Aznar y Rajoy cargan contra el Gobierno de Zapatero en la clausura del Congreso del PP

El 15º Congreso Nacional del Partido Popular se ha cerrado hoy con los discursos del que fuera su líder durante más de 14 años y "el mejor presidente del Gobierno español", José María Aznar, y de su delfín coronado, Mariano Rajoy. El mensaje ha sido el mismo que en días anteriores: el partido conservador debe estar orgulloso —"hicimos lo correcto"— y mirar hacia el futuro para volver al poder y desalojar "el Gobierno del revanchismo" del PSOE.

La clausura de la reunión inaugura una nueva etapa en el Partido Popular, con nuevos líderes —Rajoy como presidente, y Ángel Acebes como secretario general "porque es el mejor—, una Ejecutiva Nacional renovada —19 caras nuevas, y mayoría femenina— y un Gobierno en la sombra para hacer oposición, en el que destaca la elección de Miguel Arias Cañete como responsable del área económica.

Cierra además este Congreso un periodo brillante en éxitos electorales pero con regusto amargo por la derrota del 14 de marzo. Evitar ese sentimiento ha sido una de las fuerzas motrices de todas las intervenciones, incluidas las de Rajoy y Aznar hoy. El ahora presidente de honor del PP ha sido tan concluyente como habitúa: "Hicimos lo correcto", incluso yendo a la guerra contra Irak —"decidimos implicarnos hasta el cuello en la lucha contra el terrorismo y colaborar con nuestros amigos y aliados"—. "Que nunca lleguemos a sentir vergüenza por haber gobernado, porque el día que sintamos vergüenza por haber gobernado estaremos incapacitados para volver a gobernar".

Y ese es el objetivo principal de esta nueva etapa. De Rajoy "es el liderazgo y la autoridad para llevarnos de nuevo al Gobierno", eso sí, contando con su gestión en las dos legislaturas anteriores, "de progreso contante y sonante", como mejor aval, sobre todo frente al "progreso de boquilla" del PSOE, que ejerce un "Gobierno del revanchismo" de muy corto recorrido. "No nos vamos a quedar quietos mientras otros echan los restos intentando hacernos desaparecer", ha dicho Aznar, que desea denunciar "la inmensa causa general que, desde el Gobierno, se ha abierto contra el anterior Gobierno". Y como primer paso para ello pretende utilizar su comparecencia ante la Comisión parlamentaria que analiza los atentados del 11 de marzo para dejar claro "quienes mintieron, engañaron, manipularon y forzaron la voluntad popular".

Con ideas similares ha cerrado el Congreso Mariano Rajoy, que ha acusado al presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, de no tener otro proyecto que la "demolición y aniquilamiento" de los logros del PP, ocultando para ello su "vacío intelectual" con sonrisas, gobernando a base de ideas "peregrinas y descabelladas" y de forma que "nadie sepa ni dónde estamos ni cuál es nuestro rumbo" en política económica, exterior y social.

Es por ello que el PP debe aprovechar para hacer un "esfuerzo suplementario" y "afinar" sus propuestas, planteando soluciones a los problemas reales de la sociedad sin variar sus convicciones políticas. En resumen, trabajar para España "con garras, con convicción, con espíritu de sacrificio y con una ilusión inagotable". Quedan casi cuatro años por delante para ello.