La nueva fiebre de la generación Z: invertir en dividendos para dejar de trabajar
Los jóvenes de EE UU se vuelcan en fondos cotizados que ofrecen altos rendimientos generados por complejos derivados

Décadas de estudios. Toda una vida de trabajo. Un par de años para disfrutar, con suerte. Y luego, se acabó. Ese es el trato que se les ha vendido a generaciones de estadounidenses durante más de un siglo: trabajen duro e inviertan con cautela y tal vez, sólo tal vez, tendrán unos cuantos buenos años para respirar. Para un grupo cada vez mayor de jóvenes inversores minoristas, es una estafa.
En julio unas dos docenas de ellos se reunieron en Manhattan para predicar un camino alternativo: uno pavimentado no con nóminas, sino con pagos. Su mantra: invertir dinero en una serie de estrategias innovadoras para obtener dividendos y usar el flujo constante de efectivo que generan para escapar del horario de oficina. Sin importar el daño a largo plazo que esto pueda causar en sus carteras.
Uno de ellos fue Eli Breece, un exanalista inmobiliario de 26 años que ha invertido sus ahorros en una cartera centrada en dividendos, de la que retiró 40.000 dólares para realizar el pago inicial de su casa en Tennessee. Ha dejado de lado su plan de jubilación y propone su estrategia a sus 217.000 seguidores de su canal de YouTube “Dividendology”. Según Breece, se trata de alcanzar la libertad. “Mi abuelo trabajó en una fábrica toda su vida”, dice. “No quiero guardar ese capital hasta los 65”.
Es un giro extraño: los dividendos, antes el sector más aburrido de la inversión, se han convertido en la nueva tendencia entre la Generación Z, hastiada, y empeñada en renunciar al trabajo y jubilarse anticipadamente. Pero la nueva estrategia no se limita a pagadores fiables como Coca-Cola y Exxon Mobil. Los inversores que buscan dividendos se están volcando en fondos cotizados (ETF) que ofrecen rendimientos desorbitados generados por derivados complejos.
La amplia categoría de ETF generadores de ingresos captó uno de cada seis dólares destinados a ETF de renta variable en 2025, lo que elevó el tamaño total del sector a 750.000 millones de dólares. Los más agresivos —con rendimientos superiores al 8%— han cuadruplicado su tamaño en tan solo tres años, alcanzando unos 160.000 millones de dólares. Este auge ha dado lugar a una red de canales de YouTube y servidores de Discord, así como al foro r/dividends en Reddit, que se ha multiplicado por más de diez en los últimos cinco años, alcanzando 780.000 miembros.
Esta filosofía es uno de los muchos movimientos de inversión casi religiosos que han surgido entre los jóvenes con inseguridad financiera, preocupados por la inflación, la inaccesibilidad de la vivienda y la perspectiva de una disrupción económica impulsada por la IA. Los finfluencers de dividendos se consideran los primos sobrios del grupo YOLO (solo se vive una vez), más cercanos en espíritu al movimiento FIRE, con su enfoque en la independencia financiera y la jubilación anticipada. A diferencia de las acciones meme o las criptomonedas de alto riesgo, esta estrategia —que podría llamarse Dividendos y Relajación— predica el control y la constancia, una ganancia mensual de riquezas fugaces. No es YOLO, solo rentabilidad.
La actual ola de interés es tan reciente —y muchos de sus seguidores son tan jóvenes— que ha sido fácil ignorar cómo los fondos más populares a menudo se han quedado rezagados respecto a los índices bursátiles y amenazan con reducir la rentabilidad a largo plazo. Samuel Hartzmark, profesor de finanzas en el Boston College, ha investigado el tema durante más de una década y ha descubierto que los inversores tienden a caer en la “falacia de los dividendos gratuitos”, considerándolos de forma independiente de las ganancias de capital. En 2015 escribió en un artículo que los inversores propensos a ellos prefieren los fondos que reportan dividendos incrementados, incluso si no mejoran la rentabilidad general. “Mucha gente piensa que el dividendo es independiente del flujo de caja”. “No se dan cuenta de que se paga a expensas del nivel de precios y no genera mayor riqueza”.
