El drama de la sucesión en la familia más rica de Singapur
El negocio del clan multimillonario Kwek, valorado en 17.000 millones de dólares, fue considerado una historia de éxito de tres generaciones hasta que un conflicto entre padre e hijo destapó las tensiones internas

Durante años, la familia más rica de Singapur pareció un modelo de planificación eficaz de la sucesión. Pero una reciente disputa entre padre e hijo ha destrozado esa imagen y ha convertido al clan Kwek, cuya fortuna está valorada en 17.000 millones de dólares, en una clara advertencia para los inversores de empresas controladas por familias.
Las familias ricas de todo el mundo se preparan para transmitir su herencia a sus herederos. En Asia, muchos magnates veteranos se debaten entre ceder las riendas de sus dinastías empresariales a sus descendientes o contratar profesionales externos. La saga Kwek muestra cómo incluso las transiciones de liderazgo mejor planificadas pueden verse trastocadas por la desconfianza y las acusaciones de malas decisiones.
Antes de este año, había pocas señales de conflicto al mando de City Developments Limited (CDL), un gigante inmobiliario con sede en Singapur que posee oficinas, centros comerciales y hoteles de lujo en todo el mundo. Su presidente, Kwek Leng Beng, durante décadas impulsó la promotora antes de que su hijo mayor, Sherman Kwek, asumiera el cargo de director ejecutivo en 2018. Los dos presentaron un frente unido en numerosos eventos públicos. El plan de sucesión de la familia se concretó en 2023, pero había tensiones y fricciones latentes, incluso en torno a una confidente cercana del presidente, y padre e hijo tenían diferentes puntos de vista sobre la estrategia empresarial.
Su reciente conflicto aumenta la preocupación de los inversores sobre la promotora cotizada, que no ha alcanzado los objetivos comerciales ni las previsiones de beneficios de los analistas, y cuyas acciones se han desplomado más que las de sus competidores. El regulador bursátil de Singapur ha cuestionado a CDL sobre su transparencia y gobierno corporativo tras la disputa, según Bloomberg News.
En enero, un día después del 84° cumpleaños de Leng Beng, el multimillonario recibió un correo electrónico que provocó una ruptura de la confianza entre él y Sherman. El consejo de administración de CDL notificaba el nombramiento de dos nuevos miembros, lo que sorprendió al octogenario. Tras la notificación, la mayoría de la junta apoyó las incorporaciones —pese a las objeciones de Leng Beng— y destituyó al presidente ejecutivo.
Los cambios se produjeron a pesar del acuerdo alcanzado por Leng Beng y Sherman a principios de ese mes, según fuentes cercanas a la organización, para no alterar la composición del consejo de la promotora. La disputa salió a la luz en febrero, cuando Leng Beng acusó públicamente a Sherman de orquestar un golpe de Estado en la junta y reveló que había intentado despedir a su hijo. Demandó a Sherman y a varios directivos para intentar revertir los cambios. Sherman alegó que nunca pretendieron destituir a su padre. El ejecutivo de 49 años explicó que la causa de la disputa fue Catherine Wu, asesora de la unidad hotelera de CDL, a quien acusó de interferir en el negocio y dijo que su influencia debía ser limitada. Padre e hijo dejaron de hablarse mientras el conflicto se intensificaba, según fuentes que pidieron anonimato. En marzo, la disputa terminó casi tan abruptamente como comenzó. Wu renunció a su cargo no remunerado y Leng Beng retiró la demanda y declaró que los miembros del consejo habían acordado dejar de lado sus diferencias.
El vertiginoso drama sucesorio plantea muchas preguntas sobre la dinámica familiar de los Kwek y sobre cómo una relación aparentemente cohesionada pudo deteriorarse tan rápido, y si las cosas realmente se han arreglado. Volver al statu quo y evitar airear los trapos sucios “no resuelve los problemas de fondo, como la gestión de la empresa en un contexto de posible desconfianza entre los miembros del consejo y la gerencia”, declaró el analista de JPMorgan, Mervin Song, en una nota a sus clientes. Tampoco aborda el problema del bajo rendimiento de CDL, añadió.
