Prisiones investiga si hubo "relaciones sexuales consentidas" entre funcionarios y presas de Meco
Destituida la cúpula de la cárcel de Madrid I por "comportamientos inaceptables".- Caen el director, el subdirector y el administrador de la cárcel madrileña.- Al menos dos funcionarios permitieron la entrada de alcohol para "montar juergas" con un grupo reducido de reclusas
El Ministerio del Interior ha destituido al director de la cárcel de mujeres de Madrid I (Alcalá de Henares), José Luis Cuevas, al subdirector de seguridad y al administrador tras detectar "comportamientos inaceptables" entre "funcionarios" y un "grupo reducido de reclusas", denunciados por una inspección interna de la propia prisión, ha confirmado Instituciones Penitenciarias. Según la investigación, "al menos dos funcionarios" habrían permitido la entrada de alcohol "para montar juergas" con algunas internas, explican las mismas fuentes. Ambos han sido suspendidos de empleo y sueldo. Ahora se investiga si ha habido "relaciones sexuales consentidas entre funcionarios y varias reclusas", según el departamento que dirige Mercedes Gallizo, aunque lo que sí se ha detectado con seguridad es el consumo de alcohol dentro de la cárcel por parte de los funcionarios destituidos.
Fuentes de la prisión advierten que las destituciones, que no responden a la implicación de la cúpula, sino a su responsabilidad al frente de la prisión ante las presuntas irregularidades detectadas, son un aviso de que no se van a permitir comportamientos inaceptables en la cárcel de mujeres de Madrid I, donde están recluidas 650 internas. En concreto, el subdirector de seguridad ha sido destituido por la falta de vigilancia de funcionarios, a sabiendas de que habían sido denunciados, mientras que la destitución del administrador se debe a la falta de claridad del destino de algunas partidas económicas.
Según Instituciones Penitenciarias, los "comportamientos inaceptables" no son generalizados sino de carácter individual. Por el momento, dos funcionarios, de los 340 que trabajan en la prisión, han sido suspendidos de empleo y sueldo y se ha nombrado como director de la prisión a un inspector.
Sin indicios de delitos
La investigación interna abierta al respecto no ha detectado indicios de delitos ni la existencia de relaciones sexuales a cambios de droga, como informaba hoy la edición digital de 20 Minutos, que ha adelantado la noticia. No obstante, se ha desatado una ola de rumores y un aluvión de quejas y de supuestas de irregularidades, que están siendo investigadas.
Desde hacía varios meses, la propia inspección de la cárcel venía denunciando algunos comportamientos extraños o inadecuados por parte de funcionarios. De hecho hubo un incidente, del que fue avisada la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, esta pasada Noche Vieja. Según fuentes de la prisión, la gota que ha colmado el vaso fue el hecho de que hace unas noches el funcionario expedientado abriera sin ningún motivo la puerta de una celda donde estaban dos presas con las que permaneció varias horas. La dirección del centro penitenciario ha declinado hacer declaraciones al respecto.
Instituciones Penitenciarias ha hecho pública esta tarde una nota en la que dice textualmente: "En estos momentos se investiga si algunos funcionarios pudieron mantener relaciones sexuales consentidas con varias internas. En el mismo marco de investigación, se pudo detectar igualmente que algunos funcionarios introducían y consumían alcohol en el centro, lo que les impedía realizar sus funciones con la profesionalidad debida".
La vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega ha insistido hoy durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en que "se han cortado de raíz comportamientos individuales irregulares" que afectan a "una exigua minoría de funcionarios". Además, ha explicado que, tras "la reacción inmediata de la administración penitenciaria, el caso ha sido puesto en conocimiento de la fiscalía.
El PP y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) han solicitado que Mercedes Gallizo comparezca en el Congreso para dar explicaciones sobre el alcance de este caso y los motivos que han provocado la destitución de la cúpula de Madrid-I.
Francisco Granados, consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, ha declarado que el Ministerio del Interior "ha hecho lo correcto" en un caso de "extrema gravedad". "En caso de confirmarse estos hechos, darán lugar a responsabilidades muy graves por parte de estos funcionarios. Por lo que he tenido la oportunidad de leer, la actuación del Ministerio del Interior ha sido, en mi opinión, la correcta, que es suspender de manera inmediata de sus funciones a todos estos individuos y poner en marcha la investigación correspondiente. Creo que el Ministerio del Interior, por lo tanto, está haciendo lo correcto", ha indicado.
