Una sala de exposiciones abierta a la comunidad en el IES Bezmiliana
La Sala Axarquía simboliza la apuesta de un centro educativo por la divulgación del arte, la formación en lenguajes artísticos, la educación de la sensibilidad, de la mirada y la escucha y fomentar la conciencia ciudadana para construir sociedades más integradas, con identidad y esperanza
Son las doce horas de la mañana del primer lunes de diciembre de 2024, Carmen Sánchez, licenciada en Bellas Artes y profesora de Dibujo del Instituto Bezmiliana, conversa con un grupo de estudiantes de segundo de bachillerato tecnológico. Recorren juntos la sala de arte del instituto, la ‘Sala Axarquía’. Celebran los 25 años de vida cultural con una exposición de obras donadas por los artistas de referencia que han participado en cada una de sus 75 muestras.
— Carmen Sánchez: “Me parece que se ha hecho un trabajo muy valioso por parte de los artistas; además de la generosidad que han mostrado al venir y participar con nosotros, han donado una sus obras al instituto; pero contadme ¿Qué obra os ha parecido más interesante? y ¿Por qué os gusta?”
— Alumno: “Me pareció muy interesante la obra sin título de Miguel Lucena. Me inspira tranquilidad. Me gusta cómo juega con las sombras y las luces. No fotografía un sitio que sea sublime, ni majestuoso, puede ser cualquier parque de Málaga, cualquier parque de cualquier sitio. Es de admirar como consigue transformar cualquier sitio común en una obra de arte.
— Alumna 1: “A mí me ha gustado ‘Arranca, que suene la banda que vienen los malines azules’, de Antonio Gallero. Está hecha en acrílico sobre goma de espuma encolada y me gusta porque es muy colorida y tiene relieve. También, como el portal que hay atrás representa la entrada a un nuevo mundo, a una nueva etapa de tu vida y eso me gusta.”
— Alumna 2: A mí, una de la exposición fotográfica del año pasado. La que recoge el posado de Verónica Ruiz. Quiere dar a entender que es una artista y que es mujer.
— Carmen Sánchez: ¿Y ese brazo en alto? ¿Qué puede significar ese brazo en alto? ¿Hay que luchar por ser mujer y por ser artista? ¿O no? (…)
Continúan dialogando y aprendiendo a mirar, a observar y analizar, a expresar ideas propias y ajenas; también sensaciones y emociones. Tienen la oportunidad de reinterpretar una realidad, que ha sido observada desde diferentes perspectivas y expresada con diversos lenguajes artísticos. Surgen preguntas que les inquietan, que unen mucho más que las respuestas ‘tranquilizadoras’ que suelen recibir.
Educar la mirada
Cuando nuestra profesora llega al IES Bezmiliana, en el Rincón de la Victoria, ya llevaba 10 años itinerando por diversos centros de Andalucía, siendo la ‘profe de Plástica’ y prácticamente sin material específico para trabajar las artes. En este nuevo destino su tarea docente alcanza cada vez mayor sentido. Forma parte del equipo docente de un instituto con una sala de exposiciones abierta a la comunidad.
Creadores, estudiantes y ciudadanos voluntarios entran en contacto, de manera natural, con el significado más profundo de la enseñanza de las artes: el conocimiento y la emoción que provoca y genera la creación artística; un excelente vector de desarrollo humano. El arte les sacude para que, detrás de las poses obligadas de la vida social, encuentren respuestas realmente diferentes.
La Sala Axarquía simboliza la apuesta de un centro educativo por la divulgación del arte, la formación en lenguajes artísticos, la educación de la sensibilidad, de la mirada y la escucha y la concienciación y activismo ciudadano por construir sociedades más integradas, con identidad y radicalmente esperanzadas.
Ana Belén Caro, madre de una antigua estudiante: “Imagínate que Velázquez nos hubiera explicado por qué pintó Las Meninas o el porqué de otros de sus cuadros y te dice: Pues mira, yo puse aquí esto porque significaba tal cosa, porque aquí me dijeron esto, porque esta luz me parecía, porque en aquella época...” Considera un lujo que el artista te pueda explicar su obra, como se muestra en el siguiente vídeo.
Significa disponer de un escenario de aprendizaje para estudiantes de Educación Secundaria, Bachillerato, Formación Profesional y de Personas Adultas. Cada trimestre, trabajan y comparten proyectos y experiencias artísticas con un creador diferente, portador de visiones alternativas sobre las que se dialoga en las aulas, en la visita a los espacios de producción artística y en los talleres organizados. Es una poderosa oportunidad para que artista y docente construyan juntos un proyecto que permita a los estudiantes experimentar el encuentro con el arte.
