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Seis de cada diez directivas en España han sufrido discriminación salarial

La mitad de los líderes empresariales encuestados por Capgemini cree que la remuneración entre géneros de sus empresas es injusta

Carmen Sánchez-Silva

Los estereotipos de género “persistentes” siguen sin despegarse del entorno laboral y afectan a todos los escalafones de las organizaciones, también al vértice de la pirámide. Y lo mismo ocurre con la brecha salarial. De hecho, según el estudio Género y liderazgo: Abordando sesgos, oportunidades y cambios, elaborado por el Instituto de Investigación de Capgemini, el 62% de las directivas españolas aseguran que han sufrido discriminación salarial por cuestión de género en sus empresas, un dato que sitúa a España en peor posición respecto a la media de los 11 países analizados, donde el 53% de las mujeres aprecia sesgos negativos en la remuneración. Eso sí, tanto en España como en el resto del mundo, cuatro de cada diez varones en puestos ejecutivos admiten haber recibido ventajas retributivas por ser hombres.

Solo el 53% de los ejecutivos y el 46% de las ejecutivas españolas piensan que la remuneración entre géneros en puestos equivalentes es justa en sus compañías. Además, según la investigación, las tres cuartas partes de los profesionales consultados reconoce que sus empresas a menudo pasan por alto a personas capacitadas para ascender. Y cuatro de cada 10 directivas que afirma que ha sufrido prejuicios de género en los procesos de promoción corporativos, siete puntos por encima de la media internacional. Al tiempo que casi seis de cada 10 hombres mantiene haber disfrutado de ventajas a la hora de ascender.

Del informe, realizado a partir de 2.750 encuestas a líderes empresariales de Alemania, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, India, Italia, Japón, Países Bajos, países nórdicos y el Reino Unido, se desprende que los sesgos de género perpetúan prejuicios que restringen el crecimiento, las oportunidades y la retención del talento. Algo que contrasta con la percepción de hombres y mujeres respecto a su similar eficacia en los puestos de liderazgo, que respaldan el 83% de los encuestados y el 71% de las encuestadas. Este último dato implica un cambio de tendencia entre las directivas, que solían subestimar sus capacidades y ahora se muestran tan confiadas como los varones.

Sin embargo, cuando se trata de medir las habilidades tecnológicas de los directivos, críticas para el liderazgo del futuro, otra vez emergen los estereotipos. Aunque el 70% de los ejecutivos hombres y mujeres consideran que la inteligencia artificial (IA) es fundamental para acceder a posiciones de responsabilidad (frente al 74% de media mundial), la destreza en el uso de la IA, el análisis de datos, la agilidad y la innovación son consideradas cualidades intrínsecamente masculinas por los hombres, “lo que podría ampliar más la brecha de género y dificultar el desarrollo profesional” de todos los directivos, señala el informe. Únicamente el 46% de los ejecutivos globales cuentan la IA entre sus fortalezas.

En España, indica el Instituto de Investigación de Capgemini, el liderazgo predominante en las empresas es el transformacional (42%), aquel que se orienta a promover el cambio en la organización; le sigue el liderazgo participativo (15%), donde los equipos se implican en la toma de decisiones y el transaccional (11%), enfocado en los objetivos. La dirección de carácter autoritario, en cambio, es la menos extendida, con un 2% de las compañías.

A pesar de que el 68% de los directivos encuestados cree que contar con mujeres en puestos de liderazgo mejora el desempeño de sus empresas (las compañías con directoras financieras experimentaron un aumento del 6% en el precio de sus acciones en los seis meses posteriores a su nombramiento, indica el estudio), “si no se abordan los sesgos, la brecha de género puede ampliarse”, aprecia Sarika Naik, directora de Responsabilidad Corporativa de CapGemini, que añade que “las organizaciones deben trabajar para eliminar estos prejuicios mediante una mayor capacitación e intervenciones sistemáticas intencionadas para construir culturas de liderazgo verdaderamente inclusivas”.

La igualdad causa cansancio

Esade también ha abordado en su último Gender Monitor de 2025 la situación de la paridad de género en la dirección de las empresas españolas. Y ha llegado a una conclusión preocupante: aunque la igualdad sigue avanzando, un 70% de las 1.500 ejecutivas encuestadas advierte de la aparición de fatiga respecto a todo lo relacionado con la diversidad, equidad e inclusión (DEI). Un cansancio que achacan a la excesiva politización del discurso, a las iniciativas superficiales que impulsan las compañías y a la desconexión entre las declaraciones públicas y las prácticas reales de las organizaciones.

Las ejecutivas siguen percibiendo barreras estructurales y culturales que limitan el acceso de las mujeres a los máximos niveles de responsabilidad. Existe un claro desajuste entre el mensaje de las corporaciones y el impacto real de las medidas que implementan para mejorar la igualdad en las empresas. De hecho, más de cuatro de cada diez directivas encuestadas indican que siguen sin percibir cambios en sus centros de trabajo tras la introducción de los planes de igualdad. Los sesgos inconscientes, los impedimentos para conciliar vida personal y profesional y la falta de reconocimiento son las principales barreras que han detectado para ello.

Sin embargo, las desigualdades más habituales que perciben en su día a día tienen que ver con la brecha salarial y la falta de visibilidad en el trabajo, además de las denominadas microdesigualdades cotidianas. El 82% de las mujeres cree que el acceso a puestos de alta responsabilidad sigue favoreciendo a los hombres. Y las principales barreras para la promoción continúan siendo los sesgos inconscientes (27%), la dificultad de conciliación entre vida personal y profesional (17%), y la falta de reconocimiento (12%).

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Sobre la firma

Carmen Sánchez-Silva
Es redactora del suplemento Negocios. Está especializada en Economía (empleo, gestión, educación, turismo, igualdad de género). Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Previamente trabajó en La Gaceta de los Negocios, Cinco Días, Ranking, Mercado e Ideas y Negocios. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense.
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