Invertir en la jubilación desde niños: el plan de Alemania ante el deterioro del sistema de pensiones
El Gobierno alemán plantea pagar 10 euros mensuales a los menores de entre 6 y 18 años en un depósito de previsión para la vejez


Alemania lleva tiempo inmersa en un debate sobre cómo hacer frente al debilitamiento del sistema público de pensiones, sobre todo en un momento en el que los años boyantes de la economía parecen cosa del pasado. Cada vez menos trabajadores tienen que financiar las pensiones de un número cada vez más grande de personas mayores con una esperanza de vida cada vez más larga. Una presión que aumentará en los próximos cinco años con la jubilación de la generación del baby boom.
En este contexto, el Gobierno de coalición, formado entre conservadores y socialdemócratas, planea una serie de medidas para reformar las jubilaciones, entre las que se encuentra introducir lo que han definido como pensión anticipada. Esta consistirá en que los niños de entre los 6 y los 18 años, que asistan a un centro educativo en Alemania, recibirán cada mes 10 euros del Gobierno para invertir en un depósito de previsión para la vejez.
La suma ahorrada hasta los 18 años se incrementará posteriormente con aportaciones propias hasta la jubilación hasta un importe máximo anual cuya cuantía aún no está clara. Además, los rendimientos de estas inversiones estarán exentos de impuestos hasta la jubilación y el dinero solo podrá retirarse al alcanzar la edad normal de jubilación. Si bien el plan del Gobierno es que a partir de 2026 los niños ya reciban estos recursos, aún tienen que acordarse detalles como quién gestionará la cuenta o en qué tipo de activos se invertirá. La norma deberá ser aprobada posteriormente tanto por el Consejo de Ministros como por el Parlamento. La mayoría de los expertos recomiendan inversiones rentables con una amplia diversificación.
El canciller alemán, Friedrich Merz, ya advirtió este verano claramente en un vídeo en Youtube de que los jóvenes se tienen que prepararse de cara al futuro. “No confíes solo en el seguro de pensiones público. Ahorra un poquito cada mes. Diez euros, 20 euros, 50 euros y durante mucho tiempo, simplemente fíjate un objetivo. Esto te garantizará unos ingresos seguros para la vejez. Nunca es demasiado pronto para empezar”, declaró el líder conservador ante una pregunta mandada por un joven en la que quería saber si tenía que preocuparse por su jubilación.
La idea de la pensión anticipada no es del todo nueva. Ya el año pasado, los llamados economistas sabios ―grupo de expertos que asesoran al Gobierno alemán― propusieron un concepto similar. La pensión anticipada tiene como objetivo acercar a los jóvenes al mercado de capitales y sensibilizarlos sobre la previsión privada para la vejez.
“Esta medida me parece una buena idea y creo que va en la dirección correcta porque uno de los problemas que hay en Alemania es la escasa educación financiera”, explica Peter Haan, director del departamento de medidas públicas del instituto de economía DIW. Sin embargo, reconoce que es “difícil evaluar cuál será realmente su efecto”. “Si bien va en la dirección correcta, en ningún caso resolverá por sí sola el problema de la pobreza en la vejez. Se trata de un elemento más”, indica por teléfono.
Durante la pasada campaña electoral, Merz ya se pronunció sobre los costes que esta medida supondría. “Con unos 700.000 jóvenes por promoción, el coste sería de siete millones de euros al mes por cada promoción”, declaró entonces. Esto supone unos 84 millones de euros al año, solo para una generación. Dado que se subvencionan 12 generaciones al mismo tiempo, el Gobierno deberá gastar alrededor de 1.000 millones de euros cada ejercicio. De momento no se ha aclarado aún cómo está previsto financiarlo. Se espera que en otoño se acuerden los detalles.
Este plan, sin embargo, también ha suscitado críticas que apuntan a que los 10 euros mensuales no son suficientes y que no se trata de una solución de cara a poder garantizar las pensiones públicas en los próximos 30 años. En su lugar, recuerdan que se trata de un proyecto de futuro y que se trata más de una medida simbólica. También Peter Haan cree que esos 10 euros son escasos, ya que solo se pagarán hasta los 18 años.
“Solo se podrá tener un efecto notable si la gente sigue ahorrando activamente por su cuenta. Y eso es relativamente incierto”, comenta. En su opinión, además de la cantidad, “lo más importante es que haya un producto estándar en el que se pueda invertir de forma muy sencilla y muy diversificada, que esté bien gestionado, con bajos costes administrativos y que sea lo más sencillo posible”.
Aproximadamente una cuarta parte de los jubilados en Alemania vive con menos de 1.300 euros de pensión pública al mes, según una respuesta del Gobierno a una pregunta de un diputado de La Izquierda. El tema de la pobreza en la tercera edad, en la que es la mayor economía de Europa, preocupa en la sociedad germana y ha sido capitalizado por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) en los últimos años, uniéndolo con su rechazo a la inmigración.
El seguro de pensiones públicas se financia principalmente con las cotizaciones de las personas que trabajan en la actualidad. El problema es que, debido a la evolución demográfica en Alemania, cada vez menos personas activas tienen que mantener a un número cada vez mayor de jubilados. Hasta la década de 1990, el sistema podía autofinanciarse porque había muchos contribuyentes y relativamente pocos jubilados. Hoy en día ocurre lo contrario: las generaciones con mayor índice de natalidad se jubilan, pero ya no hay suficientes contribuyentes, como sucede en otros vecinos europeos. Si en 1992 había 2,7 contribuyentes por cada jubilado, ahora hay menos de dos. Se prevé que en 2050 solo haya 1,3 contribuyentes por cada pensionista. A esto se suma un aumento de la esperanza de vida, por lo que los jubilados cobran la pensión durante más tiempo. Por lo tanto, el Gobierno lleva mucho tiempo teniendo que aportar fondos, una cifra que en 2024 ascendió a 116.300 millones de euros.
De esta manera, a largo plazo, el sistema basado en el modelo actual se considera inviable desde el punto de vista financiero. Por eso, la reforma del sistema público de pensiones será probablemente uno de los proyectos más complicados del Gobierno alemán. De momento, el gabinete acordó a principios de agosto un primer paquete, aunque la reforma propiamente dicha se llevará a cabo más adelante. Entre las medidas pactadas se encuentra la ampliación de la pensión de maternidad para contabilizar los periodos de crianza de los hijos en los derechos de pensión. Así se podrán contabilizar hasta tres años tanto para niños nacidos antes de 1992 como después de ese año.
Pero la gran cuestión de cómo financiar todo sigue en el aire. “Las reformas que se han llevado hasta ahora no van en realidad en la dirección de lograr una mejor financiación, sino más bien de una mayor ampliación y estabilización de las prestaciones”, advierte Peter Haan. “La parte financiera se ha omitido por completo, es decir, no sabemos exactamente cómo se va a sufragar. Por eso es muy importante que ahora se produzcan grandes reformas y propuestas constructivas. Ahí es donde sigue faltando la reforma”, agrega el experto.
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