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El Gobierno aislará o trasladará a los presos islamistas peligrosos para evitar que se agrupen

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias propone estas medidas para evitar que se formen células terroristas como la que iba a atentar contra la Audiencia

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha propuesto hoy diversas iniciativas para reforzar el control en la cárceles españolas sobre los presos imputados en delitos de terrorismo, y sobre todo para aquellos que muestren conductas o ideas de inspiración fundamentalista o radical. Entre las medidas organizativas y disciplinarias acordadas hoy está aislar a los presos, cambiarles de destino o reforzar el control sobre sus comunicaciones —cartas, llamadas telefónicas, etcétera—.

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La población reclusa española asciende a cerca de 59.000 personas; de ellos, 7.000 son de origen musulmán, y sólo 73 de ellos están en prisión condenados o imputados por delitos terroristas. Esta medida tiene como objetivo fundamental evitar que se repitan episodios como el de la cárcel de Topas, prisión en la que se constituyó entre 2001 y 2003 la célula terrorista de origen islamista desarticulada por el Cuerpo Nacional de Policía hace una semana. Según fuentes próximas a la investigación, este grupo estaba integrado por reclusos condenados por delitos comunes, y pretendía atentar contra la Audiencia Nacional con un camión cargado con 500 kilogramos de explosivos.

Instituciones Penitenciarias ha puesto en conocimiento de la Audiencia Nacional este paquete de medidas, que ha anunciado mediante un comunicado a la prensa, y ha asegurado que en todo momento se respetarán los derechos constitucionales, legales y penitenciarios de los presos.

Los detenidos en la operación del pasado lunes ya se encuentran en una situación especial. En virtud del artículo 75 del Reglamento Penitenciario, se encuentran aislados —no pueden tener contacto con otros presos— y sus comunicaciones y visitas son controladas e intervenidas. Además, se ha propuesto el cambio de destino de los encarcelados por su relación con los atentados terroristas del 11 de marzo en Madrid.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias ha abierto una ronda de entrevistas con los directores de los centros con mayor presencia de internos extranjeros para abrir un cauce permanente de información sobre éstos. Estas prisiones deberán controlar así mismo con especial cuidado a los reos que alcancen una posición de liderazgo dentro de un grupo.

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