Valor a la baja
El imán de los pagos regulares ha atraído desde hace tiempo a los inversores hacia acciones y fondos que ofrecen ingresos trimestrales y anuales. Christine Benz, de Morningstar, lo denomina “la atracción psicológica del ‘pájaro en mano”. Uno de los mayores ETF centrados en dividendos, Schwab US Dividend Equity ETF, se lanzó en 2011 y hoy tiene más de 70.000 millones en activos con una rentabilidad cercana al 4%. Una nueva generación de fondos, de rápido crecimiento, ofrece pagos mucho mayores, a veces superiores al 100%, mediante una compleja serie de apuestas a menudo en opciones.
Los cambios realizados desde 2019 por la Comisión de Bolsa y Valores (que agilizaron las aprobaciones de ETF y las normas sobre derivados) allanaron el camino para la ola de fondos y nuevos gestores de activos que ofrecen rendimientos masivos.
El evento de Manhattan al que Breece asistió, en el Nasdaq, fue patrocinado por YieldMax , responsable de muchos de los productos de mayor crecimiento del sector. Los más de 50 ETF que la compañía ha creado desde 2022 han registrado entradas de aproximadamente 5.000 millones de dólares tan solo desde que los finfluencers anunciaron el cierre de la Bolsa el 11 de julio.
Las matemáticas que utilizan estos productos (pagos hoy, erosión mañana) han generado fuertes críticas entre los profesionales de Wall Street, que advierten que los inversores podrían confundir los dividendos actuales con la riqueza a largo plazo, ignorando cómo los altos rendimientos a menudo se producen a expensas de la rentabilidad de los precios y del crecimiento general de la cartera. Benn Eifert, socio director del fondo de cobertura QVR Advisors, ha criticado abiertamente a algunos de los emisores que impulsan esta nueva tendencia: “Están engañando a la gente haciéndoles creer que de alguna manera están obteniendo ingresos”. “Lo único que están haciendo es devolverme mi dinero, así que el valor del ETF está disminuyendo a medida que me pagan eso”, añadió.
Sin embargo, en YieldMax dicen que son sinceros acerca de que los productos están diseñados para generar rendimientos atractivos para sus tenedores. “Si solo quiere invertir en la acción subyacente, invierta en la acción subyacente. No buscamos superar el valor subyacente, sino convertir la volatilidad de la acción en ingresos”, afirma Michael Venuto, cofundador de Tidal, empresa que colabora en el lanzamiento de los ETF de YieldMax. “Quienes solo buscan obtener ganancias no deberían comprar productos de YieldMax”.
Los fondos centrados en dividendos suelen tener un rendimiento inferior a las inversiones directas. Aun así, para inversores como César Arteaga, el atractivo principal de estos productos es evidente. Ingeniero mecánico de 27 años, Arteaga ya había pasado por varias inversiones de moda que arrasaron en el mundo minorista. Se dedicó al trading de opciones y perdió 15.000 dólares antes de recuperarlos comprando y vendiendo memecoins. “Siempre he tenido lo que llaman el ‘síndrome del objeto brillante”, reconoce.
Recientemente, tras mudarse a Montana con su esposa, centró su atención en los ETF de alto rendimiento. Le ha costado encontrar trabajo, así que su interés se despertó al ver publicaciones en redes sociales sobre los enormes dividendos que ofrecen estos productos. Empezó hace cinco meses con una inversión de 5.000 dólares y la incrementó rápidamente, colocando la mayor parte de sus ahorros en varios ETF de YieldMax. “Se ha convertido en una especie de adicción”, dice. “Ahora ves que los fondos de dividendos, los de alto rendimiento, ofrecen cifras desorbitadas, más del 50%. Eso me atrajo mucho para generar ingresos adicionales mientras no tenía trabajo”.
Hasta ahora, Arteaga ha invertido parte de las ganancias de la venta de su casa y dos autos, y unos 30.000 dólares en préstamos de margen, lo que eleva su cartera a 160.000 dólares. Espera que este fondo le genere 9.000 dólares de ingresos mensuales, aunque esta cifra no incluye los pagos de sus préstamos ni los impuestos que probablemente tendrá que pagar.
Si bien YieldMax ha sido el imán más visible para inversores como Arteaga, varias empresas de ETF se han sumado a la tendencia. En los últimos dos años se han introducido productos de renta variable de empresas como NEOS Investments, ProShares y Defiance ETF, entre otras, a menudo con comisiones elevadas.