La colaboración de los creadores es imprescindible y su actitud generosa los lleva a diseñar el cartel de la exposición y elaborar un pequeño catalogo con un texto sobre su trabajo.
En el pasillo de entrada al instituto tenemos expuestos los carteles desde el año 2012, ofreciendo una exhibición muy interesante de diseño gráfico. También sirve de muestra para los artistas que vienen por primera vez y ven con quien hemos trabajo”, comenta Carmen Sánchez quien, como actual coordinadora de la Sala Axarquía, sigue fomentado su propósito artístico y formativo en colaboración con los sucesivos equipos directivos, el profesorado, estudiantes, artistas, familias y ciudadanos voluntarios.
María Luisa Cerezo, presidenta del AMPA, se muestra orgullosa de que el instituto disponga “de este espacio de arte, en un centro de estudios, y ponerlo al servicio de los estudiantes, del profesorado y del público en general. (…) Sin olvidarnos de que es un lugar de referencia para los alumnos que estudian el Bachillerato de Artes Plásticas en nuestro centro.”
Celebran sus 25 años ininterrumpidos de actividad con una exposición colectiva que recoge un total de 50 piezas de pintura, escultura, cerámica, fotografía y de otras técnicas artísticas de la heterogénea colección del instituto. A la inauguración asisten alrededor de 200 personas, artistas, estudiantes, familias, profesores, antiguos estudiantes, y responsables de Cultura y Educación. Según la concejala de Cultura del Ayuntamiento del Rincón de la Victoria, Mari Paz Couto: “Es muy gratificante contar en el municipio, en este instituto, con un espacio expositivo para poder albergar exposiciones temporales, tanto individuales como colectivas, que permitan crear al final una comunidad en torno a la cultura.”
La colaboración del Ayuntamiento y de la Diputación de Málaga ha permitido la elaboración de un catálogo conmemorativo que ofrece una panorámica de su valor formativo. El siguiente vídeo recoge un breve acercamiento
“Si alguien se acerca y ojea la publicación que este Instituto ha realizado en el 25 aniversario de la Sala, ‘La Colección’, y ve la síntesis de lo que ha pasado por la sala, comprenderá, en un instante, la imprescindible necesidad de que todos nuestros institutos cuenten con los espacios, medios y capacidades para mostrar el arte, en este nivel, a alumnos y público en general,” manifiesta Juan Jesús Martín, asiduo asistente a las exposiciones de la Sala y abuelo de dos estudiantes del instituto.
Encuentro con el arte
En cada nueva muestra se articula un encuentro con el arte a través de un abanico de temáticas y soportes expresivos, con visiones contemporáneas, que ya se recogían en 6 el catálogo de la exposición de los 15 años de funcionamiento: “obras que acercan el arte no convencional a los alumnos, formas de expresión no exclusivamente realistas, sin descartarlas, (…) con el fin de poner en conocimiento diversas tendencias artísticas”.
En las visitas se trabaja con los estudiantes la lectura connotativa y denotativa de la muestra y de alguna obra, en particular. La visita de cada grupo, durante una hora, se acompaña de la explicación dialogada de un docente y, en ocasiones, del propio creador.
Comienzan dejando a los estudiantes que saboreen la sala, que disfruten de la exposición y la comenten entre ellos. Después ponen en común ideas, preguntas, observaciones, etc. Procuran que sean ellos los que tengan la palabra y se les anima a expresarse con libertad. El profesor interpela al grupo y procura que sus intervenciones hagan avanzar el dialogo e ir más allá de unas primeras impresiones. La pregunta inicial que suelen hacerles es: ¿Cómo contarías en casa esta exposición?
En este lugar, por donde pasan todos los estudiantes, se quiere lograr que el encuentro con el arte y la cultura sea efectivo, que deje huella en el estudiante. “Encuentro especialmente enriquecedor poder compartir esta experiencia con mis compañeros. Ver las obras juntos, discutir sobre ellas, aprender los unos de los otros y escuchar las explicaciones de los artistas nos ayuda a todos a crecer como grupo. El arte, en ese sentido, se convierte en un lenguaje común que nos une”, según Alicia Sánchez, alumna de tercero de la ESO.
La Sala Axarquía se transforma en un escenario, no solo de educación de la mirada, sino de ampliación y complemento de la labor formativa de materias como Dibujo, Educación Plástica, Visual y Audiovisual, Expresión Artística, Educación Plástica, Dibujo Técnico y todas las asociadas a la Modalidad de Bachillerato de Artes plásticas, imagen y diseño. Una labor incrementada con la visita del artista al aula, la organización del respectivo taller (collage, tinta china, esculturas en papel y cartón, texturas e impresión, grabado, etc.) y la presentación de la obra en la sala.
