La apuesta de Ford por los coches eléctricos todavía necesita de mucha gasolina
Los números rojos de su división electrificada son abultados y no habrá ganancias, como muy temprano, hasta 2026
Ford Motor se ha fijado como destino ser el líder de los vehículos eléctricos. El pasado jueves dio una idea más clara acerca de cuál es su punto de partida. El fabricante de automóviles estadounidense reveló las pérdidas generadas por su división de vehículos eléctricos, que ahora recibe el nombre de Ford Model e. Los inversores ahora pueden ver mejor el trayecto tan ambicioso que tienen por delante.
De momento, los números rojos son cuantiosos. Model e generó unas pérdidas de explotación de 2.100 millones de dólares en 2022, bastante más que los aproximadamente 900 millones de pérdidas de 2021. El fabricante de automóviles prevé que, de aquí al final del año, las pérdidas acumuladas alcanzarán los 6.000 millones de dólares. La contrapartida es la perspectiva futura de que los números negros echen a un lado a los rojos. Ford espera alcanzar un ritmo de producción de dos millones de vehículos eléctricos de aquí a finales de 2026, situándose en un margen de explotación del 8% en algún momento de ese año. Si un coche se vende de media a 50.000 dólares, eso arrojará un beneficio de 8.000 millones de dólares.
Pero la pendiente que hay que subir es muy pronunciada, y no solo por los costes de inversión. La reciente escasez en el suministro y el alza de los precios de los materiales han empeorado los datos económicos unitarios: Ford probablemente seguirá perdiendo con cada coche que vende, y reconocen que los vehículos del Model e solo se “aproximarán” a cubrir los costes variables este año, por no hablar de los costes fijos.
Ford no es la única. Las empresas de nueva creación dedicadas a producir vehículos eléctricos parecen incineradoras de billetes. Rivian Automotive, cuyas acciones han retrocedido un 90% desde su salida a Bolsa en 2021, registró un beneficio bruto negativo de 1.000 millones de dólares en el último trimestre. Pero el tamaño ayuda a Ford, así como a su rival General Motors. Unos 20 puntos porcentuales de la mejora de la rentabilidad que anticipa Ford provienen de un aumento de su capacidad, según afirmaba la directiva en un acto didáctico esta semana. Mientras tanto, los productos que consumen mucha gasolina ayudarán a financiar los eléctricos.
La trayectoria de Tesla, de Elon Musk, muestra hasta qué punto a los inversores les gusta ver una historia de éxito del vehículo eléctrico. Para las empresas como Ford, el vehículo eléctrico es una necesidad, no un simple añadido a la gama. El posible beneficio de explotación de 8.000 millones de dólares es casi el punto exacto en el que se encuentra ahora mismo Ford Blue, el nuevo nombre que sirve para designar el negocio tradicional, y está bien por detrás de los 15.000 millones de beneficio antes de intereses e impuestos, o EBIT, que alcanzó Tesla el año pasado, según datos de Refinitiv. El destino actual de Ford es solo una parada en un trayecto más largo.
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