Dos señales para una sola velocidad
La Generalitat cambia las señales fijas para ir a 120 km/h pero mantiene el tope de 80 en pantallas luminosas. -La elevada contaminación retrasa la supresión del límite de velocidad en los accesos a Barcelona
Tras semanas de promesas electorales, declaraciones contradictorias y anuncios, el Gobierno de la Generalitat debía estrenar hoy la nueva velocidad variable, que permite en algunos tramos circular a 120 km/h. La contaminación, sin embargo, ha jugado una mala pasada al Ejecutivo de CiU: la vida ha seguido hoy a 80 kilómetros por hora, a la espera que pase el anticiclón que impide apretar más el acelerador.
El único cambio notable esta mañana en las autopistas en las que, de momento, se ha aplicado la norma, son las flamantes señales fijas que avisan de la vuelta de los 120 km/h. El Servicio Catalán de Tráfico ha completado esta mañana la sustitución de 102 señales en la autopista C-32 y la autovía C-31, que dan acceso a Barcelona desde Castelldefels.
Ante la disparidad de criterios entre los paneles fijos y los luminosos -en hora punta la limitación puede llegar hasta los 40 kilómetros por hora si hay retenciones-, Tráfico ha recordado que las luminosas tienen prioridad, como indica la normativa de circulación. La limitación meteorológica ha provocado que, en la carretera, el cambio sea prácticamente imperceptible: se mantienen los 80 km/h, las retenciones matinales y los frenazos antes de los radares.
La mayoría de conductores ve positivo un cambio que les permite apretar un poco más el acelerador: hasta los 120 km/h en la autopista del Garraf (C-32) y los 100 km/h en la autovía de Castelldefels (C-31). "Me parece perfecto. Creo que ir a 80 puede crear más peligro, sobre todo por la noche. No hay casi tráfico y te puedes dormir", asegura Manoli Pujante, profesora de secundaria de 49 años. "Podemos ir un poco más rápido", celebra José Luís Montero, paleta de 39 años. Pese a que no se había enterado del cambio, lo encuentra positivo: "Mucho mejor a 120. Se notaba, con la limitación, que la gente frenaba en el radar. Con una autopista así, de tres carriles, no hay problema". Montero solo discrepa de que la velocidad vaya cambiando en función del tráfico o la contaminación: "Tienen que dejarlo a 120", dice este conductor habitual de la autopista C-32.
La velocidad variable tampoco a gusta a José Luis Rodríguez, transportista de 53 años. "Crea un poco de confusión", sostiene. Otro transportista, José Manuel Pérez, de 48 años, cree que el aumento de velocidad es exagerado. "Ir a 120 km/h es excesivo. La limitación a 80 km/h era una buena medida porque evitaba los accidentes", concluye. Si la previsión meteorológica no falla, el miércoles los conductores podrán correr más. Pese a que el titular del Departamento de Interior, Felip Puig, negó que la velocidad influyera en la contaminación, el director de Tráfico, Joan Aregio, ha resaltado que la calidad del aire ha obligado a posponer el aumento del límite de velocidad: "Estamos ante una situación anticiclónica que acostumbra a darse una vez al año y que desaconseja incrementar la velocidad porque sería perjudicial para el medio ambiente", ha declarado.
Homs admite un problema de comunicación
El portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, ha admitido hoy "un problema de comunicación" a la hora de explicar los planes del ejecutivo para flexibilizar el límite de velocidad a 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona. Homs, en declaraciones a Rac 1, ha asegurado: "Por supuesto que debe de haber un problema de comunicación, porque si la gente no entiende las medidas tomadas prefiero reconocer los errores si es que los hay, porque además son responsabilidad directa mía. "
El portavoz de la Generalitat ha mostrado su comprensión por el hecho de que los ciudadanos a veces no entiendan la situación porque "no todo es blanco ni negro y eso cuesta más de explicar en un titular."
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