El Gobierno afirma que el plan de financiación catalán "no va en la dirección" correcta

La propuesta de financiación autonómica de Cataluña ha sido rechazada hoy por el Gobierno. Aunque el modelo ya fue cuestionado ayer por el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el ministro de Economía, Pedro Solbes, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, ha sido hoy mucho más tajante, al afirmar que no va "en la dirección que pretende el Gobierno". Además, De la Vega ha negado que se vaya a producir una negociación bilateral entre el Gobierno y la Generalitat, ya que cualquier cambio será debatido entre todas las autonomías "en el seno" del Consejo de Política Fiscal y Financiera, y después tendrá que ser aprobado por las Cortes. La Generalitat pretende incluir en el nuevo estatuto un nuevo modelo de financiación autonómica de "inspiración federal" con una agencia tributaria propia y la recaudación y capacidad normativa sobre todos los impuestos, con una cesión al Estado no superior al 50%.

En un tono muy diplomático, De la Vega ha subrayado que la propuesta catalana "es eso, una propuesta pendiente de debatir", pero en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera con las demás comunidades y cuando el Ejecutivo termine la evaluación del actual modelo de financiación. La portavoz del Gobierno ha admitido que los planes de la Generalitat representan un cambio sustancial del modelo de financiación y, al respecto, ha sentenciado que "no va en la dirección que pretende el Gobierno", aunque la ha considerado "susceptible de negociación" junto con la totalidad del proyecto de nuevo Estatuto.

"La propuesta del tripartito es sólo propuesta y como tal habrá que negociarla. Nos hemos comprometido, porque ya formaba parte del programa electoral del PSOE, modificar el sistema de financiación pero en el ámbito del Consejo de Política Fiscal y Financiera, entre todos, para después aprobarlo en el Parlamento", ha explicado De la Vega. La vicepresidenta ha recordado además que el ministro Solbes advirtió ayer de que antes de presentar el nuevo modelo de financiación era preciso realizar "una evaluación completa del actual" y que "eso es lo que se está haciendo ahora". "Una vez conocida, se verá con el conjunto de comunidades junto con otras propuestas, como la de Cataluña", ha dicho, para señalar a continuación las tres líneas prioritarias del Ejecutivo de cara a la reforma, que difieren sustancialmente de las intenciones catalanas.

Los tres objetivos del Gobierno

Así, el Ejecutivo quiere modificar el sistema actual con los objetivos de mejorar los recursos de los gobiernos autónomos, aumentar la autonomía financiera de las comunidades y -con especial hincapié en este punto- mantener la cohesión y la solidaridad interterritorial. Según ha explicado De la Vega, el cambio de modelo se impulsará de acuerdo con todas las autonomías en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera, aunque posteriormente deberá ser aprobado por las Cortes Generales ya que "queremos que esta mejora se haga entre todos y sea aprobada en el Parlamento, como no puede ser de otra manera". El Gobierno no contempla ningún tipo de negociación bilateral, tal y como hoy pedía el líder de CiU, Artur Mas.

El líder nacionalista ha asegurado que el "derecho a negociar bilateralmente la financiación es irrenunciable", puesto que una negociación conjunta con el resto de comunidades "supondría un paso atrás respecto a 1979, cuando el sistema de financiación ya se acordó bilateralmente entre el Estado y Cataluña". En cambio, la Generalitat sí que se ha mostrado de acuerdo en negociar la propuesta entre todos. Así, el conseller de Relaciones Institucionales y Participación de la Generalitat, Joan Saura, ha recordado que la propuesta "deja la puerta abierta a que sea generalizada", pues es un sistema de autonomía financiero, pero solidario", un sistema que ha definido como un avance hacia "un sistema de fiscalidad federal".

Por su parte, el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, ha acusado al tripartito de hacer un planteamiento "irreal" que sólo puede crear frustaciones. Piqué sostiene que Cataluña, al igual que otras comunidades autónomas, necesita mejorar su financiación, pero insiste en que la solución no pasa por "pedir la luna". En todo caso, está dispuesto a negociar aunque insiste en que habrá de rebajar la propuesta. Por su parte, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, ha expresado el rechazo de su formación a la propuesta de financiación porque "va más allá del federalismo" y "pone límites a la solidaridad" entre las comunidades autónomas.