta que los servidores se colapsan y dejan de funcionar. Según la policía, el movimiento también utiliza ordenadores zombies, invadidos, que se usan sin el conocimiento de sus dueños para llevar a cabo las acciones. Se puede participar en una operación desde cualquier lugar del mundo.
A los tres arrestados en España se les acusa de haber participado en ofensivas internacionales contra las páginas web de la tienda Playstation de Sony; de los bancos BBVA y Bankia; de la compañía italiana ENEL; y de páginas gubernamentales de Egipto, Argelia, Libia, Irán, Chile, Colombia y Nueva Zelanda. En estos casos habrían colaborado en el ataque junto a miles de usuarios de todo el mundo. La ofensiva masiva contra varios sitios web de Sony obligó a la compañía a cerrar su página de Playstation el pasado mes de abril y según la empresa le ha generado daños valorados en unos 120 millones de euros.
Se les acusa también de haber organizado acciones desde España. El pasado 18 de mayo fueron atacadas las webs de la Junta Electoral Central, de los Mossos d'Esquadra y de la UGT. La policía aseguró ayer que había también un ataque previsto para el día 21 contra las páginas del PSOE y del PP pero que se vio frustrado por la operación policial. La investigación se inició en octubre de 2010 por una denuncia del Ministerio de Cultura, que sufrió en su página web un ataque de denegación de servicio (DDoS) organizado por la tramitación en el Congreso y en el Senado de la conocida como Ley Sinde. En diciembre de ese mismo año la SGAE y el Ministerio de Cultura volvieron a sufrir otro ataque.
Los tres arrestados son un marino mercante gijonés de 31 años que trabaja en Salvamento Marítimo y que se hacía llamar Dernuller o Tuerinator en Internet; un barcelonés con residencia en Arenys de Mar, de 30 años, con los alias Seraf, Mugen o Sipias; y otro barcelonés con residencia en San Vicente del Raspeig (Alicante) de 31 años. El marino mercante ha sido detenido en Almería pero vive en Gijón. Es él quien tenía el servidor para alojar el chat de Anonymous en su domicilio. Los tres son expertos informáticos, según la policía. Dos de ellos carecían de conexión a Internet propia y se conectaban vulnerando la seguridad de redes wi-fi ajenas.
Los detenidos han sido puestos en libertad con cargos tras pasar a disposición judicial. La policía les acusa de un delito de interrupción de un sistema informático ajeno (un nuevo tipo introducido en el artículo 264 a través de la última reforma del código penal y castigado con pena de seis meses a tres años de prisión) y de asociación ilícita (sancionada con hasta tres años de cárcel para los miembros activos de la organización). Los jueces tendrán que determinar ahora qué papel jugaban dentro de los ataques de Anonymous. Los simpatizantes del movimiento inundaron ayer la Red con su lema: "Nosotros somos Anonymous. No perdonamos. No olvidamos. Somos una legión".
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