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España pide paso en la revolución verde

Empresarios y políticos destacan la capacidad del país para liderar la transición energética en Europa durante un evento organizado por EL PAÍS y KPMG

Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía del Gobierno de España.Foto: JUAN BARBOSA

España ha emergido como un destino atractivo para las renovables. Su potencial en recursos naturales, así como su apuesta clara por el desarrollo de infraestructuras para la descarbonización han colocado al país en la mira de las grandes compañías e inversores. “Estamos viendo cómo las premisas y el sector están cambiando”, afirmó Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía del Gobierno español, en un encuentro organizado por EL PAÍS y KPMG bajo el título El futuro del sector energético. “La guerra en Ucrania nos ha hecho acelerar aún más esta transición”, abundó Aagesen al inaugurar el evento, celebrado el martes pasado en Madrid. Pero si hay algo que se ha convertido en el principal motor de esta transformación es el combate al cambio climático. “Por desgracia se hace más evidente y más grande y con impactos mucho más fuertes en la sociedad, en la industria y en la economía de todas las familias”, dijo la secretaria de Estado. “El año pasado registramos tres olas de calor, con las temperaturas más altas desde que existen registros... La transición energética es una respuesta a esa crisis”. Bajo este escenario, España apuesta por el desarrollo de un modelo que contribuya tanto al ahorro y eficiencia de energía, como a la electrificación de la economía.

Una de las grandes apuestas, tanto del Gobierno como de la industria, es crear uno de los centros principales de producción y distribución de dos vectores que ayudarán a la descarbonización: el hidrógeno verde y el biogás. Todo ello, según Aagesen, contribuirá no solo a un sistema más limpio, sino también a uno más autónomo. “No podemos generar un modelo de futuro con nuevas dependencias que nos vuelva a hacer vulnerables”, recalcó. Y en este sentido, España está en un lugar privilegiado con el desarrollo del BarMar o H2Med, un hidroducto entre la península Ibérica y el resto de Europa, al que se ha sumado recientemente Alemania. “Nos va a permitir ser un hub de hidrógeno renovable… va a llevar dos millones de toneladas en 2030, el 10% del consumo [para ese año]”, destacó la secretaria de Estado.

Desde la izquierda, Ignacio Fariza (EL PAÍS), Ana Paula Marques (EDP), Carlos Solé (KPMG), Andrés Guevara (BP), Beatriz Corredor (Redeia), Arturo Gonzalo (Enagás) y Jorge Lanza (Exolum).
Desde la izquierda, Ignacio Fariza (EL PAÍS), Ana Paula Marques (EDP), Carlos Solé (KPMG), Andrés Guevara (BP), Beatriz Corredor (Redeia), Arturo Gonzalo (Enagás) y Jorge Lanza (Exolum). JUAN BARBOSA

Carlos Solé, socio responsable de Energía de KPMG en España, indicó que los inversores tienen gran apetito por invertir en los proyectos renovables y de nuevas tecnologías que aquí se están desarrollando. “Vemos que España interesa”, resaltó. Para ejemplo, un botón: el 20% de los proyectos de hidrógeno sostenible en el mundo están en el territorio nacional. Y no es solo una cuestión de recursos; España también lidera el debate energético en Europa. “Lo está haciendo porque tiene fundamentos”, aseguró Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, la matriz del operador del sistema Red Eléctrica. Muestra de ello es el mecanismo ibérico, que está haciendo que los precios de la energía sean un 26% más baratos que en Francia, un 41% inferiores que en Italia y un 35% que en Alemania.

Corredor indicó que las renovables están ganando peso en la generación de energía y se acercan a la meta marcada en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que prevé un 60% de la electricidad procedente de fuentes limpias en 2025 y un 74% para 2030. El año pasado, la cifra alcanzó el 43%, según los datos del operador. “Somos el motor renovable de Europa”, agregó Corredor. “Sin las renovables de España y Portugal, Europa no cumplirá con los objetivos de eficiencia energética ni de renovables, pero tampoco con la autonomía estratégica a la que aspira”, añadió.

“El país tiene una oportunidad gigante”, resaltó Andrés Guevara, presidente para España de BP. El mercado nacional representa uno de los ocho prioritarios para esta empresa en todo el mundo. La firma ha puesto la mira en proyectos de hidrógeno verde y en la creación de biocombustibles. “No todo es electrificación”, aseveró el directivo, que espera un mayor impulso a las fuentes limpias con el aterrizaje de más fondos europeos. Asimismo, explicó que es igual de relevante avanzar en la tecnología eólica marina, porque sin ella no se cumplirá la producción de energías sostenibles que se espera a futuro. Si se cierran todos estos flecos, el país tendría una posición única: “España puede ser un polo productor que suministre energía, seguramente, al resto de Europa. Es una potencialidad totalmente creíble”.

Seguridad jurídica

Pero no solo son las condiciones medioambientales del país las que embelesan a las firmas. También son las condiciones jurídicas en las que el sector energético se desarrolla. “En España tenemos la estabilidad regulatoria, fiscal y legislativa para garantizar y promover las inversiones necesarias para hacer de este un caso de referencia”, aseguró Ana Paula Marques, consejera delegada de EDP España. La representante de la empresa portuguesa explicó que la industria y el sector atraviesan un tiempo convulso, con gran incertidumbre y volatilidad. La energía, dijo, se ha puesto en lo alto de la palestra en las reuniones a todos los niveles. “Es un momento en el que la energía es un elemento central”, agregó.

“España tiene una gran oportunidad y una gran responsabilidad”, abundó Arturo Gonzalo, consejero delegado de Enagás. “Europa es algo que tenemos que construir entre todos y España, como ha hecho bien los deberes en las últimas décadas y los actores hemos construido una infraestructura extraordinaria, ahora tenemos la responsabilidad de ayudar”. La posición del país es inigualable: “Tiene el 33% de toda la capacidad de regasificación de gas licuado del continente y el 44% de toda la capacidad de almacenamiento en tanques de gas natural licuado”, añadió Gonzalo. Pero aún queda mucho por hacer. “La complacencia nunca es buena”, reconoció Jorge Lanza, consejero delegado de Exolum. En su opinión, quedan por poner en marcha algunas regulaciones relacionadas con los nuevos biocombustibles líquidos. “Vamos a inaugurar la primera hidrogenera verde para la movilidad en la Comunidad de Madrid y para ponerla en marcha es una carrera de obstáculos porque no hay normativa, no hay regulación… eso es un reto”, ejemplificó Lanza.

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