Maragall cifra en 2.400 millones el ingreso extra anual para Cataluña

El presidente del Gobierno catalán, Pasqual Maragall, cifró ayer en al menos 2.400 millones de euros anuales los ingresos adicionales que obtendría Cataluña con la nueva financiación. La cuantificación fue matizada poco después por su consejero de Economía, Antoni Castells, el cual explicó que es mejor eludir cualquier cifra hasta que se concreten las variables abiertas en la propuesta. Sin restar la solidaridad, varios expertos elevan los ingresos a 6.000 millones.

Las variables abiertas a las que se refiere Castells -reacio a entablar negociaciones con cifras encima de la mesa-, son la participación final de la Generalitat en los impuestos estatales (del 50% como máximo) y los porcentajes del mecanismo de solidaridad, que aumenta progresivamente las transferencias destinadas a las otras comunidades autónomas a medida que crece el nivel de recaudación de Cataluña sobre la media española.

Ambas fórmulas son justamente lo que la Generalitat quiere negociar. Primero con todas las fuerzas políticas catalanas en el seno de la ponencia del Estatuto catalán y, a continuación, con el Gobierno central y las comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Un primer borrador que barajaba el Ejecutivo de Maragall hace escasas semanas -y que finalmente no ha sido incluido en la propuesta- concreta tres tramos de solidaridad (véase EL PAÍS de ayer).

"Estamos hablando, como mínimo, de 400.000 millones de pesetas [2.400 millones de euros]", dijo ayer el presidente catalán en un debate parlamentario con el líder de la oposición, Artur Mas, de CiU. El propio Maragall rechazó que se interprete la cifra aludida como un compromiso firme "porque no es en un debate en caliente donde debe formularse".

Se da la circunstancia de que la escena vivida ayer en el Parlamento ya se presenció hace un mes en el mismo escenario. Preguntado por Mas, el presidente catalán expresó su voluntad de conseguir esos 2.400 millones de euros más al año. Instantes después, el consejero Castells matizó la cifra.

El cualquier caso, el objetivo de Maragall es el que fijó en 2001 el último Gobierno de Jordi Pujol. La cifra ha sido traída y llevada en infinidad de debates en Cataluña como la expresión del fracaso de la alianza de CiU y el PP en anteriores legislaturas. El rendimiento de la reforma de la financiación autonómica fue en 2002 de sólo 251 millones de euros, aseguró el consejero Castells antes de la pasada Navidad.

Académicos consultados ayer elevaron hasta los 6.000 millones de euros al año la cifra de ingresos adicionales para Cataluña. El cálculo se obtiene de aplicar sobre lo que la Agencia Tributaria recaudó en Cataluña en 2003 por IRPF, IVA, impuestos especiales e impuesto de sociedades el crecimiento de la recaudación en 2004, que fue del 8%, según avanzó Hacienda hace dos meses. El resultado es de 32.000 millones de euros. Teniendo en cuenta que la mitad se queda en Cataluña, el ingreso extra es de 16.000 millones, 6.000 más de los 10.000 actuales.

Esta cifra, sin embargo, no tiene en cuenta el mecanismo progresivo de solidaridad, que mermaría los ingresos obtenidos por la Generalitat.

Ganancias para Madrid

De aplicarse el nuevo modelo de financiación, las ganancias no son sólo para Cataluña. Expertos fiscales evaluaron las consecuencias financieras de la propuesta de la Generalitat para Madrid sobre las cuentas públicas de 2004 y teniendo en cuenta una Agencia Tributaria que recaudase todos los impuestos y cediese al Estado un 50%. Sin incorporar el impuesto de sociedades, la ganancia sería de 3.357 millones. Teniéndolo en cuenta, Madrid obtendría 7.300 millones más cada año.