Muere uno de los creadores del Trivial Pursuit
Chris Haney, editor gráfico de un periodico canadiense, ideó el juego junto al periodista deportivo Scott Abbott en 1979 en medio de una partida de Scrabble
Chris Haney, uno de los dos padres del juego de mesa Trivial Pursuit, murió el pasado lunes 31 de mayo en un hospital de Toronto a los 59 años como consecuencia de una larga enfermedad, informa la cadena de televisión canadiense CBC. Haney era editor gráfico del periódico Montreal Gazette cuando ideó el juego, que se ha convertido en todo un icono pop y que disfrutan con fruición millones de familias de todo el mundo, junto al periodista deportivo Scott Abbott en diciembre de 1979. La idea se les ocurrió cuando estaban enzarzados en una dura partida de otra popular diversión de mesa, el Scrabble.
Los dos amigos, que se conocieron durante la cobertura de los Juegos Olímpicos de Montreal, quisieron crear un entretenimiento de tan amplio alcance como el clásico juego de palabras, y en menos de hora Haney y Abbott ya tenían un esbozo general de la fórmula que les haría millonarios garabateado sobre el mantel de papel del bar en el que jugaban al Scrabble. El hermano de Chris, John Haney, y el abogado Ed Werner ayudaron a los creadores del juego a materializarlo en 1982, año en el que se pusieron a la venta los primeros 1.100 Trivial Pursuit. Inicialmente se financió el proyecto con acciones a los amigos y colegas por 1.000 dólares. Lograron reunir a 32 pequeños inversores.
Scott Abbott le ha descrito como "uno de los tipos más leído y culto" que ha conocido y un "voraz lector de periódicos"
Los inviernos, en la Costa del Sol
El juego, uno de los más populares del mundo, consta de un tablero con casillas y unos dados y consiste en contestar a preguntas de una variedad de temas, con un total de seis que van de geografía e historia a deportes y toros. Cada categoría corresponde a un color y, si se acierta la pregunta , se gana un quesito del color que corresponda hasta completar una tarta de seis quesitos y pasar una batería de preguntas finales en el centro del tablero. Costaba en sus inicios 15 dólares la unidad, hoy son unos 60 euros. Haney escribió gran parte de las 6.000 primeras preguntas para el juego. En 1994 le preguntaron cuál era su favorita y respondió"¿Qué inventó Otto Titsling? La respuesta era: el sujetador". Lo más gracioso es que era falta, como reconoció el propio Haney: "Nos engañó una biografía".
Hasta 1983 los dos creadores canadienses no empezaron a hacer dinero con su invención. En 1984, alcanzó tal nivel de popularidad se vendieron 20 millones de copias del juego en Norteamérica y la revista Time lo calificó del "mayor fenómeno en la historia de los juegos". El propio Haney lo recordaba así, como apunta el Times: "No supimos el éxito que teníamos hasta que nos vimos en la portada de Time. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de que estábamos en la gran liga". Desde que aparecieron los primeros juegos, se han vendido 100 millones de unidades en 33 países y 19 lenguas y han ido apareciendo múltiples versiones temáticas, desde Star Wars a Saturday Night Live.
En el 2008, la multinacional estadounidense Hasbro compró Trivial Pursuit a Horn-Abbot, la compañía de los dos creadores, por 80 millones de dólares (65.480.000 euros al cambio actual). En los últimos años, Haney, nacido el 9 de agosto de 1950 en Welland (Ontario), pasaba los veranos cerca de Toronto y los inviernos en la Costa del Sol española, con el actor Sean Connery entre sus vecinos. Su amigo Chuck Stoody, un veterano fotoperiodista canadiense, cuenta que amaba a España y que juntos iban a comer a un restaurante español en Montreal. Estas veladas, salpicadas por litros de sangría, acaban "inevitablemente con Chris cantando alguna canción en español", según Stoody. Como tenía miedo a volar, iba y venía en barco. Estaba casado en segundas nupcias, tenía tres hijos y era un gran aficionado a la fotografía y el golf.
Scott Abbott se ha mostrado abatido por la muerte de la otra mitad del Trivial Pursuit. "Tuvo tanta importancia en mi vida como mis padres, esposa e hijo", ha dicho a la prensa canadiense Abbott, que asegura que su amigo era "uno de los tipos más leído y culto" que ha conocido y un "voraz lector de periódicos". Sin embargo, "no era un erudito en el sentido convencional, siempre decía que dejó la escuela en el grado 12 y que fue su mayor error, ya que debería haberlo hecho en el grado 10".
Cuenta el Montreal Gazette en su obituario que el fotógrafo John Mahoney, que trabajó junto a Haney en sus inicios en la gaceta, le describe como "una mente brillante", un "autodidacta muy leal e ingenioso que quería vivir la vida al máximo". "Era un tipo al que no le gustaba trabajar de nueve a cinco. Creía que la mejor educación eran los viajes e inventó el Trivial Pursuit con la esperanza de le reportara el dinero suficiente como para poder vivir en la playa en España y viajar por toda Europa", añade el fotógrafo. Y vaya si lo consiguió, aunque el éxito no le cambió, según Mahoney, ya que seguía por ejemplo liándose los cigarrillos. Tras su muerte, ¿se convertirá el propio Chris Haney en una pregunta de Trivial?
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