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Boeing despedirá a 17.000 empleados, el 10% de su plantilla, para reducir costes

La compañía prevé cerrar el tercer trimestre con pérdidas de unos 6.100 millones de dólares

Trabajadores de Boeing en huelga en una imagen del mes pasado.
Trabajadores de Boeing en huelga en una imagen del mes pasado.David Ryder (REUTERS)
Miguel Jiménez

El nuevo consejero delegado de Boeing, Kelly Ortberg, ha decidido tomar medidas drásticas para recortar los costes de la compañía. Este viernes ha anunciado su intención de recortar la plantilla un 10%, lo que supone prescindir de unos 17.000 empleados entre despidos y bajas sin cubrir. La compañía atraviesa una larga crisis en la que se han mezclado problemas de seguridad con otros de costes. Lleva instalada en las pérdidas desde 2019. Además, desde hace un mes hace frente a una huelga ante la falta de acuerdo con el sindicato mayoritario de la empresa con respecto al nuevo convenio colectivo.

“Nuestro negocio se encuentra en una posición difícil, y es difícil exagerar los retos a los que nos enfrentamos juntos”, ha indicado a los empleados Ortberg, que asumió el cargo hace solo dos meses. “Más allá de navegar por nuestro entorno actual, la restauración de nuestra empresa requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para asegurar que podemos seguir siendo competitivos y ofrecer a nuestros clientes a largo plazo”, ha añadido.

Ortberg ha realizado el anuncio mediante una comunicación interna, pero en paralelo ha informado al mercado del impacto sobre sus cuentas de la huelga y de otros problemas operativos. La compañía espera obtener unos ingresos en el tercer trimestre de 17.800 millones de dólares, una pérdida de 9,97 dólares por acción y un flujo de caja operativo negativo por 1.300 millones de dólares. Esas pérdidas por acción suponen unos números rojos para el conjunto de la compañía de unos 6.100 millones de dólares. En la primera mitad del año la empresa sufrió pérdidas de unos 1.800 millones de dólares. La empresa publicará sus cuentas el próximo 23 de octubre.

“Aunque nuestro negocio se enfrenta a retos a corto plazo, estamos tomando importantes decisiones estratégicas para nuestro futuro y tenemos una visión clara del trabajo que debemos hacer para restaurar nuestra compañía”, ha declarado Ortberg, a través de un comunicado. “Estas acciones decisivas, junto con cambios estructurales clave en nuestro negocio, son necesarias para seguir siendo competitivos a largo plazo. También nos estamos centrando en áreas que son críticas para nuestro futuro y garantizarán que tengamos el balance necesario para invertir, apoyar a nuestra gente y cumplir con nuestros clientes”.

El área de Aviones Comerciales espera reconocer unos cargos extraordinarios antes de impuestos de 3.000 millones de dólares en los programas 777X y 767. La compañía prevé ahora la primera entrega del 777-9 en 2026 y del 777-8 de carga en 2028, lo que implica un cargo de 2.600 millones de dólares. También prevé terminar la producción del 767 de carga y reconocer un cargo de 400 millones de dólares antes de impuestos en el programa. La división de Aviones comerciales prevé unos ingresos en el tercer trimestre de 7.400 millones de dólares y un margen operativo negativo del 54,0%.

La división de Defensa, Espacio y Seguridad, por su parte, espera reconocer unos cargos brutos de 2.000 millones de dólares en los programas T-7A, KC-46A, Commercial Crew y MQ-25. Este segmento de negocio prevé unos ingresos en el tercer trimestre de 5.500 millones de dólares y un margen operativo negativo del 43,1%.

Boeing intenta mientras encarrilar las negociaciones con los sindicatos, pero el anuncio de despidos no facilita las cosas. La compañía ha hecho dos ofertas de aumento salarial, ambas rechazadas por los trabajadores. Las últimas conversaciones fracasaron a principios de esta semana, sin que esté claro cuándo y cómo podrían reanudarse. Alrededor de 33.000 empleados de sus principales instalaciones en el área de Seattle (Washington) llevan un mes en huelga, paralizando la producción y generando pérdidas a Boeing.

Antes de los despidos, Boeing ya ha puesto en marcha una serie de planes de reducción de costes. La empresa ha suspendido a algunos trabajadores, ha congelado las contrataciones y ha recortado los viajes corporativos.

Boeing está sometido a una estrecha vigilancia desde el accidente de principios de año en que un avión de Alaska Airlines perdió en pleno vuelo un panel que tapaba un hueco destinado a puerta de emergencia en otras configuraciones del modelo, un 737 Max. Además, un duro informe encargado por los reguladores estadounidenses y publicado en febrero ponía en cuestión la “cultura de la seguridad” de Boeing en lo que supone un nuevo golpe para el fabricante estadounidense de aviones comerciales. El anterior presidente y consejero delegado, Dave Calhoum, anunció su dimisión en marzo.

Boeing
Directivos de Boeing, en una comparecencia en el Senado en junio pasado a la que asistieron familiares de las víctimas de los accidentes de los 737 Max. JIM LO SCALZO (EFE)

El siniestro de Alaska Airlines, aunque sin consecuencias catastróficas, puso de nuevo a Boeing y su modelo 737 Max en el ojo del huracán después de que en 2019 se le retirara el permiso de vuelo —el fabricante estadounidense hasta suspendió su fabricación— a raíz de dos accidentes fatales que le costaron la vida a más de 300 personas en otra variante diferente a la que sufrió el percance en enero. En octubre de 2018 se estrelló en el Mar de Java, en Indonesia, el vuelo 610 de la compañía de bajo coste Lion Air operado por un 737 Max 8; pocos meses después, en marzo de 2019, fallecieron 157 personas en el vuelo 302 de Ethiopian Airlines en el mayor desastre aéreo de ese año también en un 737-8.

Boeing acordó en julio declararse culpable de un cargo de conspiración de fraude criminal y pagar una multa de 243,6 millones de dólares para resolver una investigación del Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre esos dos accidentes mortales de 737 Max

La compañía cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 2.222 millones de dólares (unos 2.050 millones de euros). Aunque se trata de números rojos, su cuantía es menos de la mitad que los 4.935 millones de dólares de pérdidas del año anterior. La empresa ya sufrió pérdidas de 636 millones en 2019, que se agravaron hasta el récord de 11.873 millones de dólares en 2020. Luego perdió 4.202 millones en 2021. Los números rojos acumulados de los últimos cinco años suman unos 23.800 millones de dólares y van camino de superar los 30.000 millones al añadir los de este año.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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