Opciones de compra
Uno de los mayores ETF de renta variable basados en derivados es el fondo Equity Premium Income de JPMorgan (JEPI), lanzado en 2020 y que creció rápidamente hasta alcanzar 41.000 millones con un enfoque relativamente cauteloso. El fondo ofrece exposición al S&P 500, pero genera el 80% de su rendimiento mediante opciones de compra. Atrajo mucho dinero de los inversores tras ofrecer cierta protección ante la caída cercana al 20% del mercado en 2022 (el fondo solo bajó un 3,5%). Sin embargo, desde su creación, ha tenido un rendimiento inferior en unos 58 puntos al del índice de referencia. Esto incluso para un inversor que reinvirtió todos los dividendos.
Hamilton Reiner, que dirige JEPI, asegura que el objetivo del fondo es ofrecer ingresos y minimizar la volatilidad, no maximizar los retornos. “Uno de los aspectos que se subestiman en las estrategias de opciones de compra cubiertas es que, sí, se obtienen ingresos, pero las opciones también han ayudado a moderar y reducir la volatilidad de algunas estrategias”, señaló Reiner. “La nuestra es una de ellas”.
Muchos expertos han expresado su preocupación por las estrategias de opciones de compra cubiertas, que pueden limitar las rentabilidades al alza y añadir complicaciones fiscales. Wes Gray, director ejecutivo de la gestora de activos Alpha Architect, que se considera escéptico respecto a los dividendos, afirma que “los productos de rendimiento atraen a los inversores porque los hacen sentir seguros, pero suelen ser mitos costosos e ineficientes desde el punto de vista fiscal disfrazados de fórmula secreta”.
Las acciones con dividendos siempre han conllevado obligaciones fiscales adicionales, pues cada pago trimestral o anual se considera un hecho imponible. Sin embargo, la mayoría de los nuevos productos de alto rendimiento pueden conllevar una carga fiscal aún mayor, ya que los pagos basados en derivados no reciben el mismo trato preferencial que los dividendos cualificados; tributan a las tasas de la renta ordinaria. “El sector está creciendo y siempre les decimos a los inversores que investiguen”, afirma Troy Cates, cofundador de NEOS. “Es fundamental comprender no solo lo que se compra, sino las implicaciones fiscales”.
Estos matices se perciben en distintos grados en el hervidero de comunidades de redes sociales dedicadas a la inversión de alto rendimiento. Uno de los fundadores de este mundo digital, Mark VanWagenen, de 43 años, creó un grupo de Facebook en 2018 llamado “Jubilación con Dividendos”, que cuenta con casi 30.000 miembros. Rápidamente lanzó un canal de YouTube donde comparte su estrategia de inversión. Pero su creación más popular es una comunidad en Subreddit que fundó hace tres años, dedicado a YieldMax, que ahora tiene 70.000 miembros. Wagenen afirma que retiró el dinero de la cuenta de jubilación de su esposa e invirtió en varios ETF de YieldMax y otros productos de alto rendimiento. Sigue trabajando, pero usa los ingresos de sus inversiones para pagar la hipoteca, las facturas de gasolina e internet, y la cuota mensual de su minivan Plymouth.
En un vídeo reciente, se centró en el ETF YieldMax Ultra Option Income Strategy, de 3.000 millones, que distribuye dividendos semanales. Wagenen enfatizó los importantes ingresos que podría generar, aun cuando reconoció el lastre que esto supone para el rendimiento a largo plazo. “Es decepcionante ver una depreciación del 47%”, dijo, mientras mostraba un gráfico de cómo podría rendir la inversión durante 20 años. “Pero aun así, se puede ver lo buenos que son los ingresos. Hacen lo que pueden. Generan ingresos sólidos”.
Thomas Bell, invitado al evento Nasdaq por YieldMax, dejó su trabajo en un banco de Wall Street en 2022. Aceptó un puesto en una empresa más flexible que le permite teletrabajar y expandir su canal de YouTube “¡Vive de dividendos y opciones AHORA!”. En torno al 60% de su patrimonio neto está en estrategias centradas en la generación de ingresos, incluyendo inversiones en opciones colocadas en ETF apalancados. El año pasado generó 65.000 dólares en dividendos con sus carteras, asegura.
Breece, creador de la “Dividendología”, ha invertido la mayor parte de su dinero en los sectores menos arriesgados del mercado de dividendos, con el 40% de su cartera en el gran ETF de dividendos de Schwab. Su enfoque más conservador le ha generado unos 500 dólares en pagos mensuales. Para Breece, el rendimiento no es solo un ingreso, es una forma de empoderamiento. Una forma de recuperar tiempo, ejercer control y sentir la libertad un poco más cerca. “El objetivo era tener la posibilidad de hacer que el trabajo sea opcional”, dice.
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