Los nuevos ministros toman posesión de sus cargos

Los nuevos ministros del Gobierno Aznar y aquellos que cambian de cartera han tomado posesión de sus cargos esta mañana ante el Rey en el Salón de Audiencias del Palacio de La Zarzuela, en Madrid. Después estaba previsto que se produjera el relevo de carteras en el Palacio de La Moncloa y, a las 13.00 horas, Don Juan Carlos ha recibido en Audiencia al candidato del PP a la presidencia del Gobierno y nuevo secretario general del partido, Mariano Rajoy.

Rodrigo Rato ha jurado el cargo de vicepresidente primero del Gobierno y mantendrá la cartera de Economía, Javier Arenas lo ha hecho como vicepresidente segundo y ministro de la Presidencia, Eduardo Zaplana como Portavoz del Ejecutivo, aunque seguirá al frente de Trabajo, Julia García Valdecasas como responsable de Administraciones Públicas y Juan Costa de Ciencia y Tecnología. Todos han elegido la fórmula del y han pronunciado las preceptivas palabras por las que se comprometen a desempeñar sus cargos con "lealtad al Rey, guardar y hacer guardar la Constitución, y mantener el secreto de las deliberaciones del Consejo de Ministros".

Los partidos de oposición han criticado los cambios realizados por José María Aznar en el Gabinete y afirman que el presidente sólo busca compensar a los perdedores en la carrera sucesoria. El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, "es un cambio de Gobierno para resolver los problemas de las familias del PP, no para resolver los problemas de los españoles". Para Gaspar Llamazares, de IU, "el presidente Aznar reparte carteras ministeriales entre los que se quedaron al margen y están en estos momentos con dolor por no haber sido los sucesores".

"Rancia y centralista"

Este último cambio ha sido muy criticado por la oposición. Caldera ha considerado que que García-Valdecasas tiene una visión "bastante policial de las cosas" y "rancia, centralista e intolerante" de la pluralidad de España, informa Elisa Silió. Iñaki Anasagasti, del PNV, ha comentado que no espera "absolutamente nada" de la ministra, porque "proviene de una familia franquista donde lo autonómico se desechó". La senadora de EA Inmaculada Boneta la considera "el exponente más claro del absoluto centralismo y la cerrazón".

Para CiU, García-Valdecasas tiene poco peso político en el PP catalán. "Se intenta tener contentos a todos los que podían estar descontentos, y al señor [Josep] Piqué, que podía quedar de una manera desairada no existiendo ningún ministro catalán dentro del Gobierno, le sustituye la señora Julia García-Valdecasas, a la que a veces el PP en Cataluña no valora suficientemente", ha afirmado Xavier Trias, portavoz de ese partido en el Congreso

Felip Puig, portavoz de la Generalitat catalana, ha considerado que la ex delegada está "muy vinculada a la línea más centralista del PP", por lo que no confía en que cambie la política autonómica del Gobierno.

"Mala noticia para Cataluña

Las más acervas críticas llegaron desde Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV), que consideran el nombramiento de García-Valdecasas una "mala noticia, ofensiva para Cataluña". El presidente de ICV, Joan Saura, recordó las ingentes peticiones de dimisión que recibió por las actuaciones policiales en Cataluña bajo su mando y afirmó que lo único positivo es que se va de la comunidad.

"Se echaba en falta la presencia en el Gobierno de algún hijo o nieto del régimen" franquista, ironizó el diputado de ERC Joan Puigcercós. El portavoz del PSC, Miquel Iceta, ha asegurado que esta elección revela "la pérdida de influencia de los sectores del PP catalán que abogaban por un catalanismo moderado".