Estados Unidos: la tarea no ha terminado
Aunque el proceso desinflacionario ha progresado notoriamente, la inflación todavía está por encima del objetivo del 2%
Estados Unidos ha logrado algo que hace un año parecía imposible: reducir significativamente la inflación (llegó a estar por encima de 9% en verano de 2022, ahora se sitúa en el 3,5%) sin que se dieran aumentos en la tasa de desempleo, que actualmente se ubica en 3,8%.
Aunque el proceso desinflacionario ha progresado notoriamente, la tarea no está terminada. La inflación todavía está por encima del objetivo de 2%. Más aún, después de bajar de forma consistente, en los últimos tres meses ha estado estancada en el mismo nivel.
Además, pese al ciclo de tensionamiento monetario más pronunciado de los últimos 40 años, la economía de Estados Unidos no da muestras de debilidad. Hace un año, el debate se centraba en si habría un aterrizaje suave o si el avión se estrellaría (es decir, si habría una recesión), hoy la discusión es si lo habrá o si, por el contrario, no se producirá y la economía continuará volando alto. Las estimaciones más recientes a partir de indicadores de alta frecuencia sugieren que en el primer trimestre el crecimiento económico fue elevado, de alrededor del 3% a tasa anualizada.
El estancamiento del proceso desinflacionario, junto con la fortaleza de la economía, han cambiado radicalmente la expectativa de los mercados sobre qué hará la Reserva Federal (Fed) con los tipos de interés. Antes de dicho estancamiento, a finales del 2023, los mercados pensaban que la Fed haría seis bajadas de 25 puntos base cada una; ahora solamente se anticipan dos, e incluso hay analistas que creen que el próximo movimiento puede ser un alza. Esto ha supuesto caídas en los mercados de valores, una apreciación generalizada del dólar, y aumentos en los tipos de interés de largo plazo.
Parece que el escenario más posible es que la inflación estadounidense seguirá bajando, si bien esto se dará de forma no lineal y gradual. Pero lo más probable es que siga descendiendo porque, en gran medida, la inflación continúa por encima del objetivo por un componente: las rentas de vivienda imputadas (la cantidad con la que las familias creen que alquilarían su vivienda propia) están muy altas. No obstante, al analizar el comportamiento de los alquileres, que han descendido de forma muy notoria, es de esperar que las rentas imputadas bajen en los próximos meses.
Esto permitirá a la Fed iniciar un ciclo de bajadas en el tercer trimestre, lo que impulsará a los mercados de valores, y disminuiría la probabilidad de observar una recesión, aunque eventualmente la restricción monetaria reducirá el ritmo de crecimiento: posiblemente veamos un aterrizaje suave. Sin embargo, hay un escenario de riesgo: que el conflicto en Oriente Próximo se expanda, con lo que aumentarían los precios del petróleo y la inflación. Un escenario promisorio, pero con alta incertidumbre.
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