El juez Garzón suspende actividades de las formaciones ilegalizadas D3M y Askatasuna
El juez ordena la clausura de las sedes, el embargo de las cuentas y anula la capacidad de ambas organizaciones de participar en cualquier actividad
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha suspendido durante tres años prorrogables a cinco las actividades de la agrupación electoral Democracia 3 Millones (D3M) y del partido Askatasuna. El magistrado ha aceptado los argumentos presentados por la Fiscalía, que solicitó al juez esta medida al considerar que las dos formaciones estaban instrumentalizadas por ETA-Batasuna.
Garzón ordena en un auto la clausura de las sedes de las dos formaciones y el embargo de las cuentas, suspende la capacidad de ambas de participar como partidos, organizaciones o grupos en cualquier actividad y suspende su capacidad de convocar manifestaciones, concentraciones o cualquier acto público o de asistir a los mismos. Tampoco podrán realizar actividades propagandísticas, instalar signos o utilizar espacios públicos. Esta medida impide, por tanto, situaciones como la acaecida el pasado 13 de febrero cuando los dirigentes de D3M instaron a sus seguidores a introducir en las urnas papeletas de la formación para "contarse" en los comicios y evitar el trasvase de votos hacia el PNV pese a la anulación de las candidaturas.
El Tribunal Supremo ya había anulado por unanimidad las listas de D3M y Askatasuna el pasado 8 de febrero -decisión avalada por el Constitucional días más tarde- al considerar que ambas formaciones están instrumentalizadas por la banda terrorista ETA para participar en las elecciones y estar presentes en la Cámara Vasca.
El alto tribunal acogió las tesis partidarias de la nulidad, según las cuales, dentro de la estrategia de "doble lista" seguida por ETA en todas las elecciones de los últimos años, D3M era la candidatura para "echar a los leones" mientras se intentaba que prosperase la lista blanca de Askatasuna. Según las demandas del fiscal y del Gobierno, el partido Askatasuna fue diseñado como un plan b de ETA para las elecciones de 1998 y permaneció después como "partido durmiente" hasta que despertó hace tres semanas para participar en las autonómicas.
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