CDL y Sherman declinaron hacer comentarios. Leng Beng, en respuesta a preguntas de Bloomberg News, afirmó que el artículo está “plagado de inexactitudes fácticas”, sin dar más detalles. Añadió que el objetivo de CDL es “mejorar nuestras operaciones comerciales y maximizar el valor para los accionistas”. Wu no respondió a la solicitud de comentarios.

Leng Beng pasó las últimas seis décadas expandiendo el Grupo Hong Leong, que controla City Developments y otros activos inmobiliarios, de servicios financieros e industriales. Asumió la presidencia del conglomerado en 1990, cuatro años antes del fallecimiento de su padre. Y se forjó una reputación como astuto empresario y negociador sensato. Sherman, su primogénito, se incorporó a la división hotelera de la promotora en Estados Unidos. En 2010, fundó una unidad llamada CDL China. La línea entre el trabajo y la familia a menudo era difusa, y Sherman se dirigía a su padre como “presidente” en la oficina y fuera de ella. Kwek padre a veces cuestionaba las decisiones de su hijo o lo reprendía en el trabajo.
En 2017, cuando Leng Beng recibió un premio a la trayectoria empresarial, elogió la tenacidad y la visión de Sherman y afirmó que su hijo trabajó más duro que él. Al año siguiente, Sherman fue nombrado director ejecutivo de CDL tras recibir el apoyo unánime del consejo. Poco después, lideró una inversión de 1.900 millones de dólares singapurenses (1.400 millones de dólares estadounidenses) en Sincere Property Group, una promotora inmobiliaria china endeudada. El consejo de administración de CDL, entonces con ocho miembros, aprobó la inversión en una votación de cuatro a tres en la que Sherman se abstuvo, según fuentes cercanas, que dijeron que Leng Beng estaba a favor. La incursión fracasó rápidamente. Las medidas enérgicas del Gobierno chino contra el endeudamiento excesivo de los promotores desató una crisis inmobiliaria y Sincere tuvo problemas de liquidez. CDL canceló su inversión y reportó pérdidas de 1.900 millones de dólares singapurenses en 2020, las primeras en casi cinco décadas.
Desacuerdos
La saga provocó una ruptura familiar. El primo de Leng Beng, Kwek Leng Peck, dejó la junta de CDL en 2020, alegando desacuerdos sobre la inversión de Sincere. Otros dos directivos le siguieron. “Cuando la inversión de Sincere explotó, pasé de héroe a cero de la noche a la mañana”, dijo Sherman. Más tarde reconoció que hubo peticiones para que renunciara y que el consejo encargó una investigación sobre su gestión cuyo resultado no se reveló. Tras el estallido, afirmó que CDL intentaría obtener mayores ganancias acelerando la desinversión de activos y adquiriendo otras propiedades. Se incorporaron nuevos consejeros independientes a la junta, ampliándola a 10 miembros.
Durante décadas, Leng Beng centró su atención en la filial Millennium & Copthorne Hotels, constituida en el Reino Unido. Y conoció en 1992 a Catherine Wu, pianista y cantante taiwanesa con un doctorado en educación musical. Durante los más de 30 años siguientes, acompañó al presidente a algunas reuniones de M&C e inspecciones de instalaciones en Singapur y otros países. En 2018, Wu fue mencionada en una sentencia de un tribunal laboral británico en una demanda por despido improcedente interpuesta por un exempleado de M&C. Aunque no prosperó, las conclusiones del tribunal indicaron que Wu era asistente personal de Leng Beng, recibía remuneración del presidente y actuaba como sus “ojos y oídos” sobre el terreno. El año pasado, en una entrevista en Taiwán, Wu se refirió a él como su benefactor y jefe y dijo que le permitieron trabajar sola en M&C después de 15 o 20 años. Renunció en enero de 2024 tras las quejas del personal sobre su interferencia. Posteriormente, un memorando interno de Leng Beng indicaba que había aceptado ser asesora no remunerada de la cadena hotelera y que ayudaría a definir su estrategia. Sherman y algunos miembros del consejo de CDL querían limitar su influencia en el negocio; pensaron que podrían lograrlo reestructurando los consejos de CDL y M&C.
