La Seguridad Social, ante una “avalancha” de peticiones sectoriales para adelantar la jubilación
La ministra anticipó que los coeficientes reductores estarían listos en febrero, pero aún no ha abierto el proceso. Varias actividades ya tienen claro que los pedirán para algunos puestos: repasamos qué opinan los sindicatos y las patronales


La Seguridad Social llega tarde en una de las promesas que más expectación genera en varios sectores de la economía española. El departamento que dirige Elma Saiz pactó en verano del año pasado con sindicatos y patronales un nuevo reglamento de coeficientes reductores, el vehículo para que algunos trabajadores puedan acceder antes a la jubilación. Es algo que ya beneficia a los mineros o a los marineros: cada año trabajado cuenta como un periodo más largo, así que el empleado se puede retirar antes. El Gobierno quiere ampliarlo a más ocupaciones penosas de más sectores, pero quiere hacerlo de forma quirúrgica, en base a criterios objetivos como el número de bajas laborales, su duración y siniestralidad. Saiz anticipó que los sectores podrían empezar a pedir ese análisis en febrero, pero aún no está disponible. El texto ya pasó el trámite de audiencia pública, donde recibió “muchas aportaciones” (lo que ha demorado el proceso) y aún debe transitar por el Consejo de Estado. El ministerio espera que esté en funcionamiento en “las próximas semanas”.
“La espera se está alargando demasiado. Viene una avalancha de solicitudes, mucho trabajo”, anticipa la secretaria ejecutiva de UGT, Cristina Estévez. Recuerda que los sectores antes ya podían pedir esos coeficientes reductores, pero que el criterio para determinarlos era “subjetivo”, frente al procedimiento “cuantificable” que arrancará en breve. “Estos coeficientes, que se fijan a través de indicadores objetivos, tratan de dar mayor protección a los trabajadores en actividades profesionales especialmente duras y penosas”, indica el Ministerio de Seguridad Social. “Esta es una norma extraordinaria que ayudará a dar respuestas a muchas personas”, añade el secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CC OO, Carlos Bravo. Esa respuesta es para el centenar de solicitudes de coeficientes reductores cursadas los últimos años y que no han sido satisfechas. Con el nuevo reglamento no todas se materializarán. Es más, la previsión es que se apruebe una minoría. “Es una vía excepcional, para casos muy específicos”, añade Estévez.
“Lo importante no es cuántas solicitudes se presentan, sino cuánta gente lo necesita”, matiza Bravo, en una línea parecida a un argumento que repite el ministerio cada vez que se le pregunte por este tema: habrá coeficientes para ocupaciones concretas, no para sectores al completo, y se decidirá con pies de plomo. “Están dirigidos a situaciones muy concretas y siempre y cuando no sea posible modificar las condiciones de trabajo en esas ocupaciones”, insiste la Seguridad Social. Así, solo se aprobarán si la penosidad de la actividad no se puede compensar con medidas de adaptación del puesto de trabajo.
La cautela del ministerio tiene el telón de fondo de un sistema de pensiones bajo enorme presión, con prestaciones cada vez más altas (por los mejores sueldos de quienes se jubilan y la recuperación de la revalorización con el IPC) y más numerosas (por la jubilación del baby boom). De ahí que el reglamento establezca que el impacto de los coeficientes debe ser neutro, es decir, que se dé una sobrecotización suficiente como para compensar el alza del coste que supone que estas personas se jubilen antes. Es un aumento de los costes laborales que espanta a varias de las patronales consultadas. La mayor parte recaerá en el empresario, con la proporción habitual.
Otras patronales, sin embargo, asumen el alza a cambio de dar salida a los empleados más veteranos, los que están más cerca del retiro. La vía canónica para pedir estos coeficientes es por acuerdo de sindicatos y patronales. Si no lo consiguen, los representantes de los trabajadores pueden requerirlo por su cuenta a la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, siempre y cuando se cumplan los criterios de incapacidad temporal o siniestralidad, entre otros. Así, los empresarios no tienen derecho a veto, algo a lo que CEOE y Cepyme han dado el visto bueno. La Seguridad Social contará con un máximo de cuatro meses para componer la comisión que evaluará cada expediente y luego otros seis para estudiar cada petición. Así, si el reglamento se publica en abril, el Gobierno podría demorarse hasta febrero de 2026.
