Rubalcaba pilotará desde el Ministerio del Interior el alto el fuego de ETA

El desafío más importante del Gobierno ya tiene un nuevo piloto: Alfredo Pérez Rubalcaba, nombrado hoy titular de Interior se convierte en el superministro que liderará el alto el fuego de ETA. Con este movimiento y el de Alonso a Defensa -responsable de CNI- Zapatero se asegura que toda la información clave sobre el proceso de paz esté en manos de dos hombres de su máxima confianza.

Rubalcaba, hasta ahora Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, es considerado como uno de los hombres del núcleo duro, conocedor de todos los pasos que se han dado en los dos últimos años hasta alcanzar el "alto el fuego permanente" de ETA. Mantiene una buena y fluida relación con Zapatero hasta el punto de que el presidente del Gobierno ya le había encomendado gestionar la información sobre el proceso que se abre con la tregua.

Según esta interpretación, Rubalcaba pasaría de desarrollar ese trabajo en la sombra a ocuparse de él abiertamente. A partir de hoy, será él quien suministre a Zapatero los informes quincenales que había comenzado a proporcionar el ministro del Interior, José Antonio Alonso, al presidente, para dar cuenta de la situación de ETA y de si los etarras están cumpliendo su anuncio de hace quince días. El primer informe, conocido esta misma semana, revelaba que la banda terrorista se encuentra en un periodo de "inactividad".

Otro movimiento de piezas, el que sitúa a José Antonio Alonso al frente de Defensa, pone en manos de otro hombre del círculo más próximo de Zapatero mucha y sensible información sobre el proceso de paz, ya que su ministerio controla el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). De hecho, el pasado 29 de marzo Zapatero encargó a este organismo que, junto a las fuerzas de seguridad del Estado, verificara si el alto el "alto el fuego permanente" decretado por ETA tiene carácter "total y definitivo".

La continuidad de Saiz al frente del CNI ha sido objeto de especulaciones en los últimos meses, que se han incrementado al conocer la dimisión de Bono, que es quien le nombró por confianza personal. Sin embargo, al ser preguntada en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, ha asegurado que no existe "ninguna previsión de cambio" al mando del organismo.

Movimiento clave

Aunque teóricamente el origen de la crisis ha sido la renuncia de José Bono varios grupos políticos han puesto énfasis en el cambio en Interior como la clave de la remodelación del Gobierno. Desde Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, ha asegurado que el cambio es una apuesta por el proceso de paz. Josu Erkoreka, del PNV, ha coincidido con su análisis y ha añadido que los cambios tienen por objetivo poner al frente a quien ya lidiaba con la tregua "desde la sombra".

El PP también considera un movimiento esencial la entrada de Pérez Rubalcaba en el Gobierno, aunque la ha valorado de forma muy distinta al resto de los grupos. Según el secretario ejecutivo de Política Económica y Empleo del partido, Miguel Arias Cañete, su nombramiento es una "malísima noticia" porque para ese cargo haría falta otra persona con un "perfil de equilibrio y moderación".