El jefe del Estado Mayor del Ejército relevado asegura ser víctima de deslealtades y venganzas
Luis Alejandre, el único de los altos mandos militares ausente en la toma de posesión de los nuevos cargos.- Bono elogia la "dignidad" de la cúpula saliente
El general Luis Alejandre se ha despedido esta mañana como Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), tras algo más de un año y cinco meses en el cargo, con la denuncia de que estos días ha sentido "el temblor incierto de ciertas deslealtades, de las venganzas, de los celos, de las mentiras interesadas y de las manipulaciones informativas". Alejandre ha sido uno de los tres altos mandos militares relevados coincidiendo con la publicación de que hubo errores en la identificación de más de la mitad de los fallecidos en el accidente del Yak 42.
Alejandre ha pronunciado estas palabras un día después de
ser sustituido, durante el acto de relevo con su sucesor, el general de Ejército José Antonio García González, hasta ahora segundo JEME, que ha tenido lugar en el Palacio de Buenavista, sede del cuartel general del Ejército de Tierra. La decisión de reemplazar a la cúpula militar la firmó ayer el Consejo de Ministros, horas después de que la mayoría de familias de las víctimas del siniestro del Yak-42 hubieran pedido su cese fulminante. Durante su discurso, el general Alejandre ha recordado en primer lugar, que hacía año y medio que había recibido la responsabilidad de ser JEME "en otras circunstancias".
"Me entregaré Al Ejército, un instrumento eficaz, serio, responsable, con futuro, por el valor incalculable de su capital humano", le dijo entonces a su predecesor, el general Pardo de Santayana. El general Alejandre ha hecho hincapié en que este "instrumento" le puso "a prueba, a duras pruebas" a las que él supo responder. Así, ha recordado que, durante su mandato, "más de 3.000 soldados servían en seis misiones" y había "siete generales con mando en el exterior". "Y no nos temblaba el pulso cuando preparábamos alternativas de incrementar otras más y no nos tembló cuando recibimos la orden de repliegue", ha indicado en referencia al regreso de las tropas de Irak.
Citas a Séneca y a Kipling
En este punto, el ya ex JEME ha hecho su primera mención expresa al siniestro del Yakovlev 42. Así, ha reconocido que su "año y medio" al frente del Ejército de Tierra había sido "duro". "Duro por los accidentes, por las tensiones políticas, por la brutal reaparición del terrorismo con otras versiones a las que desde hace años se nos venía sometiendo", ha precisado, para añadir que no le tembló "la mano al timón". El general ha parafraseado a Séneca: "No hay viento favorable para quien no sabe adónde va". "Nosotros tenemos claro el norte: el respeto a la Constitución, la lealtad al Rey, el servicio a España. Los vientos no dependen de nosotros".
El oficial, visíblemente emocionado, ha subrayado: "De los salvadoreños aprendí a detectar los terremotos segundos antes de desencadenarse. Era una especie de radar avanzado que sentía bajo mis pies. No voy a negar que he vuelto a sentir estos días el temblor incierto de ciertas deslealtades, de las venganzas, de los celos, de las mentiras interesadas, de las manipulaciones informativas", ha señalado, para concluir: "Nada ni nadie me arrebatará el enorme honor de haberos servido, de haberos mandado". En cambio, el general ha asegurado haber sentido también "el calor y la lealtad de mi gente, las miradas claras, directas y transparentes, el abrazo silencioso, el temple de muchas almas de soldado". Alejandre se ha dirigido al nuevo JEME para darle su "respaldo y apoyo". Alejandre ha declarado que no ha querido "ser propietario" de sus "silencios" más "que esclavo" de sus palabras, al tiempo que ha citado unos versos del If de Kipling.
En una segunda referencia a las familias de las víctimas del Yak-42, que ayer le acusaron de haber faltado a las Reales Ordenanzas, ha señalado que podría "recordar aquí veinte, treinta artículos" de esta norma. Horas antes, el general ha sido el único de los tres jefes de Estado Mayor relevados que no ha acudido al Ministerio de Defensa donde, en presencia del titular del Departamento, José Bono, los nuevos Jefes de Estado Mayor de la Defensa, teniente general Félix Sanz Roldán; del JEME, José Antonio García González; del Aire (JEMA), Francisco José García de la Vega; juraron su cargo. Fuentes de Defensa han considerado su ausencia "significativa" y han estimado que aún no lo había encajado. Durante la toma de posesión, Bono ha elogiado el "modo tan digno" con el que los mandos salientes "entregan el testigo" a la nueva cúpula militar.
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