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La inversión india que revoluciona Valladolid

La compañía de fabricación de vehículos eléctricos Switch Mobility elige la ciudad para levantar su única planta en la Unión Europea

Switch Mobility
Autobús sostenible de la empresa Switch Mobility en Valladolid.
Juan Navarro

Los viejos terrenos de una azucarera de Valladolid albergarán una fábrica de vanguardia que generará 2.000 empleos directos y otros 5.000 indirectos. La empresa indiobritánica Switch Mobility ha elegido esta ciudad para instalar su tercera factoría internacional y producir en ella autobuses y vehículos eléctricos mediante una inversión de 100 millones de euros en 10 años. La noticia supone un empujón clave para la industria de Castilla y León, que tiene en la automoción su principal eje de funcionamiento, y para Valladolid, con un importante impulso laboral cualificado.

La entidad planea una fábrica y un centro de I+D “de última generación”, según destaca su vicepresidente y consejero delegado Andy Palmer. Se ejecutará mediante tres fases. La primera se ceñirá a la fabricación de autobuses eléctricos similares a los que han utilizado para sus actos de promoción en Valladolid, donde han estado acompañados por la ministra de Transportes, Raquel Sánchez. Tras este primer paso, incorporarán el ensamblaje de baterías para concluir con la producción directa de furgonetas y vehículos comerciales eléctricos, proyecto previsto para 2024. Para ello, explica Palmer, Switch Mobility encara el “verdadero desafío” de realizar el proceso de crear vehículos “con cero emisiones de carbono” y que el propio proceso resulte neutral y sostenible. Los primeros buses construidos bajo esta estrategia se esperan para marzo de 2023 en los 141.500 metros cuadrados que conforman estos terrenos a las afueras del núcleo vallisoletano.

La noticia genera unas previsiones laborales y económicas que aplaude el regidor local, Óscar Puente (PSOE), que confirma que este compromiso ambiental supuso otro factor que decantó la decisión de los inversores indios. “Valladolid, Palencia y Burgos forman un corredor de producción automovilístico importantísimo y por su cercanía reduce la huella de carbono de los trabajos”, señala el alcalde, que apunta a que el Brexit impulsó que Switch optara por crear una sede en España, pues además de su planta de Chennai (India) disponen de otra en Leeds (Inglaterra). “Necesitan estar en la Unión Europea porque los requisitos son comunitarios”, detalla Puente. Los cálculos de la empresa ratifican esta idea: “España es el segundo mercado más grande de Europa, después de Alemania, para el tipo de vehículos que produciremos”, añade el jefe de la compañía. Estos tienen 12 metros de largo y están diseñados para el mercado europeo. El presidente global, Dheeraj Hinduja, incide en esta visión comunitaria a fin de que su flota, que en Inglaterra ha cubierto 50 millones de kilómetros desde 2014 mediante 300 vehículos eléctricos, haga lo propio por el continente. “Estoy convencido de que esta instalación tendrá la capacidad de abordar los crecientes requisitos en Europa, que verá un crecimiento significativo en el segmento de movilidad eléctrica y sostenible”, manifestaba Hinduja durante el acto del pasado marzo, que incluyó ritos indios para bendecir el suelo donde aspiran a desarrollar sus planes europeos.

Experiencia y plantilla

La experiencia de Castilla y León en este sector ha influido notablemente, admite Palmer, pues Valladolid cuenta con Michelin y FASA Renault, firma francesa que también opera con una fábrica en Villamuriel de Cerrato (Palencia). Además, Burgos dispone de un importante conglomerado industrial. Valladolid dispone asimismo de múltiples facultades de ingeniería, de las que el alcalde Óscar Puente confía que salga la plantilla de Switch Mobility, algo en lo que también confía la empresa para acceder así a “personal y proveedores altamente cualificados”. La ministra Sánchez ha visto esta iniciativa, “con un modelo 100% eléctrico”, como “un hito para la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y una gran transformación ecológica y digital de la industria automovilística”. La presentación contó también con la asistencia de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta (PP), que ha agradecido la apuesta por arraigarse en este territorio. Por su parte, los emisarios de la compañía valoraron la colaboración entre el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central para facilitar el proyecto: “Han sido extremadamente proactivas y nos mostraron un gran apoyo desde el principio”.

La convulsión internacional provocada por la invasión rusa sobre Ucrania y los perjuicios económicos que está implicando no amenazan, según Palmer, este plan de expansión de su marca. La tendencia general de orientar el urbanismo y la movilidad hacia el transporte público y la reducción del uso del coche privado por las ciudades impulsa que Switch Mobility quiera ampliar su peso en Europa. Puente asegura que de igual manera que crecen las restricciones de tráfico en las ciudades, no existe “horizonte” para las funcionalidades y alcances de la automoción verde. “Es una garantía de futuro para nuestra industria”, considera, y aprecia que aunque otros países puedan aportar una mano de obra más barata, el nudo industrial que ofrece Castilla y León aporta un valor extra para que esta u otras plantas se ubiquen en ese suelo.

La primera llamada que recibió el Consistorio vallisoletano en la que Switch Mobility mostró interés por producir sus autobuses en España llegó en julio de 2021, “con la decisión ya tomada”, según concuerdan ambas partes. Las negociaciones en busca de la ubicación exacta, recuerda Puente, le hicieron temer que la empresa eligiera otra localidad, algo que cree que igualmente hubiera beneficiado a Valladolid, pero de una forma menos perceptible, según admite. Los trámites burocráticos para que esta “primera piedra” ficticia pronto impliquen obras, contrataciones y producción ya están rematándose y pronto comenzará a apreciarse en ese espacio al lado de una carretera que conduce hacia Santovenia de Pisuerga. “Esto es la Champions League de la automoción”, aplaude Puente, convencido de que el mercado industrial de la comunidad pronto notará los beneficios de esta fábrica. De momento, ya hay 5.000 aspirantes a esta nueva bolsa laboral.

El alcalde comenta que esas semanas de incertidumbre hasta que se ratificó dónde se instalaría la fábrica fueron difíciles: “Lo vimos perdido”. Ahora, más relajado, narra una anécdota ocurrida en un restaurante indio de Valladolid al que llevó a la delegación de Switch Mobility. “India tiene 1.400 millones de habitantes y resulta que los cocineros procedían del mismo lugar que los representantes de la empresa”, exclama Puente, que intentó utilizar esa coincidencia para decantar la balanza y propiciar la decisión que finalmente llegó a término: “Era una señal del cielo”.


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Sobre la firma

Juan Navarro
Colaborador de EL PAÍS en Castilla y León, Asturias y Cantabria desde 2019. Aprendió en esRadio, La Moncloa, en comunicación corporativa, buscándose la vida y pisando calle. Graduado en Periodismo en la Universidad de Valladolid, máster en Periodismo Multimedia de la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo EL PAÍS.

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