Clínica Baviera se enfoca en quitar gafas
La empresa propiedad del grupo chino Aier Eye inicia este año la etapa de mayor inversión de su historia, con más de una docena de inauguraciones en marcha en cuatro países
Los ojos están entre los primeros órganos en mostrar los síntomas del envejecimiento debido a que el cristalino es una de sus partes que más pronto y rápido se deteriora. A diferencia de la piel, sus células no se regeneran. Eso hace que, debido a la mayor esperanza de vida, se estén multiplicando los problemas en la salud visual de las poblaciones envejecidas, singularmente en Europa. Ahí es donde se mueve Clínica Baviera, empresa cotizada propiedad en un 79% del grupo chino Aier Eye Hospital desde 2017. La compañía asiática cuenta con otras dos empresas cotizadas en China y Singapur que tienen 600 hospitales y centros oftalmológicos en China continental, Hong Kong, Estados Unidos y Europa.
En España, la cara visible de Clínica Baviera sigue siendo Eduardo Baviera, fundador y accionista minoritario junto a su hermano Julio y al oftalmólogo Fernando Llovet. En los nueve primeros meses del año pasado el grupo español facturó 189 millones, un 16% más, y ganó 28 (un 4% más). Y el resto del ejercicio, a falta de cierre definitivo, continuó “en la senda del crecimiento”, explica Eduardo Baviera, “con buena visibilidad para 2025″.
Un equipo formado por 1.740 personas trabajan en sus 135 clínicas en España, el Reino Unido (donde acaban de comprar el grupo británico Optimax), Alemania e Italia. Su modelo de negocio parece sencillo: se centra en la cirugía refractiva, es decir, “el conjunto de técnicas quirúrgicas que eliminan la dependencia de gafas”, explica el empresario. La cirugía refractiva empezó hace tres décadas a emplearse para tratar la miopía, y hace una década se aplica para corregir la presbicia. Es lo que Eduardo Baviera llama publicitariamente una intervención “que es gratis”, porque elimina los gastos en gafas o lentes de contacto. “En la actualidad todo el mundo es candidato a nuestros servicios. El 99% de la población que fallece en una edad natural necesitará gafas. Hay mucha gente con ganas de quitárselas”, razona.
En sus clínicas realizan unas 180.000 intervenciones cada año (una por cada ojo) a unas 80.000 personas. Eso les hace aprovechar la especialización: “Seleccionamos técnicas contrastadas, fiables y sencillas para un cirujano. Realizamos mucha formación, tenemos procesos simplificados, lo que nos permite una escalabilidad con calidad”. De ahí que hayan ido creciendo muchas veces por encima de los dos dígitos, sin deuda y sin, por ahora, competidores claros en el mercado. Porque su competencia sigue fragmentada en centros locales o familiares sin una referencia internacional de peso. En cambio, contrapone, su marca Care Vision es muy conocida en Alemania, igual que Baviera en España.
No están tan especializados, en cambio, en otros problemas de la vista, como el tratamiento de retina o la mácula. “Tenemos muy buenos especialistas pero no es nuestro foco principal porque hay una buena cobertura pública”.
Es cierto que en los últimos años muchos fondos de capital riesgo se han interesado por la oftalmología, pero a su juicio realizan operaciones más accionariales —comprando redes de clínicas— que consolidaciones reales de procesos y servicios frente al paciente. “El 95% de nuestro crecimiento ha sido orgánico. Es verdad que hemos comprado clínicas, pero para adaptarlas a nuestro modelo”. La reciente operación de Optimax les ha permitido instalarse en el mercado británico y este ejercicio añadirán entre 12 y 14 clínicas más en los cuatro países donde operan. “Estimamos una inversión de más de 30 millones en clínicas y procesos digitales, la mayor de nuestra historia”.
La recesión de Alemania no les está pasando, por ahora, factura. “Nos va muy bien, nos inquieta un poco la situación económica y política. De momento las perspectivas de 2025 son buenas”. Y en España ven un gran recorrido, porque, dicen, su modelo de negocio funciona bien en ciudades por encima de los 50.000 habitantes y todavía no tienen presencia en amplias zonas como Extremadura, Canarias o en varias provincias andaluzas. En cambio no se deciden a entrar en Francia, donde la regulación limita las posibilidades de contratar a médicos. “No lo descartamos, pero no lo vemos en el corto plazo”.
Precisión
En cualquier caso, su objetivo, dice es “ayudar a la escalabilidad” de la que hacen gala. Por ejemplo, con herramientas que hagan que un diagnóstico o una intervención sean más precisos. “Cualquiera de nuestros médicos tiene asesoramiento del departamento de I+D en tiempo real en base a estadísticas para afinar y reducir la parte de artesanía, o la parte humana”, describe el presidente.
Lo que quizá no se ha digitalizado tanto es el marketing. “Los clientes llegan por el boca a boca en un 70%, y el otro 30% por acciones comerciales”. Una buena parte son privados, pero también trabajan con aseguradoras. La popularización de los seguros de salud y el juego entre oferta y demanda hace que muchos tratamientos se los paguen a unos precios que juzga “extraordinariamente bajos”, de modo que intentan conseguir un mix entre pacientes totalmente privados y procedentes de aseguradoras “que nos permita que los precios medios globales sean buenos”.
¿Desinversión a la vista?
La compañía vale hoy en Bolsa 520 millones, un 50% más que en 2022, pero su movimiento de títulos es tan bajo que muchos analistas evitan recomendar tomar posiciones en el valor, porque apenas se intercambian acciones. ¿Les compensa seguir cotizando? “Es una pregunta que nos hacemos”, contesta Eduardo Baviera. “Sí que nos compensa, llevamos 15 años. El gobierno corporativo te exige estar a la última. Además la matriz cotiza en Bolsa. Somos tres grupos cotizados”. Admite que están estudiando aumentar el capital flotante para ser más atractivos. “Si hubiera una oportunidad corporativa sería a través de una ampliación [de capital]. Eso sería lo ideal. Pero si no la hay, hay que vender. Porque, al no tener deuda, ni siquiera sería para refinanciarla. En el medio plazo lo resolveremos”. En cualquier caso, cree que sus accionistas tienen una visión a largo plazo, de reinversión de beneficios.
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