Los jóvenes acusados de quemar a una indigente aseguran que sólo querían asustarla con agua
El juez dicta prisión provisional para los dos mayores de edad implicados en la muerte de la mendiga
Los dos jóvenes de 18 años acusados de asesinar a una indigente que dormía en un cajero automático de Barcelona quemándola viva se han negado a declarar hoy ante la juez de guardia que lleva el caso. Sin embargo, uno de sus abogados defensores ha explicado a la agencia EFE que los detenidos, que habían tomado varios "chupitos de absenta" sólo quisieron asustar a la mujer mojándola con lo que pensaron que era agua. El líquido era en realidad disolvente muy inflamable que, según el letrado, deflagró espontáneamente.
Poco después de producirse esta comparecencia, la titular del Juzgado de guardia de Detenidos número 3 ha decretado prisión provisional sin fianza para ambos. El Ministerio Fiscal les imputa un delito de asesinato, por lo que se les podría imponer una pena de 20 a 25 años de cárcel. La juez de menores, por su parte, decretó ayer régimen cerrado para el tercer detenido, J.J.M.R., de 16 años. El joven ingresó en el centro de internamiento para jóvenes Els Tillers de Mollet del Valls (Barcelona). El fiscal le imputa un delito de asesinato y podría solicitar que su internamiento preventivo de tres meses se alargue otros 90 días.
Juan Antonio del Moral, abogado de Ricard P.B., ha aconsejado a su defendido que no declarara hasta tener acceso a las diligencias del caso, que tramitará el juzgado de instrucción número 9 de Barcelona, y poder visionar la filmación incriminatoria del cajero donde se produjo el crimen de la mendiga, Rosario E. P., de 51 años. "Además, su estado de aflicción y alejamiento de la realidad por la magnitud de lo sucedido, no hace aconsejable que declare de momento", ha dicho el abogado. Lo mismo ha aconsejado la abogada Ester Palmés al otro acusado, Oriol P.S.
"Fue una broma, entre comillas, una gamberrada, porque nunca pensaron que la garrafa pudiera contener un líquido inflamable, sencillamente pensaron que era agua", ha repetido el abogado.Los jóvenes cogieron la garrafa, de 25 litros y medio llena de líquido inflamable de una obra situada junto al cajero y que, según el letrado, no contaba con protección alguna. Por ello, Del Moral ha anunciado que pedirá explicaciones a la empresa constructora y al ayuntamiento de Barcelona, que ayer ya anunció que se personará en la causa como acusación popular, por la presencia de un bidón con líquido altamente inflamable "al alcance de cualquiera".
"Precisamente este abandono de la garrafa sin protección alguna, al alcance de cualquiera, demuestra que los chicos creyeron que se trataba de un líquido inocuo, pensaron que era agua, se la tiraron porque quisieron atemorizarla para que se fuera de allí y no tenían ningún ánimo de quemarla", ha insistido Del Moral.
Relato de los hechos
Del Moral se ha extendido también a hacer un relato de los hechos, según la versión de su defendido. Según el abogado, los dos jóvenes de 18 años acudieron por primera vez al cajero automático para sacar dinero ya que Ricard P.B. es cliente de esta sucursal de La Caixa, "tiene una tarjeta de allí" y se encontraron con una actitud hostil de la mujer "que les insultó". El letrado ha asegurado que cuando regresaron la segunda vez, sobre las 4,30 horas de la madrugada, para volver a sacar dinero porque se lo habían gastado en varias rondas de "chupitos de absenta" fue cuando decidieron echar a Rosario E.P. mojándola con agua.
Del Moral ha explicado que Ricard P.B no recuerda muchos detalles "por el grado de aflicción y pena que tiene", pero le ha comentado que cuando arrojaron el contenido del bidón se produjo una deflagración "quizá al entrar en contacto con algún cable del cajero automático". "Nadie encendió ningún mechero ni ninguna cerilla, además, mi defendido ni siquiera fuma porque padece asma", ha subrayado el abogado.
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