Aguirre a Zapatero: "No te voy a dar un cheque en blanco como deseas"
El debate derivó por la tarde en una acalorada discusión que dinamitó el protocolo
El lehendakari, Patxi López, abrió ayer su primera intervención en una Conferencia de Presidentes diciendo: "Yo vengo aquí como representante del Estado en mi comunidad autónoma". Esta frase acabaría siendo citada por algunos socialistas, 12 horas después, como la clave de la jornada. Los presidentes del PP, decían, no entendían que no estaban allí como representantes de su partido ni de sus gobiernos, sino como los máximos representantes del Estado en sus comunidades.
La intervención de López -la primera dado que el suyo es el Estatuto de Autonomía más antiguo- inició las cinco horas de discursos en un riguroso protocolo que apenas permite el debate. Sindicatos y patronal llamaron a la unidad y dieron paso a los presidentes. Dos intervenciones resumen el clima de la cita: "Yo estoy dispuesto a no levantarme de la mesa sin haber alcanzado algún acuerdo o recomendación", afirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Como no estoy de acuerdo con tu política económica es muy difícil que te dé un cheque en blanco y firmemos un acuerdo como tú deseas", manifestó la madrileña Esperanza Aguirre. E insistió: "No quiero corresponsabilizarme de las políticas económicas de Zapatero, el campeón del paro".
Los únicos que sacaron la política del agua fueron el valenciano Francisco Camps y el murciano Ramón Luis Valcárcel, ambos del PP. La intervención de Camps fue "corta y comedida", según un socialista. El valenciano recordó la deuda de financiación con su comunidad. También el gallego Alberto Núñez Feijóo utilizó su turno para hablar de financiación y subrayar sus dificultades a la hora de " financiar los servicios básicos en 2010".
A las 14.30 tomó la palabra Zapatero y sólo entonces, según el PP, puso sobre la mesa su propuesta en materia económica y de empleo. "Los del PSOE sí que lo tenían, porque se pusieron todos a defenderlo", protestaba Núñez Feijóo. El riojano Pedro Sanz se fijó en otra anécdota: "Cuando se repartió la propuesta todos se pusieron a leerla, con cierto cabreo del presidente del Gobierno, porque nadie le hacía caso. Nos ha llamado la atención".
Después hubo una parada para comer, y a las 16.00 los presidentes populares se retiraron a estudiar la propuesta para, media hora después, rechazarla. Ya avanzada la tarde, Zapatero presentó un texto que incorporaba varias reclamaciones del PP a su texto inicial. Al filo de las 20.00, cuando ya el jefe del Gobierno había cancelado su asistencia a una cena de gala con el presidente de Vietnam, los presidentes pidieron café. El protocolo de la mañana había saltado por los aires. En un ambiente de gran tensión, mientras los asesores cancelaban vuelos y billetes de AVE, los presidentes debatían en una especie de tertulia, contestándose e interrumpiéndose. "Parece vergonzoso que cada uno venga a hablar de su comunidad. No hay nada de calado", dijo más tarde Sanz.
Tras la fallida votación, los presidentes del PP se reunieron en la sala de las Comunidades Autónomas. Desde la puerta se podía ver a Sanz, uno de los que había propuesto el boicoteo a la reunión, hablando acaloradamente con el de Canarias, Paulino Rivero. Éste, que gobierna en coalición con el PP, acababa de votar con Zapatero la propuesta integradora de última hora. Rivero contestaba con la mirada baja y gesto serio a las gesticulaciones de Sanz, a quien el vicepresidente madrileño Ignacio González parecía dar la razón con asentimientos.
Pedro Sanz explicó lo que, a su juicio, estaba pasando: "Después de la votación del empleo y habiendo perdido, Zapatero ha mandado al canario para intentar llegar a un acuerdo".
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