Hallado ahorcado el ex novio de la mujer desaparecida el domingo en Madrid
El hallazgo hace temer por la vida de María Piedad García Revuelta, de la que no se tienen noticias desde que abandonó la cena de empresa con su ex compañero
El ex compañero sentimental de la mujer desaparecida en Boadilla del Monte (Madrid), Javier Sánchez-Toledo, de 38 años, se ahorcó ayer por la mañana en una torre de alta tensión de San Lorenzo del Escorial, según han confirmado fuentes de la Guardia Civil. La identificación del cadáver no se produjo hasta por la tarde y los investigadores de Homicidios decidieron mantener en secreto este hecho.
El macabro hallazgo se produjo alrededor del mediodía, tras el aviso de unos ciclistas que pasaban por la zona. En principio, la Guardia Civil lo trató como un caso de suicidio, sin darle mayor importancia, hasta que fue reconocido como el posible autor de la desaparición de María Piedad García Revuelta, la empleada de un supermercado de Boadilla del Monte de 31 años que se halla en paradero desconocido desde la madrugada del pasado domingo. El rastreo de los movimientos del teléfono móvil de Sánchez-Toledo no había llevado a los investigadores hasta esa zona de la sierra de Madrid, por lo que no sospecharon en principio que se trataba de la ex pareja de la mujer.
La identificación del cadáver se produjo, según fuentes de la investigación, durante la tarde, cuando cotejaron sus huellas digitales con los archivos policiales. Esta muerte ha hecho temer lo peor a la Guardia Civil y no descartan que la mujer pueda también hallarse muerta, según fuentes del caso, ya que no se tiene noticia de ella en los cuatro últimos días.
María Piedad desapareció después de salir de la cena que había organizado junto con sus compañeros de trabajo para celebrar las Navidades. Cuando terminaron el festejo, Sánchez-Toledo, que trabajaba en el mismo supermercado, se ofreció a llevar a su ex pareja, con la que tenía un bebé de ocho meses, a su casa, en el centro de Boadilla. Fue la última vez que los amigos la vieron.
El rastreo de los movimientos de los dos teléfonos móviles de la mujer y su ex compañero les llevo hasta un paraje de la ciudad financiera del Santander y del polígono industrial de Ventorro del Cano. Unos 100 agentes estuvieron rastreando ayer la zona, al oeste de Madrid. Recorrieron unos 10 kilómetros hasta llegar a la M-40, pero no hallaron a la mujer desaparecida.
Hoy se ha continuado con la búsqueda en en una zona conocida como Bosque Sur, un espacio verde que une varios municipios del sur de Madrid (Alcorcón, Leganés, Fuenlabrada, Getafe y Pinto) y que discurre en paralelo a la carretera de circunvalación M-50. Pasada la una de la tarde la mayoría de los agentes ha abandonado el lugar, informa EFE, en el que únicamente han quedado miembros de la Unidad de Subsuelo para rastrear más a fondo algunos de los pozos que hay en esa zona, después de no encontrarse ningún elemento que haga pensar que la mujer podría estar allí.
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