Las protestas contra los parquímetros siguen en Fuencarral y se extienden a Carabanchel

La ampliación de la red de parquímetros encuentra cada día mayor oposición. Medio millar de vecinos del distrito de Fuencarral cortaron ayer el tráfico de la avenida de la Ilustración para protestar contra esta medida. Es el tercer día consecutivo en que los residentes de la calle de Sangenjo exigen al Ayuntamiento la retirada de los parquímetros. La protesta se extendió a Carabanchel, donde unas cien personas se manifestaron en la calle durante el pleno de la Junta Municipal. Aseguran que los planes del Consistorio para regular el aparcamiento tienen únicamente "una función recaudatoria".

Los residentes de la calle de Sangenjo impidieron el paso durante casi una hora de la tarde de ayer en ambos sentidos de la avenida de la Ilustración, a la altura de la calle de Narcís Monturiol. La treintena de policías que se desplazaron a la zona encontraron resistencia, que en un principio se negaban a retirarse a la mediana. Los concentrados protestaban porque el Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) ha fijado la calle de Sangenjo en su totalidad como zona azul (para visitantes), en lugar de zona verde (para residentes). De "absurda" calificaban esta medida, ya que el periodo controlado por parquímetros abarca desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde. En esa franja horaria, según los vecinos, no existen problemas de aparcamiento, ya que no es un zona comercial ni de oficinas.

A la misma hora en que los vecinos de Sangenjo cortaban el tráfico de la avenida de la Ilustración, residentes de Carabanchel se manifestaban frente a la Junta Municipal. Gritaban lemas como "Este concejal nos quiere robar" o "Gallardón eres un ladrón" y se quejaban de que no les dejaban entrar en el pleno que se celebraba en ese momento.

"Hemos entregado ya 1.100 firmas contra los parquímetros y mañana daremos 1.600", aseguraba el presidente de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto, Juan Fernández, que también denunciaba la actitud "caciquil" del Ayuntamiento. "Hace semanas que hemos pedido una entrevista con Calvo [concejal de Seguridad] y no se ha dignado a responder", aseguraba.

Aparte de esta concentración "improvisada", Fernández prepara una manifestación para el próximo 2 de marzo en el casco histórico de Carabanchel, que espera sea "multitudinaria". También está en contacto con vecinos del barrio del Pilar, Hortaleza y Fuencarral para coordinar una marcha conjunta en el centro de la capital. "Queremos transmitir a todos los madrileños que si no lo paramos ahora, el plan es extenderlo a toda la ciudad", aseguraba. Según Fernández, el sistema de parquímetros no tiene sentido en los barrios residenciales, donde sólo busca recaudar fondos para el Consistorio.

Marisa, una vecina del barrio, se quejaba de que sitios clave como la administración de Hacienda o el polígono industrial están clasificados como zonas para visitantes. "Si estoy tres horas en la consulta de médico, ¿voy a tener que estar pendiente del coche?", se preguntaba. Un manifestante contaba que el sistema impulsado por el Ayuntamiento perjudica al ya "muy venido a menos" pequeño comercio del barrio: "Los tenderos están indignados, especialmente los no residentes. Se está dificultando el acceso de los clientes a las tiendas pequeñas. Y a la gente que viene a trabajar también le han hecho una buena faena".

La dueña de un quiosco de la avenida de Carabanchel recriminaba al alcalde que su marido tenga que ir andando al trabajo porque no tiene dónde aparcar. "Éste es un barrio de gente trabajadora y no nos podemos permitir el gasto de los parquímetros", se quejaba. Otro vecino contaba que se da la paradoja de que este plan, que pretende impulsar el transporte público, le obligaba a usar el coche porque tiene que aparcar por las noches en zona azul y no puede dejarlo ahí durante el día.

El portavoz del PSOE en la Junta de Carabanchel, Joaquín García Pontes, presentó en el pleno de ayer una proposición para que sean suprimidos los parquímetros en el distrito. "Es una aberración que está realizando el señor Gallardón para pagar sus obras faraónicas. Este alcalde es un cabezón y, cuando habla de participación, sólo se interesa por los pingües beneficios de las empresas constructoras", añadió García Pontes.