Arquitectura y color: cómo y cuándo
“No nos interesa el color. En sí mismo resulta un tema intrascendente, meramente adjetivo. Pertenece a la delgada y frágil lámina de la apariencia. Podría prescindirse de él o intercambiarse y apenas variaría lo esencial de un proyecto. Como mucho, cabría reconocerle su capacidad de emoción, el poder de transformar la percepción del espacio, la influencia en los estados de ánimo, la relación consecuente con la salud o la productividad, con el rendimiento, el bienestar y la creatividad. En cualquier caso, tareas para psicólogos o decoradores. Nada que ver con la arquitectura seria, la de verdad”. Jesús Marina y Elena Morón prologan con este humor las opiniones que han reunido en Tras el muro blanco (Lampreave), una selección de ideas, hechos y consejos sobre el uso del color en la arquitectura.
Juan Calatrava:
-“Los de De Stijl inventaron un código de colores para esa vanguardia muy fundamentada ideológicamente en una visión completamente abstracta del mundo. Mondrian no utiliza nunca el color verde por cuestiones de tipo filosófico no estético”.
-“Barragán es un personaje de esa arquitectura paciente, humilde, absolutamente estudiada, donde hasta el último paso está pensado en una relación muy tensa entre arquitectura y cultura popular. Tenía la obsesión de hacer una modernidad que no renegase de las raíces populares”. (…)“En México es muy difícil ser un arquitecto acromático, porque es algo metido en la piel y consolidado a través de décadas de tradición arquitectónica, pero creo que Legorreta usa el color de una manera muy distinta, mucho más ligada a los conceptos del modernismo”.
Víctor Pérez-Escolano:
-“Por suerte, cada vez hay más casos en los que se enseña una arquitectura ‘contaminada’ de realidad, ‘ensuciada’, y por lo tanto, de color, en estos últimos tiempos”.
-“La moda de vestir de negro vino de Holanda. Los arquitectos visten de negro y proyectan en blanco”
-“La realidad popular, que no es monocromática, interesa a muchos arquitectos”.
-“La tendencia es usar el color como algo que se añade, pintar algo que viene de tradiciones y tecnologías anteriores”.
-“El color está vivo en la modernidad arquitectónica como un factor de énfasis”
-“La mayoría de arquitectos o estudiantes de arquitectura, cuando tienen que proyectar no están pensando en color”. (…) “El color es algo posterior, añadido, no es definitorio del proyecto”.
-“De igual forma que en la proyección paisajística ha tenido mucha influencia el Land Art, también los artistas minimalistas han influido mucho en lo arquitectónico”.
Miguel Centellas:
-“Cuando te encargan un edificio público, hay que saber aprovechar el presupuesto al máximo. No dejarse llevar por materiales que lleven a imágenes fotogénicas y pensar en soluciones constructivas que no dependan de un alto presupuesto de mantenimiento. Para el exterior el blanco es útil, empleando ladrillos blancos de hormigón y bloque de hormigón (más fácil de colocar y más barato). Por dentro, los edificios deben tener otros acabados”.
-“En los institutos funcionan el azulejo, que se limpia muy bien y gusta a los directores, pero acústicamente funciona mal y es frío, y el ladrillo visto, de colores terrosos, colocado con junta blanca a base de cemento blanco o arena de mármol, que es más cara pero no oscurece tanto el paramento.
-“Parece lógico que el proceso constructivo de los edificios tenga que cambiar. La construcción tradicional española encalada y blanca ha sido así porque la mano de obra era barata. Cuando ésta aumenta, aparecen los procesos industrializados en seco”.
Ignacio Laguillo, EDDEA:
-“De Alvaro Siza a Peter Zumthor, la naturalidad se refiere al empleo de materiales y técnicas autóctonas que se vinculan al entorno donde se asientan los edificios”.
Eva Luque y Alejandro Pascual, Los del desierto:
-“En una arquitectura blanca es más fácil no equivocarse, una forma de ir a lo seguro. A nosotros nos interesa más dejar los materiales en bruto”.
Luis Machuca:
-“Se trata de usar la materia de forma natural y que sean los colores que tenga los que pongamos”.
-“La pintura tiene la ventaja de que ante el vandalismo es fácil de restaurar”.
-“Deberíamos saber cómo envejecen los colores a medio y largo plazo”.
-“Las normativas neoculturales que hacemos tienden al conservacionismo: ‘Andalucía tiene que ser blanca’: no tiene por qué serlo obligatoriamente”.
José Morales y Sara Giles, MGM:
-“Color y vida para nosotros es lo mismo. Las obras en las que utilizamos el color son las que intentan mostrar optimismo y vida en su interior”.
-“En nuestra generación el aprendizaje del color era autodidacta, por auto convicción”.
-“Lacaton y Vassal no ponen el color que hay dentro de una casa. Lo ponen sus ocupantes”.
-“No pensar detenidamente en el aspecto cromático de una obra es no leer un capítulo importante de la arquitectura”. (…) “Bruno Taut quiso pintar la arquitectura de colores. El color de Kahn es el de los materiales. Su arquitectura es desvestida. Jujol, en cambio es uno de los grandes coloristas. En su Teatro Metropol de Tarragona el color hace que los espectadores se acerquen a la obra de teatro. En cambio, a la obra de Louis Kahn le sobra la gente”.
Ramón Pico:
-“En Andalucía el blanco tiene que ser con texturas. Hacer un blanco liso, terso y uniforme puede ser posible en Estocolmo. Con la luz de aquí, no lo es“.
-“La arquitectura es un arte de equilibrios, y si atiendes a una cuestión más que a otra se te desmorona”.
Rafael Soler:
-“Nos gusta mucho esa manera de entender la belleza que le hemos oído a los matemáticos cuando describen la belleza de un cálculo resuelto con sencillez pese a su complejidad”.
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