Zapatero asegura que Batasuna no concurrirá a las elecciones mientras no condene la violencia

Poco antes de que Juan José Ibarretxe hiciera oficial el adelanto de las elecciones autonómicas en el País Vasco, que se celebrararán finalmente el 17 de abril, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha instado a evitar que los comicios vuelvan a dividir a la sociedad vasca en dos bloques enfrentados, los constitucionalistas y los nacionalistas, como cree que ocurrió en las elecciones de 2001.

Frente a ello, ha insistido en la necesidad de que no haya enfrentamientos entre bloques, sino planteamientos y propuestas para vivir juntos. Además, ha expresado su convicción del que el Partido Socialista de Euskadi afronta los comicios vascos con mejores expectativas que en las últimas elecciones. Respecto a la posibilidad de que Batasuna pudiera intentar participar en esos comicios, Zapatero recordó que la ley de partidos está vigente y considera que no hay margen para que haya una condena de la violencia por parte de esta formación ilegalizada y, por tanto, pueda concurrir a ellos.

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha asegurado que "es un buen momento" para que los ciudadanos vascos se expresen "en libertad" y digan si "optan por un modelo de pasado y confrontación o abren las puertas a la esperanza a un nuevo diálogo que fortalezca el autogobierno".

Indiferencia del PP

El secretario general del PP, Ángel Acebes, ha reaccionado con indiferencia al adelanto electoral en el País Vasco anunciado esta tarde por el lehendakari. En su opinión, da igual cuándo se celebren los comicios porque el equipo encabezado por su "magnífica" candidata, María San Gil, está "preparado" para presentar un proyecto "de seguridad" frente al "riesgo" del resto de las ofertas. Así, Acebes ha contrapuesto la oferta de su partido para esta convocatoria a las "propuestas arriesgadas" de las demás fuerzas políticas, que "vienen recubiertas de riesgo, inseguridad e intranquilidad", y que pueden generar "enfrentamiento y empobrecimiento", sin diferenciar entre socialistas y nacionalistas. La propia María San Gil ha considerado que la elección del 17 de abril se ha hecho "en clave partidista y sectaria" como un paso más en el plan Ibarretxe. En todo caso, se ha mostrado confiada en los resultados al asegurar que estos comicios son una oportunidad para "acabar con el mito de la imbatibilidad del PNV".

"No es un adelanto"

La presidenta de EA, Begoña Errazti, ha expresado el "acuerdo y apoyo" de su partido con la convocatoria electoral anunciada por el lehendakari y ha destacado que la fecha elegida (17 de abril) "no es un adelanto, sino que entra en un calendario normal" en relación a los comicios autonómicos vascos. Errazti ha añadido que la situación del País Vasco "está clarísima" y que tras la sesión celebrada ayer en el Congreso para debatir el plan soberanista del Ejecutivo vasco "ha quedado en evidencia lo que quiere la mayoría de la ciudadanía vasca y, por contra, la cerrazón absoluta del PP y del PSOE".

Mikel Arana, portavoz de Ezker Batua-Berdeak, partido miembro del Gobierno vasco, ha asegurado que con el anuncio de la fecha de las próximas elecciones autonómicas "el tripartito del Gobierno vasco ha querido jugar limpio para evitar especulaciones". A través de un comunicado, Arana ha valorado que "el hecho de que Ibarretxe haya avanzado ya la fecha de los próximos comicios permitirá garantizar que, en el tiempo que resta hasta la disolución del Parlamento, éste sea operativo, sin la presión de la incertidumbre de desconocer la fecha electoral". Además, Arana ha hecho un llamamiento a PSOE, PP y Batasuna para que "permitan trabajar a los demás y ellos mismos se impliquen también en el trabajo parlamentario", lo que "posibilitará sacar adelante proyectos que son clave para este país".

La secretaria general de Unidad Alavesa, Enriqueta Benito, ha asegurado que la convocatoria de elecciones autonómicas realizada por el lehendakari responde a "un interés puramente partidista". "Lo hace en beneficio del conjunto del nacionalismo ya que pretenden engañar al conjunto de la ciudadanía utilizando el victimismo como arma arrojadiza al no haber sido aprobado el plan Ibarretxe", ha asegurado.

Una respuesta tibia

Por otro lado, el PP ha valorado esta mañana la respuesta ofrecida ayer por el Gobierno en el Congreso al desafío que plantea el plan Ibarretxe. Ángel Acebes ha asegurado que Zapatero produjo "inquietud en la sociedad" con su intervención en el debate en el Congreso porque no fue "capaz de liderar una respuesta colectiva" al desafío del lehendakari. En cambio, entiende que Mariano Rajoy ofreció "el discurso que muchos esperaban del presidente del Gobierno", ya que transmitió "tranquilidad y confianza", sin caer en la crispación. La reacción del Gobierno al pleno de ayer ha sido bien distinta. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha destacado que el plano de ayer fue un "'no' a una manera determinada de mejorar el autogobierno" del País Vasco "y un sí a hacerlo de otra manera", la que propone el Gobierno en aquellas comunidades que quieren reformar sus estatutos: "Con un amplio consenso y respetando la Constitución". Así, entiende que ayer no se dio "un portazo a nada, sólo se dijo 'no' a algo que lleva a un callejón sin salida, a una manera de dividir a la sociedad vaca y enfrentarla con el resto de españoles".