Médicos Sin Fronteras localiza a 800 inmigrantes abandonados por Marruecos en el desierto
La ONG denuncia que Marruecos deporta al desierto a los detenidos cerca de Ceuta y Melilla
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha denunciado la grave situación en la que se encuentra un grupo de inmigrantes subsaharianos "abandonados a su suerte en el desierto del Sáhara por el Ejército marroquí". Son hombres, mujeres y niños; muchos de ellos resultaron heridos, algunos de mucha gravedad, al tratar de saltar las vallas de Ceuta y Melilla. No disponen de agua, ni de alimentos, ni de nada. Si no se les atiende, morirán, según la organización.
El coordinador de la ONG en el país africano, Javier Gabaldón, ha cifrado en 800 personas los afectados; esta mañana, un comunicado oficial del organismo hablaba sólo de medio millar. Según MSF, los inmigrantes han sido trasladados a una zona de "desierto pedregoso y árido" cercana a la frontera con Argelia; ellos mismos han contado que "la policía marroquí les condujo en autobuses y camiones a esta zona, situada a unos 600 kilómetros al sur de Oujda [ ] después de su expulsión por la Guardia Civil desde Ceuta y Melilla". No obstante, Carlos Ugarte, miembro de MSF, ha precisado que no se trata de expulsados por España, sino de los detenidos en las redadas en las inmediaciones de Ceuta y Melilla.
"Su vida corre serio peligro"
La ONG denuncia que Marruecos está enviando al sur desértico del país a los inmigrantes que detiene en las inmediaciones de la frontera con Ceuta y Melilla y alerta a España a que tenga cuidado con los inmigrantes que devuelve. "Marruecos está deportando a estos inmigrantes a lugares donde sus vidas corren serio peligro. Si el Gobierno español va a aplicar las devoluciones de los subsaharianos debe tener en consideración que van a recibir ese trato", ha denunciado Ugarte.
La zona de desierto pedregoso y árido en el que se encuentran los inmigrantes se encuentra al sureste de Marruecos, entre las pequeñas poblaciones de Figuig y Bouarfa, exactamente a 15 kilómetros del pueblo de Ain-Chouadie y próximo a la frontera con Argelia. Gabaldón ha elevado a 700 los inmigrantes localizados en los alrededores de esta aldea, y ha sumado además otro centenar de personas que se encontraban más al sur.
Un riachuelo de agua no potable
Entre ellos hay personas heridas al tratar de saltar las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla que necesitan atención inmediata; en caso de recibirla sufrirán graves consecuencias, incluso amputaciones, según Gabaldón, que cree que dónde están será imposible prestarles asistencia. MSF ha organizado el traslado de cinco o seis de ellos al hospital de Bouarfa, a 150 kilómetros de su emplazamiento actual.
La organización ha proporcionado galletas, agua, mantas y plásticos (todo ello "en cantidades mínimas" porque no tienen más) a las mujeres y a los 80 heridos. En la zona donde se encuentran sólo hay un riachuelo de agua no potable, de forma que para beber depender "de la generosidad de sus vecinos". De no solucionarse la crisis, morirán, según Gabaldón.
Medidas de carácter humanitario
La vicepresidenta primera del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, ha afirmado hoy en Lisboa que el Gobierno español está verificando con Marruecos la información denunciada por Médicos Sin Fronteras sobre la situación de los inmigrantes expulsados de España. Según ha afirmado, ha planteado a Rabat que adopte "urgentemente" medidas de carácter humanitario y respeto a los Derechos Humanos con los inmigrantes, y que solicite la intervención urgente de la Organización Internacional de Migración, con sede en Ginebra. La vicepresidenta considera que el Gobierno de España tiene la obligación de verificar esta información por una cuestión de "transparencia y rigor". Además, ha apuntado que Rabat ha confirmado que los 70 inmigrantes que fueron repatriados ayer de España se encuentran internados en centros de acogida de Marruecos a la espera de ser deportados hacia sus países.
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