Cientos de manifestantes cortan el tráfico en Gran Vía en protesta por los parquímetros

Cientos de vecinos que se manifestaban en el centro de Madrid contra la implantación del nuevo sistema de parquímetros en sus distritos han cortado el tráfico de Gran Vía tras una protesta organizada ante el Ayuntamiento. Según informa Daniel Verdú, el suceso se produjo alrededor de las 20.30, tras varios enfrentamientos entre los vecinos y la policía. El tráfico ha sido restablecido después de que los manifestantes, muchos de ellos personas mayores, abandonaran la protesta entre gritos de "Gallardón, el viernes que viene aquí nos tienes".

La manifestación comenzó a las siete de la tarde y congregó en la Plaza de la Villa a alrededor de 500 vecinos -según estimaciones del Ayuntamiento- procedentes de los distritos de Fuencarral, Carabanchel y Hortaleza. Durante la misma, se oyeron numerosas consignas como "Gallardón, faraón" o "Con parking y obra, Gallardón se forra", que el alcalde no ha escuchado, por encontrarse en la convención del PP que se ha inaugurado hoy en Madrid.

Al cabo de una hora, los manifestantes comenzaron a moverse por la calle Mayor hacia la Puerta del Sol. Una vez allí, intentaron seguir por la calle Alcalá, con la intención de llegar a la Plaza Cibeles. Pero la policía les impidió el paso alegando que carecían de permiso para recorrer la zona. Un grupo de manifestantes trató de cruzar el cordón los vecinos fueron golpeados y arrinconados por los agentes, aunque no se registraron heridos.

El resto de los asistentes siguió caminando por la calle Montera, con el fin de seguir su ruta a través de Gran Vía, pero, una vez allí, la policía les cerró el paso a la altura de la calle Hortaleza. Minutos más tarde, los agentes se vieron obligados a cortar el tráfico debido a la afluencia de manifestantes, muchos de los cuales se sentaron en la calzada negándose a moverse.

La circulación estuvo interrumpida cerca de media hora de forma pacífica, tiempo durante el cual el tráfico fue encauzado por las calles aledañas.

Críticas de la oposición

Entre los asistentes de la protesta se encontraba la portavoz de IU en Madrid, Inés Sabanés, quien ha calificado de "abusiva y soberbia" la política de Alberto Ruiz Gallardón, exigiéndole que "se aplique a sí mismo la moderación" que ha pedido durante su discurso de esta tarde.

Por su parte, el portavoz adjunto del PSOE, Óscar Iglesias, ha conminado al alcalde a que "elimine las zonas de parquímetros en los cascos antiguos y dentro de la M-30" y que, fuera de ésta, se estudie su instalación "calle por calle".

Una ampliación polémica

La de hoy es la primera manifestación que une a los habitantes de todas las zonas afectadas por la entrada en vigor del SER (Sistema de Estacionamiento Regulado).

Hasta ahora, las protestas no habían rebasado los límites de cada uno de los distritos. Ayer por la noche, los vecinos de Fuencarral-El Pardo se concentraron ante las puertas de la Junta Municipal, donde se celebraba un pleno para discutir el plan de extensión de los parquímetros. Los manifestantes trataron de irrumpir a golpes en el edificio, pero no lo consiguieron por estar las puertas cerradas. Por otro lado, en Carabanchel, alrededor de 1.000 manifestantes protestaron contra los parquímetros del casco histórico del distrito.

El nuevo sistema de aparcamiento regulado por parquímetros entró en vigor el pasado 1 de marzo de 2006. Su ampliación afecta a un total de 17 barrios en siete distritos -Arganzuela, Carabanchel, Chamartín, Fuencarral-El Pardo, Hortaleza, Tetuán y Retiro-, cubriendo 47 barrios del interior de la M-30 y los cascos históricos de tres distritos: Hortaleza, Fuencarral, Carabanchel Bajo y Carabanchel Alto.

El SER obliga a pagar por aparcar en dichos barrios durante un espacio limitado de tiempo, excepto en el caso de los residentes, que pueden aparcar durante todo el día, siempre y cuando cuenten con una tarjeta específica, cuyo coste es de 24 euros al año. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cifra el coste de la ampliación en 70 millones y los ingresos entre 85 y 88, por lo que prevé unos beneficios de entre 15 y los 18 millones de euros.