El sueldo más alto en la mitad de grandes empresas supera en 50 veces al salario medio
Oxfam denuncia que las prácticas de las principales firmas españolas contribuyen a aumentar la desigualdad
La distancia entre el sueldo más alto y el medio es superior a 50 veces en las plantillas del 58% de las grandes empresas analizadas por Oxfam. Así lo advierte la organización en el estudio La Huella en las Desigualdades, publicado este martes, que examina también cómo 40 grandes corporaciones españolas —29 de las 35 empresas del Ibex 35, y otras 11 compañías que cotizan en bolsa— impactan en la desigualdad social y económica. Entre 2020 y 2023, el conjunto de las 40 empresas obtuvo 197.092 millones de euros en beneficios. Además, Oxfam señala que sus ingresos conjuntos son equivalentes al 44% del PIB de España, y que emplean de forma directa a casi 1,7 millones de personas en varios países del mundo.
Entre otros hallazgos del informe está que el 58% de las empresas analizadas no publica ningún compromiso con el pago de salarios dignos a las personas que trabajan en ellas, una cifra que sube hasta el 85% cuando dicho compromiso se refiere a las personas que trabajan en su cadena de valor. Asimismo, en el 60% de las empresas de la muestra, el máximo ejecutivo gana más de dos millones de euros, y en el 35% de los casos el sueldo medio de los miembros del comité de dirección es superior al millón. Todo ello deja, según Oxfam, una desigualdad salarial que se cifra en un promedio de 118 veces entre lo que gana el primer ejecutivo de algunas de estas empresas y el sueldo medio de su plantilla.
En lo que respecta al reparto de beneficios, casi la mitad de los obtenidos por el conjunto de empresas analizadas se destinan a dividendos. Durante 2023, el conjunto de empresas analizadas pagó un total de 29.000 millones de euros a sus accionistas, cifra equivalente a más de la mitad del gasto público destinado a educación en España.
Además, el análisis del esfuerzo ambiental de las empresas arroja que tan solo la quinta parte de las empresas estudiadas están reduciendo sus emisiones de CO₂ en los tres alcances: las directas, las procedentes de sus fuentes de energía y las de su cadena de valor.
La conclusión es que el compromiso de las grandes empresas con la reducción de su huella de carbono resulta claramente insuficiente para tratar de enfrentar la emergencia climática. “Al ritmo actual de disminución de sus emisiones directas, las empresas no culminarían la descarbonización de su actividad hasta el 2064, dentro de 40 años”, se avisa en el estudio.
Recomendaciones
Para conseguir un nuevo paradigma empresarial, la organización señala la necesidad de iniciar una reforma hacia una gobernanza empresarial más inclusiva que priorice la sostenibilidad, la equidad y la participación activa de las personas trabajadoras en la toma de decisiones, el reparto de los beneficios y los órganos de dirección.
Igualmente, se proponen medidas en el ámbito laboral para reducir tanto las desigualdades salariales como la brecha de género, la flexibilización de horarios y la reducción progresiva de jornadas, junto a políticas laborales que integren una perspectiva de cuidados. Otra de las propuestas fundamentales del informe se centra en combatir el fraude fiscal mediante controles sobre empresas que operan en guaridas fiscales, y fomentar la transparencia financiera.
También insisten en que las grandes corporaciones e inversores deben tomar en serio sus compromisos para reducir emisiones de carbono y garantizar el respeto a los derechos humanos y ambientales a lo largo de toda su cadena de valor, introduciendo protocolos de debida diligencia.
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