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Secuestrados en Venezuela dos niños residentes en España que viajaban junto a dos familiares

La madre de los niños portugueses de 10 y 12 años, con quienes vive en Valencia, se encontraba de viaje en Estados Unidos y había dejado a sus hijos en compañía del padre de éstos para pasar sus vacaciones

La madre de los dos niños secuestrados el pasado domingo en Venezuela, con quienes vive desde hace siete años en la localidad valenciana de Torrent, se encontraba de viaje en Estados Unidos con su actual pareja, tras dejarlos con su padre en Venezuela.

Así la ha relatado José Luis Arenas, hermano de la pareja de la madre, Lisbey Barreto, en la urbanización Santa Apolonia del Vedat de Torrent, desde donde sigue con preocupación el desarrollo de los acontecimientos desde que se conoció el rapto de Javier Gabir y Alberto Luis Parra Barreto, de diez y 12 años de edad.

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Los dos pequeños tienen nacionalidad portuguesa y no española, como se informó en un principio, han aclarado a la Embajada de España responsables de la investigación policial venezolana. Arenas ha indicado que los niños tienen doble nacionalidad: venezolana, al nacer en aquel país al igual que sus padres, y portuguesa, por ascendencia materna.

Javier y Alberto, ha señalado Arenas, habían viajado a finales del mes pasado a la localidad venezolana de San Cristóbal como cada verano para estar con su padre. Los menores fueron secuestrados el domingo pasado junto a su tío y su primo cuando iban pasar un fin de semana a la laguna La Represa del Pregonero, en una zona fronteriza con Colombia, donde iban a realizar actividades deportivas y acuáticas.

Estudian en el colegio Julio Verne de Valencia

Arenas ha explicado que la madre de los niños, de 36 años, había dejado a los niños con su padre, Luis Parra, un reconocido médico neurocirujano perteneciente a una familia de empresarios constructores y médicos. Según ha dicho, los niños van al colegio Julio Verne de la localidad valenciana de Torrent, en donde viven en la urbanización del Vedat con su madre, la pareja de ella, Felipe Arenas, y un hijo de ambos de 2 años.

Los niños vivían en Torrent desde hace aproximadamente siete años, después de que su madre llegara a España para realizar un máster de cirugía estética, actividad a la que se dedica desde su clínica Barrets, situada en el centro comercial Las Américas de esta localidad situada a apenas siete kilómetros de Valencia.

Arenas ha relatado que la familia de la madre de los niños, que tiene numerosos negocios relacionados con la construcción en Venezuela, ya había sido objeto de presiones en este país, donde hace aproximadamente dos años "la guerrilla secuestró a José, un tío de los niños". Ha señalado que la madre de los niños, quien ya se encuentra en Venezuela, está totalmente deshecha, toma pastillas tranquilizantes y no puede ni hablar. Por ello, es la abuela paterna de los pequeños, Virginia Barreto, que vive en la San Cristóbal junto a su marido, quien ejerce en Venezuela como portavoz de la familia.

Visiblemente afectado, Arenas ha enseñado a los periodistas las fotos de los pequeños y ha confirmado que no tienen constancia de que haya habido ninguna reivindicación por la desaparición de los niños.

El secuestro del hombre y de los tres menores se produce diez días después de que el alto comisionado de la Presidencia de Colombia para la Paz, Luis Carlos Restrepo, denunciara que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) de ese país secuestra extranjeros en Táchira, entre ellos ciudadanos españoles.

Españoles en peligro

Algunos miembros de "la comunidad gallega del Táchira" se han convertido en "víctimas sistemáticas" del secuestro en la zona fronteriza del lado venezolano, sostuvo Restrepo, al aludir al anuncio de líderes del ELN de que se estudia la posibilidad de dejar los secuestros como fuente de financiación. Sin embargo, Restrepo afirmó que desde que están sentados en la mesa de diálogo, en diciembre del 2005, "el ELN ha secuestrado cerca de 100 personas, una cada semana (...), algunos ciudadanos españoles en el Táchira".

"Eso no es comprensible. Nosotros sentimos una profunda vergüenza, tanto con el hermano país de Venezuela como con esta comunidad española", subrayó Restrepo.

El 28 de mayo pasado, la policía venezolana rescató tras un tiroteo al empresario de origen español Nicolás Alberto Cid Souto, que había sido secuestrado un mes antes en el céntrico estado de Cojedes.

Comunicación directa entre los países

El 8 de mayo último, el ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, se reunió en Caracas con el vicepresidente venezolano, Jorge Rodríguez, con el que trató varios asuntos, entre ellos el caso de ciudadanos españoles secuestrados en este país.

El vicepresidente venezolano se comprometió con Caldera a mantener "una línea directa de comunicación" con la embajada española y garantizó su apoyo para intensificar los esfuerzos que permitan la liberación de los secuestrados.

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