China eleva la tensión comercial con la UE al imponer aranceles al brandi europeo

La tensión comercial entre China y la UE aumenta cada día. Apenas cuatro días después de que la Unión decidiera imponer aranceles al coche eléctrico, el gigante asiático ha respondido con tarifas provisionales al brandi que van del 34,8% al 39%. Era una de las represalias esperadas, ya que Pekín abrió en enero una investigación a estas importaciones, después de que Bruselas anunciara la investigación sobre los subsidios recibidos por los automóviles chinos. Bruselas ya ha respondido anticipando que recurrirá la decisión ante la Organización Mundial del Comercio.

La medida entrará en vigor el 11 de octubre y golpeará fundamentalmente a Francia, responsable del 99% de las exportaciones de esta bebida hacia China en 2023, por un valor de 1.500 millones de euros, según datos citados por Reuters. En el caso de España, el impacto será más limitado, ya que, el año pasado, las ventas de brandi al mercado chino representaron solamente el 0,2% del total de exportaciones españolas de bebidas espirituosas. No obstante, las bodegas españolas Osborne y Miguel Torres figuran entre las afectadas, a las que se les aplicará una tasación del 34,8%, según recoge el informe de las autoridades chinas. Las marcas más afectadas son las francesas Hennessy y Remi Martin, que tendrán que pagar depósitos del 39% y el 38,1%, respectivamente, mientras que la tasa más baja será para Martell, del 30,6%, por colaborar con la investigación.

Que la represalia haya llegado por ese lado es un alivio en España. Pekín abrió en junio una investigación sobre la carne de porcino, un sector que en España sufriría un golpe significativo de llegar una subida de aranceles. El ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo, no ha querido entrar este martes en Luxemburgo, al final de la reunión de ministros de Finanzas en Luxemburgo, en si esto se debe a que el Gobierno español ha tenido una posición menos beligerante en las últimas semanas con las importaciones de coches eléctricos chinos que Francia.

En su visita a China a principios de septiembre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló de “reconsiderar” los aranceles adicionales. “Europa tiene que tener una visión abierta”, ha defendido Cuerpo, para justificar que España cambiara su posición inicial: en julio respaldó la subida arancelaria en una votación consultiva y el viernes pasado de abstuvo. Según el razonamiento del ministro, entonces era una manera de apoyar la investigación que sirve de base para clarificar la situación, pero ahora se trata de buscar una salida negociada.

La decisión de este martes de imponer tarifas adicionales al brandi fue descartada inicialmente el 29 de agosto. A pesar de constatar que los productores europeos aplicaron en el mercado chino márgenes de dumping del 30,6% al 39% en la comercialización de sus productos. El dumping consiste en vender a precios inferiores a los del costo, para adueñarse del mercado. China intentaba así influir en la decisión final de algunos países antes de la votación de la semana pasada, no obstante, dejó entonces abierto un periodo para que las partes interesadas pudieran presentar por escrito a la autoridad investigadora sus observaciones.

Esta martes, desde la cartera de Comercio han aseverado que las importaciones de brandy de la UE están causando “daños sustanciales” a la industria local. En su declaración, aseguran que la medida cumple con las reglas de la Organización Mundial del Comercio. Muchos analistas consideran que Francia es el blanco específico de esta barrera debido a su papel en la decisión del bloque comunitario de imponer una subida adicional a las tarifas que los baratos coches eléctricos chinos pagan al llegar a las aduanas de la Unión Europea. “China tomará todas las medidas necesarias para defender firmemente los derechos e intereses legítimos de sus industrias y empresas”, ha comunicado un portavoz de la cartera comercial.

La decisión de este martes, primer día laboral en China después de una semana festiva por el Día Nacional, envía una señal clara de que las tensiones comerciales podrían continuar escalando. De hecho, el ministerio también ha indicado esta tarde que la investigación antidumping y antisubsidios sobre productos porcinos y lácteos importados de la Unión Europea sigue en curso, y que se tomará una decisión “objetiva e imparcial” basada en los resultados de dichas pesquisas. Pekín decidió en junio investigar la posible competencia desleal en las importaciones del 2023, pero se ha fijado un periodo más amplío, de cuatro años, para evaluar posibles daños: desde el primer día de 2020 al último de 2023.

De esa investigación contra el cerdo, que se extenderá hasta el año que viene, la nación más afectada es España, con una partida que sumó algo más de 1.400 millones de euros en 2023. China importó unos 5.600 millones de euros en productos porcinos el año pasado, y más de la mitad procedía de la Unión Europea, según datos de las aduanas chinas.

El Ministerio de Comercio chino también ha informado este martes que se está estudiando aumentar los aranceles a las importaciones de vehículos de gran cilindrada. Esos gravámenes afectarían especialmente a los productores alemanes, cuyas exportaciones de vehículos con motores de 2,5 litros o superiores alcanzaron en China un valor de más de 1.000 millones de euros el año pasado. Alemania fue uno de los cinco países que votó en contra de la propuesta de Bruselas.

La noticia ha provocado caídas en las Bolsas. Este mediodía, las acciones de Pernod Ricard, uno de los mayores productores de bebidas alcohólicas del mundo y propietario de marcas como Martell, y las del conglomerado de lujo LVMH, que posee Hennessy, cotizaban alrededor de un 4% a la baja. Por su parte, las de Remy Cointreau se han desplomado alrededor del 8%.