"A los chicos no les pasa nunca nada"

Los amigos en España de Austin Taylor Bice, el joven estadounidense de 22 años desaparecido en Madrid hace 11 días y cuyo cadáver ha sido hallado esta mañana en el río Manzanares, cuentan que que era muy educado. Siempre acompañaba a las chicas a casa por la noche. "A los chicos no les pasa nunca nada", dijo en una ocasión el chico, que era guapo, alto, delgado (1,95 centímetros y 100 kilos de peso) y de pelo castaño claro.

Austin Taylor Bice, de 22 años, era de San Diego (California) y estudiaba Economía y Dirección de Empresas en la Universidad Carlos III de Getafe, adonde llegó en enero procedente de la San Diego State University en el marco de un intercambio. Según cuenta la familia, esta era la primera vez que el joven, que estudió español en el instituto, salía de su país. Hasta mudarse a España, vivía en un apartamento a 50 kilómetros del hogar familiar. Había ahorrado durante tres años para cuando viniera a estudiar a la Carlos III. Estaba entusiasmado por conocer Europa.

"Le encantaba la cultura española"

Eligió venir a España de entre todos los países en los que podía terminar sus estudios de Finanzas y eligió Madrid entre todas las ciudades. "Le encantaba la cultura española y quería perfeccionar el idioma", explicó a este periódico su padre, Larry Bice, que vino a la capital el miércoles en busca de Austin, el menor de sus tres hijos. El joven escribía un blog en el que detallaba sus impresiones sobre Madrid, su lucha con el español y sus salidas por la capital. En su última entrada, subida el mismo día de su desaparición, Bice contó que iba a La Riviera a escuchar un pincha-discos. "Espero que esto no decepcione", escribió en su blog. Nunca volvió a su casa tras aquella noche del viernes 25 de febrero.

Según cuenta AOL, que le describe en cinco puntos, Bice era aficionado al deporte -jugó al fútbol americano en el instituto Torrey Pines- y también compitió en triatlón. Entre sus aficiones también estaba la música y, según recogió en su blog, se emocionó al descubrir que su nueva casa en Madrid estaba decorada con carteles de los Who, los Beatles y los Rolling Stones. Con sus compañeros de piso compartía su amor por bandas estadounidenses como los Eagles y REM. En su país, los medios recogen la noticia y la cadena CBS, por ejemplo, publica una galería con sus fotos. Un diario de su ciudad, Signon San Diego, recoge declaraciones de la madre, que continúa en EE UU y que ha explicado que ella y su marido harán una declaración mañana. "Agradezco el apoyo a San Diego y de la gente, gente que ni siquiera le conocía", ha señalado Pam Bice.

Un familiar del estadounidense desplazado a Madrid, Juan Gabriel Paredes, precisó durante la búsqueda que su primo no tenía problemas psicológicos y que nunca había desaparecido antes. Después de 10 días pegando carteles con su foto, preguntando por él en edificios abandonados y buscándolo por toda la ciudad, sus familiares y amigos no perdían ayer la esperanza. "Pensamos que está desorientado", aseguró ayer a EL PAÍS María García, su amiga y que ha hecho las veces de portavoz y traductora de la familia. Sus allegados también barajaban la posibilidad de que le hubieran secuestrado, de que se encontrara bajo los efectos de la droga o de que se hubiera marchado de viaje sin avisar. Incluso que hubiera tenido algún percance con sus compañeros de piso o amigos.

Antes de encontrarlo finalmente hoy sin vida, los agentes siguieron seguido la estela de las llamadas de los móviles que llevaba el joven. Ninguno de los dos respondía a las llamadas desde el 26 de febrero. El joven tampoco había usado su correo electrónico escolar desde el viernes a las 16.30 ni sus tarjetas de crédito, según confirmó a este diario Larry Bice. Sus familiares y amigos también realizaron el sábado pasado una batida en su busca por la Casa de Campo. Por su parte, la madre del estudiante creía que su hijo "se drogó" y después "se cayó" en un área desconocida. Así lo relató Pam Bice en una entrevista a la televisión de San Diego, California KGTV-TV el domingo.

García ha explicado a este diario que, tras conocer la noticia, su familia "está en estado de shock". "Esto es como una película de terror en la que se han visto atrapados", ha confesado la joven, que apenas se ha separado de ellos estos días para apoyarles y ayudarles con la barrera idiomática. Hoy, familiares y amigos pensaban recorrerse "los comedores sociales" en busca del joven universitario, alumno de intercambio que llegó en enero a Madrid a completar sus estudios de Finanzas, pero lamentablemente han tenido que "cancelar los planes". "Es como una lotería, le podía haber pasado a cualquiera", ha señalado la joven sobre lo que al parece haber sido un accidente. "Prefiero que haya sido un accidente porque, aunque sea doloroso, es mejor que saber que alguien le ha hecho daño", declara María, para añadir: "Aunque así tendrían alguien a quien echar la culpa, prefieren saber que nadie le hizo daño". "Es todo muy duro", ha confesado María con un hilo de voz.

Hallado el cuerpo sin vida de Austin Bice