Interior reconoce que recibió en 1998 un informe de la Interpol con el historial de King
Scotland Yard confirma que las huellas del presunto asesino coinciden con las del 'estrangulador de Holloway'
El ministro del Interior, Ángel Acebes, ha reconocido a primera hora de la tarde que en el año 1998 se produjeron varias "comunicaciones" entre la policía española y la Interpol, en las que este organismo le informó de "algunos antecedentes" del presunto asesino Anthony King en el Reino Unido, aunque ha matizado que no se trataba ni de órdenes de búsqueda ni de extradiciones. La prensa sensacionalista británica ya publica hoy que la policía de este país alertó a la española de la presencia de King en la Costa del Sol y de su historial. King, de 38 años, se encuentra desde el lunes en la cárcel de Alhaurín de la Torre (Málaga), tras haber haberse reconocido autor de los crímenes de las jóvenes Sonia Carabantes, de 17 años, y Rocío Wanninkhof, de 19 años.
El ministro ha explicado que la policía británica se puso en contacto con la española para conocer el paradero de King, porque el asesino confeso de las jóvenes estaba siendo investigado por un delito sexual en su país. Acebes ha añadido la policía española solicitó a la británica las huellas de King para efectuar la comprobación de su identidad con plenas garantías, al tiempo que se comprobó su presencia en el sur de España, pero no se le detuvo, porque la comunicación no incluía una orden. Aunque este aviso era de intensidad "baja", se calificaba a King de "potencialmente peligroso". Al final, según el ministro, se descartó su implicación en el caso que se investigaba en Reino Unidos ya que King residía por aquel entonces en España.
Así, el ministro ha confirmado la información publicada hoy por el tabloide The Sun, que asegura que la policía española sabía que King era un delincuente sexual convicto que vivía en España bajo una identidad falsa, pero "no le tenía controlado". Este diario explica, sin citar fuentes, que las autoridades británicas informaron a las españolas de los antecedentes penales del presunto asesino y de que representaba "un peligro para las mujeres". El diario añade que la policía española "fue incapaz de seguir el rastro de la bestia, dejándole libre para matar".
La verdadera identidad de King
Según The Sun, tras cumplir condena, Bromwich fue investigado por la Policía de Surrey, a las afueras de Londres, por una agresión a una estudiante en la estación de tren de Leatherhead en agosto de 1997. La imagen de Bromwich antes de atacar a la chica, de nacionalidad húngara, quedó grabada en las cámaras de seguridad y fue difundida en el programa Crimewatch de la BBC, dedicado a la búsqueda de criminales. Pero el británico salió del país con la que era entonces su esposa un día antes de la emisión del espacio.
Aunque la fiscalía no reunió suficientes pruebas como para pedir su extradición, la Policía de Surrey envió, a través de la Interpol, un mensaje a las autoridades españolas, alertándoles de la presencia del sujeto en España. Tras su llegada, siempre según The Sun, algunos amigos informaron a la Policía de su nueva dirección. Por otro lado, la Policía británica ha confirmado esta mañana que Anthony Alexander King es, en realidad, Anthony Bromwich, el estrangulador de Holloway. Según ha informado Alastair Campbell, portavoz de Scotland Yard, las huellas dactilares de King son las mismas que las de este hombre, que aterrorizó a un barrio de Londres.
Campbell ha añadido que la Policía británica ha podido confirmar la identidad del detenido esta misma mañana, al finalizar el examen de las huellas dactilares que ha sido laborioso, ya que en el Reino Unido se destruyen las huellas de los delincuentes menores. La BBC ya informó anoche de que las huellas coincidían con las de Bromwich que, a los 19 años, fue encarcelado tras estrangular con un cable eléctrico a cinco mujeres en Holloway, un barrio del norte de Londres, y tratar de abusar de otras dos.
El detenido elegía a sus víctimas al azar, las estrangulaba hasta dejarlas incoscientes y luego las agredía sexualmente, aunque no las violaba. El criminal, que cambió legalmente su identidad cuando se trasladó a España en los 90, fue condenado por estos delitos en 1986 a diez años de prisión, aunque sólo cumplió cinco. Tras salir de prisión en 1991, fue condenado por un robo a mano armada. Las autoridades británicas continuarán su investigación "al más alto nivel", ha precisado Campbell, para averiguar si Bromwich está relacionado con los asesinatos de 12 jóvenes en Reino Unido que murieron de forma parecida a Sonia y Rocío.
Se aplaza la publicación de la entrevista a King
La redacción de la web Periodista Digital ha decidido posponer "por el momento" la publicación de la conversación de dos horas que mantuvo la cárcel el director de este medio, David Rojo, con King, en calidad de abogado. Según asegura hoy este periódico digital, la decisión se ha adoptado por la "enconada polémica desatada" y por las "numerosas peticiones" por parte de sus lectores.
Rojo se presentó en la cárcel el lunes con el carné del Colegio de Abogados de Madrid y un volante del Colegio de Abogados de Málaga en el que el decano, Nielson Sánchez-Stewart, solicitaba que se le facilitase "comunicación letrada", según el director de la prisión, Jorge Castejón. En este escrito, se acreditaba que el letrado había sido llamado por el interno para su defensa y, dado que no existía incomunicación por orden judicial, se le permitió el acceso. Sin embargo, Rojo se ha defendido esta mañana en RNE y, aunque ha admitido que entró a la cárcel como abogado, ha asegurado que lo primero que le dijo a King fue que era reportero y director de un medio y que había ido allí para hacerle una entrevista "diga lo que diga King".
La actuación de Rojo ha llevado a los colegios de abogados de Madrid y de Málaga a la apertura de diligencias ante la posibilidad de que se haya vulnerado el secreto profesional, que está castigado con una pena de hasta cuatro años de cárcel. El colegio de Málaga ha designado ya a un nuevo letrado de oficio para King, después de que la asignada Anabel Méndez, renunciara a llevar su caso.
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