Después de la visita se les pide, en clase de Dibujo, que expresen plásticamente su interpretación. Si la técnica utilizada en la muestra es la fotografía trabajan más los aprendizajes audiovisuales, si es pintura trabajan sobre la corriente artística que la inspira, si es escultura construyen objetos con materiales reciclados. Al tener un referente concreto los estudiantes entienden la pertinencia del uso de determinadas técnicas y formatos de contar historias desde el proceso artístico.
En el caso de haber estado acompañados por la profesora de Francés, hacen una descripción de lo visto y sentido oralmente y por escrito. En Filosofía argumentan el sentido de alguna de las creaciones, siguiendo el discurso de las corrientes de pensamiento estudiadas.
Conectar algún rasgo encontrado en la muestra con el currículo de materias como Química o Matemáticas, añade la lógica del conocimiento más formal y la sensibilidad por lo interdisciplinar; una mayor profundidad en la mirada. El aprendizaje a través 8 de las artes se vale de métodos y técnicas artísticas con las que poder comprender e indagar otros conceptos académicos.
“Nuestra Sala no tiene puertas, solo un cordón la separa del paso constante de personas y estudiantes, siempre se ha valorado la funcionalidad de este especio y se ha respetado su propósito”, comenta Carmen Sánchez.
Los 1500 estudiantes del IES Bezmiliana tienen la posibilidad de participar en la organización y visita del orden de 18 a 20 exposiciones a largo de sus años de escolaridad en el instituto. Significa conectar con algo poco habitual, como conocer y entender propuestas de arte diferentes, relacionarse con los creadores y trabajar con ellos. Abrir las puertas a la creación, ampliar su vocación formativa en un centro abierto a la realidad social y cultural de su entorno, que pretende compensar desigualdades culturales. Una tarea con cierta tradición en la Axarquía, gracias también a la labor sostenida de centros públicos como el instituto Ben al Jatib de La Cala del Moral o el Colegio Nuestra Señora de la Candelaria en Benagalbón.
En la última exposición del curso pasado, “El artista en su laboratorio”, uno de los creadores, Paco Negre, que no conocía la sala, confesaba sentirse sorprendido por la cantidad de personas que asistían a la inauguración y especialmente por el número de estudiantes que un viernes por la tarde habían vuelto al instituto. Carmen Sánchez insiste en que “es esta acogida la que compensa cualquier esfuerzo”.
“La Sala Axarquía ha cumplido un cuarto de siglo dedicada a fomentar la cultura, el conocimiento y la creatividad en nuestra comunidad educativa (…) nos comprometemos a seguir trabajando para que siga siendo un referente cultural en nuestro instituto y en nuestro municipio”, manifiesta Manuel Espinosa, director del instituto.
David Domínguez, estudiante de primer curso en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Málaga y ‘reciente’ exalumno del IES Bezmiliana: “La Sala Axarquía acerca a todo el instituto a cada artista, de manera que pueda compartir sus reflexiones, sus vivencias y su mirada sobre la realidad. Hace que aumente nuestra empatía hacia el arte y los artistas. Y no solo lo hace mostrándonos sus obras, parte de sus almas; sino que presentan a los propios artistas, dejándoles contarlo personalmente. (…) pisan la misma tierra que nosotros, aunque la vean con otros ojos.”
La Sala Axarquía es el sustento de un proyecto colectivo de estudiantes, docentes, artistas y comunidad educativa, con fuerte arraigado en el centro, al que denominan Arte en la Escuela, que se fortaleza con su colaboración con otras organizaciones e iniciativas colectivas. Entre otras, en las Bienales de Arte y Escuela de la localidad de Torre del Mar, en el festival de mujeres en las artes visuales (MAV), con la Asociación de los amigos de Robert Harvey de Macharaviaya, en la celebración de su X aniversario de la Escuela de Arquitectura de Málaga. En estos momentos participa con el Institut Provençana, de L’Hospitalet de Llobregat, en la recreación virtual de los espacios expositivos de la Sala Axarquía, dentro del proyecto Virtual Art Spaces.
Arte en la escuela
Como declara el pedagogo Philippe Meirieu en ‘La educación artística y cultural: una pedagogía del desequilibrio’, la demanda de arte y cultura debe ser construida. No está distribuida equitativamente. La escuela debe hacer emerger esta sensibilidad, sin ella el aumento de la oferta artística y cultural, por muy importante que sea, siempre beneficiará más a aquellos que, en su entorno social, hayan tenido la oportunidad previa de disfrutarla.
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