El capital riesgo da la espalda a las emprendedoras

El techo de cristal que frena a las empresarias se mantiene intacto. Dos décadas después de la primera introducción de las cuotas en los consejos de administración, las mujeres han logrado progresos tangibles en lo que respecta a presidir empresas cotizadas. Aun así, pese a representar el 40% de las personas que fundan empresas nuevas en Estados Unidos, las empresarias solo captan una mínima parte de la financiación disponible por el capital riesgo. Es hora de que gobiernos y gestores de patrimonio ayuden a subir esa proporción.

El obligar a las empresas a esforzarse un poco más para encontrar talento femenino por fin está dando fruto. Dos décadas después de que Noruega incorporase por primera vez las cuotas en los consejos de administración en 2003, está aumentando la diversidad de género en las empresas cotizadas. La proporción de mujeres en los consejos de las principales empresas cotizadas de la Unión Europea alcanzó un máximo del 32% en abril de 2022, pero fue más alta en países con normas vinculantes como Francia e Italia. Incluso en Gran Bretaña, tan reacia a las regulaciones, las directivas superaron por primera vez el umbral del 40%.

Es algo que debería importar a los inversores: investigadores de la Escuela de Negocios NEOMA descubrieron que las empresas con más mujeres en funciones directivas tendían a asumir menos riesgos excesivos. No obstante, para las mujeres con talento que aspiran a crear una empresa, el panorama mundial no es tan prometedor. La tendencia entre los fondos de capital riesgo a dar la espalda a las empresarias conlleva el riesgo de mermar su aportación a la economía global.

Las mujeres estuvieron detrás del 40% del total de empresas fundadas en Estados Unidos en 2021, un porcentaje que se ha mantenido relativamente estable desde 1996, según datos de la Fundación Kauffman. Pero las empresas fundadas exclusivamente por mujeres en 2022 captaron solamente 4.600 millones de dólares, apenas el 2% del total de dinero de capital riesgo estadounidense, según el Observatorio de Capital Riesgo PitchBook-NVCA. El porcentaje no ha variado mucho en la última década.

A las empresas de nueva creación estadounidenses con fundadores, tanto femeninos como masculinos, les fue mejor, y obtuvieron un 17,2% del total de dinero de capital riesgo el año pasado. Pero las nuevas empresas fundadas por un equipo totalmente masculino siguen quedándose con la mayor parte del pastel. En Europa, las empresas de nueva creación lideradas por mujeres también atrajeron apenas el 2% del dinero de capital riesgo en 2021, según un informe sobre Mujeres Europeas en Venture Capital.

Los gobiernos y los gestores de patrimonio podrían hacer más. En Europa, las entidades públicas y las agencias de inversión nacionales que dedican cantidades importantes a la financiación de pymes y empresas de reciente creación podrían asignar una parte fija a empresas lideradas por equipos totalmente femeninos o mixtos. Los gestores de patrimonio y aquellos interesados en atraer a inversores preocupados por cuestiones medioambientales, sociales y de buen gobierno podrían presionar para que se establezcan medidas similares a la hora de asignar fondos a empresas privadas.

Si las mujeres y los hombres tuviesen las mismas oportunidades a la hora de fundar y obtener respaldo para sus empresas, se podrían sumar hasta cinco billones de dólares al PIB global, según un estudio de 2019 del Boston Consulting Group. Ayudar a las mujeres a alcanzar la cima será beneficioso tanto para las mujeres como para el mundo.

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