Este periódico ha preguntado a sindicatos y patronales más representativos en los sectores más evidentes, los que más vienen reclamando los coeficientes y que son conocidos por su penosidad. Estas son sus respuestas.
Transporte de mercancías
La principal patronal del transporte de mercancías en España es CTM, que apoya los coeficientes reductores pese al aumento de la cotización. “Nosotros asumimos que es un coste que habrá que pagar. No queremos como sociedad tener a un señor de 67 años a bordo de un camión”, indica el asesor jurídico de la patronal, Miguel Pereira. A la vez, reconoce que será un “sobrecoste tremendo, en un sector con márgenes estrechos, con una competitividad extrema”, pero insiste: que los camioneros se jubilen antes “es lo más razonable”.
Pereira recuerda que la petición conjunta de coeficientes fue una de las condiciones de los sindicatos para anular la huelga de finales del año pasado. Aún no se ha cursado porque UGT prefiere esperar a que salga el nuevo reglamento, lo que provocó un fuerte enfado en CC OO. Más allá de esta desavenencia, ambos sindicatos subrayan que reclamarán los coeficientes. “Este trabajo es muy lesivo, con altos niveles de estrés que conducen a problemas cardiovasculares, mucha fatiga, trastornos del sueño...”, dice Agustín López, responsable de salud laboral del sector estatal de carretera de CC OO. Insiste el secretario federal de Carreteras de UGT, Diego Buenestado: “La gente muere en la carretera. Y los reflejos no pueden ser los mismos con 60 años. Hay que abordar esto ya”.

Transporte de pasajeros
Confebus, la patronal que lidera a las empresas de transporte de pasajeros, lanza un mensaje parecido al de CTM: “El nuevo real decreto anunciado por el Gobierno es una norma más justa, colaborativa y representativa, al objetivar el procedimiento de los coeficientes reductores y al crear una comisión tripartita que involucrará a todos los actores, organizaciones sindicales y empresariales y al Gobierno, para analizar de manera conjunta las solicitudes, dando así más seguridad al sector”. Los sindicatos también reclamarán los coeficientes para los conductores de autobuses. El transporte (en general) fue el sector con más muertes registradas en 2024.
Construcción
Las posiciones entre sindicatos y patronales no pueden estar más alejadas en este sector. “Nos gustaría que hubiera coeficientes reductores, adelantar la jubilación. Pero el problema es que el sistema que se ha marcado carga el coste en las empresas y en los trabajadores. Es un sobrecoste que el sector no puede asumir. No es ni el momento oportuno ni la manera adecuada”, reflexiona Pedro Fernández Alén, presidente de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC). Cree que debería ser la propia Seguridad Social la que asuma el coste en los sectores en los que haya que adelantar la jubilación.
Daniel Barragán, la voz de CC OO en el sector, critica a los empresarios de la construcción: “Si les cuesta un céntimo no van a querer firmar los coeficientes, lo que nos parece lamentable. Se les llena la boca diciendo que necesitan gente joven y no quieren ni oír hablar de este tema, cuando es ridículo ver a compañeros de 65 años en un andamios, con todos los boletos para un accidente”. Asegura que ellos y UGT reclamarán los coeficientes para un “amplio catálogo” de ocupaciones de la construcción, que irán de encofradores a quienes trabajan en altura, pasando por conservación de carreteras, entre muchos otros.
Dependencia
Jesús Cabrera, responsable del área de negociación colectiva privada y sectores sociosanitarios de CC OO, asegura que van a reclamar los coeficientes para las empleadas en residencias y en ayuda a domicilio. “Es un sector muy feminizado, con mucho riesgo ergonómico, que viven automedicadas”. Está convencido de que los índices de incapacidad temporal en el sector (un dato que el Gobierno no distribuye) son tan altos como justificar la petición. “Es un sector con ocupaciones con muchas complicaciones, con mucha sobrecarga física”, añade Isabel Araque, secretaria de Acción Sindical de la Federación de Servicios Públicos de UGT, que también apunta al transporte sanitario.