Reorganización
A finales de 2024, un consejero independiente de CDL desencadenó unos acontecimientos que sacarían a la luz años de tensión familiar. Tras debatir sobre posibles candidatos, el consejo se mostró dividido respecto a un reemplazo. Entonces Leng Beng y Sherman acordaron mantener la composición del mismo sin cambios. Sin embargo, en la víspera del Año Nuevo Lunar, un correo electrónico dirigido a la junta pareció revertir el acuerdo. Dos consejeros independientes de CDL propusieron dos nuevos candidatos. Leng Beng contraatacó y cuestionó la urgencia de los nombramientos. Sherman creía que la discusión privada con su padre no era vinculante para el resto del consejo y no se aplicaba a los candidatos presentados después, según una fuente próxima a él.
Leng Beng y otros tres consejeros se opusieron a la ampliación del consejo y afirmaron que ya no consideraban a un tercer candidato propuesto antes por el presidente. La mayoría votó por los dos nuevos consejeros. Eso enfureció a Leng Beng, que solicitó la destitución de Sherman como director ejecutivo, aunque el consejo reconstituido se opuso. Y aprobó resoluciones para impedir que Wu influyera o asesorara tanto a la promotora como a su unidad hotelera. La influencia de Leng Beng en M&C también se redujo al incorporarse seis nuevos consejeros.
Sherman parecía tener la sartén por el mango. Pero en febrero, Leng Beng decidió hacer pública la disputa y emitió un comunicado en el que denunciaba graves fallos de gobierno corporativo en CDL. Acusó a un grupo de consejeros de actuar con Sherman para consolidar el control y de infringir las normas de cotización y las mejores prácticas. Y afirmó que se trataba del último de una larga serie de errores de Sherman, incluyendo malas decisiones de inversión en el mercado inmobiliario británico, y lo culpó de las enormes pérdidas que CDL sufrió por su fallida inversión en Sincere. Leng Beng y varios directivos presentaron una demanda.
Sherman afirmó que no hubo ningún intento de destituir al presidente y que Wu fue la principal causa de la disputa. “Ha estado interfiriendo en asuntos que exceden su competencia”, declaró en nombre de la mayoría del consejo. Wu permaneció en silencio. Philip Yeo, quien ha sido directora de CDL desde 2009, dijo que el intento de destituirla se debía a las quejas de Sherman y que el segmento hotelero había mejorado sus ganancias.
“Es una maraña de cosas bastante desconcertante”, dijo Robson Lee, socio del bufete internacional Kennedys en Singapur, sobre la disputa familiar Kwek. Añadió que no está claro por qué se necesitaron los cambios en el consejo para destituir a un asesor de una filial. La disputa alarmó a los familiares y socios comerciales de Leng Beng y Sherman.
Una semana después de que estallara, Leng Beng declaró que M&C había recibido la renuncia de Wu. La demanda fue retirada en marzo. Y, aunque padre e hijo parecen haber arreglado las cosas, no está nada claro qué les espera a CDL y al Grupo Hong Leong cuando Leng Beng ceda el testigo. Él nominó a Sherman como su sucesor, pero afirmó que el resultado se basará en el mérito y lo determinará la familia Kwek, que controla casi la mitad de las acciones de CDL.
CDL ha perdido más del 70% de su valor (más de 11.000 millones de dólares singapurenses) desde que sus acciones alcanzaron su máximo hace casi 18 años. En los últimos años, los altos tipos de interés y la pandemia también han hecho caer las acciones inmobiliarias. Algunas de las demás inversiones de la promotora, incluidas las del Reino Unido, han perdido valor, y los beneficios se han visto lastrados. En 2024, Sherman se fijó el objetivo de desinvertir 1.000 millones de dólares singapurenses en activos, pero no lo logró. “Sherman tiene que generar confianza en el mercado, transmitir una estrategia clara y cumplirla”, dijo Vijay Natarajan, analista de RHB Banking Group. “Tiene que recuperar la confianza del mercado”.
Si Sherman dimite, Leng Beng ha dicho que prefiere a su sobrino Kwek Eik Sheng, director de operaciones de CDL, como director general interino hasta que se encuentre un directivo externo.
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