Dos asociaciones que trabajan con las internas en labores de reinserción afirman que no han recibido ninguna queja. "Conozco varias prisiones y he de decir que Madrid I es modélica en cuanto al trato de los funcionarios hacia las internas y la libertad de movimientos que tienen entre módulos", opina Juan José Román, presidente de la Asociación Darse, que organiza talleres ocupacionales. "En otras, los funcionarios están más en el papel de guardias que en el de reinserción, que es para lo que están, pero esta es ejemplar en ese sentido", compara. También Rubén Tovar, director de CUPIF, que lleva unos 10 años trabajando en el centro, describe el trato, en general, como cordial.
El último suceso en esta prisión, al margen de un brote de gripe A, en octubre de 2009, se registró el 29 de marzo de 2008, cuando tres funcionarias (la plantilla de este centro penitenciario es mixta y hay 340 funcionarios) fueron agredidas por una interna. Una de las trabajadoras tuvo que ser atendida en urgencias por las lesiones producidas por un objeto contundente.
Inquietud entre los funcionarios
Los sindicatos de prisiones se han mostrado sorprendidos por la noticia. El presidente de Acaip-USO, José Ramón López, ha señalado que se trata de "un caso extraño" del que el sindicato prefiere aún no hacer una valoración, ya que la investigación está en marcha y aún desconocen lo ocurrido. "Nosotros sabemos muy poca cosa, sabemos que hay un funcionario suspendido por abrir algunas celdas por la noche hace algunos días. Según su versión lo hizo para que las empleadas del economato le dieran tabaco", ha señalado López.
El presidente de este sindicato de prisiones ha subrayado que existe mucha inquietud entre los funcionarios de la cárcel, porque "no se sabe qué se investiga, ni a qué funcionarios se investiga, ni nada". "Cuando exista una resolución de la inspección penitenciaria, podremos valorar el tema y sabremos lo que ha pasado, si es que ha pasado algo". Según López, no tenía denuncia alguna de que en la prisión de mujeres se estuviesen produciendo "los hechos de los que se habla en los medios", ni existe precedente alguno en el centro. También ha confirmado que hace unos 20 días se produjo una inspección rutinaria de Instituciones Penitenciarias al recinto carcelario.
El sindicato CSIF ha atribuido a la "desastrosa política penitenciaria" lo ocurrido en este centro penitenciario. "La responsabilidad de lo ocurrido recae directamente sobre la dirección del centro penitenciario y la secretaria general de Instituciones Penitenciarias". Según el sindicato, ni Mercedes Gallizo ni los directivos de Madrid I "no han tomado las medidas necesarias para el buen funcionamiento del centro, propiciando con su inacción que el problema aumente hasta hacerse incontrolable".
"Lo acaecido es consecuencia inequívoca de la desastrosa política penitenciaria, cuyo culmen es la unificación de escalas en el Cuerpo de Ayudantes de Instituciones Penitenciarias, medida a todas luces contraproducente e innecesaria y que tantos problemas está originando ante la ceguera de la Administración penitenciaria", se puede leer en el comunicado.
Las cárceles españolas albergan actualmente 76.743 reclusos (incluyendo los de Cataluña, que tiene cedidas las competencias). De ellos, sólo 6.166, el 8,03%, son mujeres.
Fiestas en el CIE de Málaga
Uno de los escándalos de corrupción policial más serios que se han visto en Málaga ocurrió tras las paredes del centro de internamiento de extranjeros. Allí, en julio de 2006, siete policías fueron detenidos por celebrar fiestas con las mujeres inmigrantes custodiadas como paso previo a su expulsión. Tres de ellos ingresaron en prisión acusados de abusos sexuales a seis internas. El resto quedó imputado por no hacer nada por evitar la conducta de sus compañeros. Una de las mujeres, embarazada de tres meses y medio, sufrió un aborto. El escándalo costó el cese al director del CIE. De las seis internas que denunciaron abusos, al menos cuatro fueron expulsadas a sus países durante la instrucción. Ahora, la tramitación se encuentra estancada a la espera de que Rusia y Honduras localicen a las víctimas de los supuestos abusos para que testifiquen desde su país. El juzgado de Instrucción número 9 de Málaga emitió las comisiones rogatorias el pasado febrero y todavía no se sabe cuándo serán respondidas. Fuentes de las defensas calculan que una vez recogido el testimonio de las dos expulsadas se tardará un mes más en que el juez dicte el paso a procedimiento abreviado y las distintas partes puedan presentar los escritos de calificación.
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