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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Defendiendo las universidades públicas, la inversión más valiosa para el futuro

La Junta de Andalucía planea pasar de tener una a seis universidades privadas, siguiendo los pasos de Madrid, que tiene 13

El consejero de Universidad e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez, en el foro Transfiere de Málaga este febrero.
El consejero de Universidad e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez, en el foro Transfiere de Málaga este febrero.Álex Zea (Europa Press)

En un mundo cada vez más competitivo, la educación es la clave para el éxito. Vivimos situaciones, cada día más, donde lo público se deteriora: la sanidad, la enseñanza… Y, mientras tanto, vemos cómo se reducen los impuestos a las clases más privilegiadas. Una peligrosa espiral que supone menos ingresos para abordar las necesidades básicas de todos. La privatización de la enseñanza superior supone un paso más en un proceso de destrucción del Estado del bienestar, de demolición controlada de ese edificio público que tantas décadas ha costado construir, de desmembramiento de ese deseo antiguo de la igualdad de oportunidades. Hablar de igualdad es hablar de derechos humanos.

Las universidades públicas en Andalucía han demostrado su eficiencia y su importancia en el desarrollo socio-económico de cada una de sus provincias. Desafortunadamente, en nuestra comunidad autónoma, la Junta de Andalucía planea pasar de tener una a seis universidades privadas, siguiendo los pasos de Madrid, que tiene seis universidades públicas y 13 privadas, además de 25 centros adscritos.

En el último ranking de Shanghái, en España había 39 universidades públicas y solo una privada

En este último Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía se ha dado vía libre a dos universidades privadas más y al estudio de otras tres. Además de su implicación social, esto va en detrimento del número de estudiantes que pueden captar las universidades públicas, lo que pone en riesgo la calidad y la accesibilidad de la educación superior para todos. Es importante que los líderes de nuestra región comprendan la importancia de las universidades públicas y continúen invirtiendo en ellas, para que puedan seguir cumpliendo su misión de educar, investigar y servir a la comunidad.

En primer lugar, las universidades públicas son más accesibles para los estudiantes de bajos ingresos. En muchos casos, el costo de la matrícula en una universidad privada puede ser prohibitivo para las personas con recursos financieros limitados. Por otra parte, las universidades públicas tienen un compromiso con la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y avances científicos. Esto no es algo que las universidades privadas puedan igualar fácilmente, ya que sus objetivos suelen estar más enfocados en obtener beneficios, como es lícito en una empresa privada. En el último ranking de Shanghái, en España había 39 universidades públicas y solo una privada.

Por otro lado, las universidades públicas ofrecen una experiencia educativa más diversa y multicultural. Al ser instituciones financiadas con fondos públicos, hay estudiantes de diferentes orígenes y estratos sociales, lo que crea una atmósfera enriquecedora y estimulante para los estudiantes. Finalmente, suelen ofrecer una amplia variedad de disciplinas y carreras. Las universidades privadas, en general, suelen enfocarse en áreas específicas de bajo coste.

Aspiramos a una universidad excelente, no selecta, que seleccione a sus alumnos por el nivel de ingresos

Es importante destacar que las universidades públicas tienen un impacto positivo en la economía y en la sociedad y son importantes para el avance científico y tecnológico. Muchas de las innovaciones y avances más importantes de nuestro país han sido el resultado de la investigación realizada en universidades y centros de investigación públicos. La financiación estatal de estas instituciones también permite que los investigadores y científicos puedan enfocarse en proyectos de largo plazo que pueden no ser rentables en el corto plazo, pero que pueden tener un gran impacto en el futuro.

Las universidades públicas son una inversión valiosa para el futuro de nuestra sociedad, el ascensor social más útil y la mejor respuesta de un mundo mejor para aquellos con talento que el destino ubicó en familias con menos recursos. Aspiramos a una universidad excelente, no selecta, que seleccione a sus alumnos por el nivel de ingresos de sus familias. A la universidad pública no puede accederse por derecho censitario sino por la garantía de un derecho universal. Privatizar la universidad nos llevará a perder lo andado en el camino de una sociedad más justa, en un país más social y equitativo. Defendamos la Universidad pública.

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