Estrenan en Buenos Aires un musical sobre la vida de Maradona

La vida de Diego Maradona llegó anoche a los escenarios de Buenos Aires con una tragicomedia musical sobre su vida, en la que 45 bailarines, cantantes y actores recorren algunos hitos en la historia del ídolo de fútbol a ritmo de tangos, murgas y baladas-rock. Sus autores ya evalúan la posibilidad de exportar la comedia a Estados Unidos y Europa debido a la popularidad del personaje, encarnado en la obra por Emilio Bardi. "Es un homenaje a Diego, todo un fenómeno social y cultural", ha explicado Daniel Dátola, productor y creador del musical, que invita a reflexionar sobre el lugar que los argentinos asignan al mito.

La idea de contar la vida de Maradona surgió hace unos seis años, pero cobró forma hace un tiempo "antes de que viniera un extranjero a hacerlo, como sucedió con Evita", según ha explicado Dátola. Uno de los principales desafíos para los autores de El Diez, entre el Cielo y el Infierno fue pensar una obra sobre una historia que aún no tiene un final. "Eso fue lo más difícil. Buscamos construir un hecho artístico que tuviera valor en sí mismo, tomando elementos de la historia de Maradona, pero más allá del personaje. El fútbol está presente pero no es lo más importante", ha indicado Dátola.

"Es la historia de un chico que lo único que quería era jugar a la pelota y comete el grave pecado de ser el mejor. También tiene que ver con el tratamiento que le damos los argentinos a nuestros ídolos", ha agregado. Además de productor teatral, Dátola es periodista y entrevistó a Maradona en decenas de ocasiones, tras lo que entabló una relación de amistad con el jugador.

"Sólo quiero jugar a la pelota"

"Hay una frase que él una vez me dijo: 'Yo no quiero ser un ídolo, ni ejemplo de nadie. Sólo quiero jugar a la pelota'. Como alguien que sólo quiere jugar al fútbol, el hecho de ser el mejor lo llevó a un lugar no deseado", ha comentado el creador de la obra. La estructura de la tragicomedia musical, como la denominan sus autores, divide la vida de Maradona en tres etapas: a los 80 años en el año 2042, a los 30 en la década de 1980 y en su infancia en los 60, momentos que ocasionalmente se funden sobre el escenario.

"El Maradona de 80 años monologa sobre lo mejor y lo peor que le pasó en su vida, el joven está en plena ebullición y el niño evoca los recuerdos más felices y puros de su infancia, cuando los chicos juegan a la pelota, más allá del fútbol", ha explicado Dátola. La obra, que tiene todos los componentes de la comedia musical y escapa a la linealidad cronológica de la acción, también aborda temas dramáticos e invita al público a reflexionar sobre el lugar que ocupa en el imaginario una las personas más populares del mundo.

Muchos argentinos sostienen que Maradona "sólo debería dedicarse a jugar al fútbol" y lo critican por sus polémicas declaraciones a la prensa, que muchas veces lo entrevista sobre temas tan lejanos a su profesión como la política y la economía. En este sentido, Dátola ha manifestado: "Es todo muy onírico, muy simbólico, con mucha poesía. También tiene mucho humor, a pesar de las partes dramáticas. Los poderosos lo fueron usando hasta traicionarlo en más de una oportunidad. Y parece que los ídolos tienen que ser como nosotros queremos que sean y no como son: seres humanos". Al final de la obra, un Diego viejo se enfrenta al público, que le grita 'Dios', a lo que él contesta: "Si yo fuera Dios ustedes no necesitarían un papel con mi firma para sentirse más felices".