En dependencia hay varias patronales representativas. La Asociación Estatal de Entidades de Servicios de Atención a Domicilio no aclara si se sumarán a la petición de coeficientes reductores y pide que se revisen las contratas públicas si aumenta el coste en cotizaciones. Por su parte, la Federación Empresarial de la Dependencia es más clara: “Si los sindicatos los solicitan en nuestro sector contarán con nuestro apoyo. Nos parece una incongruencia que personas trabajadoras mayores cuiden y atiendan a personas mayores que necesitan atención”. Pero, a la la vez, critican el coste extra en sobrecotizaciones: “En ningún caso debe recaer sobre el propio trabajador, ni por supuesto sobre las empresas, que ya están soportando unas cotizaciones sobreelevadas comparadas con los países de nuestro entorno”.
Desde el Grupo Lares, que representa a la entidades sin ánimo de lucro, dicen: “No consideramos justo que haya colectivos que, por tener mayor fuerza a nivel político, sí que gocen de esta opción y nuestro sector sea, una vez más, el mayor olvidado”. Dicen que apoyarán la reclamación sindical de coeficientes mientras la sobrecotización se dé con el reparto de otras profesiones con coeficientes. “La mayor resistencia no viene del sector, sino de la misma Seguridad Social que, cuando incluye un nuevo colectivo profesional en la lista de profesiones de mayor penosidad, sufre un desequilibrio económico”.
Camareras de piso
La penosidad de las empleadas en dependencia es parecida a la de otro sector muy feminizado, el de las camareras de piso. La principal patronal de los hoteles, CEHAT, no aclara si apoyará los coeficientes reductores. “Siempre hemos mostrado una ocupación constante porque todas las personas trabajadoras del sector, que no solo abarca hoteles sino otros muchos establecimientos de hospedaje, presten sus servicios en unas condiciones óptimas de seguridad”, dicen. CC OO dice que lo reclamará junto a UGT para las camareras de piso. “Es de justicia. Este es un sector muy feminizado, de mucha penosidad. Todos los sectores con coeficientes están muy masculinizados”, critica Marcos Gutiérrez, del área de servicios de CC OO.

Azafatas y mozos de equipaje
Otro agravio comparativo claro es el que sufren las azafatas (entre las que hay, de nuevo, más mujeres): aunque sufren la misma penosidad que sus compañeros pilotos, a diferencia de ellos no gozan de coeficientes reductores. “Es difícil de entender, cuando las condiciones psicofísicas, los cambios de altura, el cambio de usos horarios, la difícil conciliación... Todo ello es lo mismo para ambos”, reflexiona Chema Pérez, secretario general del sector aéreo de UGT. Dice que no cree que las empresas acompañen esta petición sindical, que harán junto a CC OO. En el sector de las aerolíneas no hay una patronal como tal, las negociaciones se hacen empresa a empresa.
Los sindicatos también reclamarán los coeficientes para los mozos de equipaje que más carga asumen: “Es muy duro estar moviendo maletas todo el día. Es abrumadora la cifra de los que con la edad no pueden seguir haciéndolo”. La patronal de esta actividad, ASEATA, no dice ni que sí ni que no. No aclaran su posición respecto a los coeficientes.
Otros
Hay otros sectores en los que es fácil prever que reclamarán los coeficientes reductores. Uno de los más evidentes son los cuerpos policiales que no gozan de ellos: policías locales y la mayoría de los autonómicos (salvo los canarios) disfrutan de los coeficientes, mientras que los policías nacionales y los guardias civiles no. Los bomberos forestales tienes los coeficientes reductores aprobados desde hace tiempo, pero aún no aplican. También está en discusión, con peticiones parlamentarias al respecto, el adelanto de la jubilación en la industria química y de refino. Otros sectores en que los empleados están expuestos a sustancias peligrosas también los reclaman.
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