Contra viento y marea: llega una nueva edición del Salón Náutico

El mar es el cielo. Bajo este sugerente lema, la edición número 60 del Salón Náutico de Barcelona se postula como una celebración de la cultura marítima y la navegación recreativa. Cuando se celebró por vez primera, en julio de 1963, el puerto de Barcelona estrenaba su hoy popular teleférico y una imponente réplica de la Santa María, la carabela de Cristóbal Colón, era uno de sus principales reclamos turísticos. Este año, entre el 12 y el 16 de octubre, el Salón reunirá a 221 expositores y más de 700 embarcaciones, 182 de ellas en el mar.

Por vez primera, un tercer muelle, el de Marina Port Vell, se unirá a los de España y la Fusta para acoger un evento que, en palabras de su presidente, Luis Conde, “es el gran acontecimiento anual para los vendedores de barcos, el lugar en que van a iniciarse entre el 50% y el 60% de los nuevos procesos de matriculación que se producirán en España a lo largo del año”. Para Conde resulta muy significativo que “el Salón vaya a registrar un incremento de expositores del 22% con respecto a 2021″, en un momento en que “el sector del ocio marítimo está padeciendo crisis encadenadas, de la pandemia a la escasez de chips (imprescindibles para fabricar componentes como las hélices) pasando por la inflación y la subida de los tipos de interés”.

Otro dato que invita al optimismo, pese al descenso en el número de matrículas de embarcaciones de recreo que se ha registrado en los últimos meses, es que “más de 100.000 personas han obtenido en España durante 2021 el título de patrón de barco”. La cifra augura “un futuro espléndido para el sector”, porque quien obtiene un título así “se acaba planteando tarde o temprano adquirir su propia embarcación”.

Conde recomienda a los asistentes al salón de este año que no se pierdan “la exposición de 28 catamaranes o de 14 de los candidatos a mejores barcos europeos del año, incluidos algunos ejemplares que son auténticas obras de arte náutico”. También insiste en que vale mucho la pena una visita al Innovation Dock, donde 15 start-ups exhibirán “embarcaciones rupturistas en cuanto a seguridad, conectividad, sostenibilidad e innovación tecnológica”, empezando por una completa muestra de “naves eléctricas, híbridas y de hidrógeno, algunas de las cuales podrán probarse”. El muelle de la Fusta reunirá además barcos a vela y una selección de accesorios, equipamientos y servicios agrupada en la zona Sea Boulevard.

Para Conde, las expectativas de esta edición son muy altas. “Vamos a traer a Barcelona un inmejorable escaparate de la actualidad del sector, y confiamos en que contribuirá de manera muy significativa a estimular la demanda”. La cita llega, además, en un momento particularmente oportuno, “cuando ya asoma en el horizonte la edición de la Copa América que acogerá Barcelona en septiembre de 2024″.