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Las ayudas fiscales del Gobierno contra la inflación alivian más a las comunidades ricas

Madrid y Cataluña son las autonomías que más se han beneficiado de las rebajas al transporte público, a pesar de tener una renta por hogar superior a la media nacional

Rueda de prensa de Pedro Sánchez
El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, en el Palacio de la Moncloa.Claudio Álvarez
Denisse López

Las medidas adoptadas por el Gobierno entre 2022 y 2023 para paliar los efectos de la crisis inflacionaria han beneficiado más a unas comunidades que a otras. En estos años, aunque las políticas se han aplicado de manera uniforme en todas las autonomías, su impacto en el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha sido desigual, favoreciendo más a Madrid y Cataluña, dos de los territorios más ricos. El primero posee el nivel de renta por hogar más alto en todo el país, mientras que el segundo también supera con creces la media nacional. Sin embargo, registran la inflación acumulada más baja del país entre junio de 2019 y junio de 2024 —un 17,1% y 18,1%, respectivamente—, según un informe publicado la semana pasada por el Banco de España sobre la heterogeneidad regional en la evolución reciente de la inflación en España.

El impacto real de las ayudas desplegadas por el Ejecutivo en plena crisis de precios ha sido dispar, tanto por las diferencias en el peso de los servicios en las cestas de consumo regionales, como por la intensidad con la que se han aplicado los descuentos en cada comunidad. Aunque siempre ha habido un diferencial, este se amplió entre 2019 y 2023, es decir, en los últimos dos shocks importantes: la pandemia y el descontrol de la inflación. De acuerdo con los datos del organismo, la brecha “alcanzó el máximo valor desde mediados de los años ochenta en junio de 2022 (4,2 puntos porcentuales), coincidiendo con el pico máximo de inflación general en nuestro país”.

En este vaivén de precios, Madrid ha sido la menos golpeada. Hasta junio de este año, el índice de precios se situaba casi dos puntos por debajo de la media nacional, que es de un 18,9% en el acumulado de los últimos seis años. Además, ha sido el territorio donde menos se han encarecido los servicios y la energía. Cataluña, por su parte, también tiene tasas por debajo del promedio en estos dos grupos y en alimentos. En el extremo opuesto está Castilla-La Mancha, una de las comunidades con la renta por hogar más baja junto a Andalucía, Extremadura, Canarias y Murcia. El documento del organismo muestra que este territorio superó con creces la inflación nacional, con un acumulado del 21,2%. La cifra se achaca a los energéticos, que además de sobrepasar los precios medios, es el sector que más peso tiene en la cesta.

En todos los casos, el alcance de las medidas de descuento ha sido dispar. Un claro ejemplo del impacto desigual se observa en la reducción del IVA aplicado al transporte público. En Madrid y Cataluña, donde las redes ferroviarias están más desarrolladas, los usuarios habituales de Cercanías, Rodalies y media distancia se vieron más beneficiados por los abonos gratuitos implementados por el Ejecutivo. Hasta 2021, ambas comunidades agrupaban cerca del 85% del total de viajeros en este tipo de servicios. El Banco de España precisa que “aunque esta medida ha sido aplicada de forma homogénea en toda España, su impacto sobre la inflación ha sido mayor allí donde los núcleos ferroviarios son más importantes”, de ahí que estos dos territorios le hayan sacado el mayor partido.

A la infraestructura se suman las medidas complementarias implementadas por cada territorio. El documento recuerda que “algunas de las medidas relacionadas con el transporte público colectivo de pasajeros han estado condicionadas a que hubiera un aporte complementario mínimo por parte de las comunidades o ayuntamientos”, lo que fomentó una mayor dispersión en la inflación. En Madrid las rebajas alcanzaron hasta un 60%, superando el 50% aplicado en la mayoría de las regiones (la diferencia se debe a que el gobierno autonómico decidió aportar un complemento superior al 20% establecido por el Ejecutivo). Esto resultó en que la capital registró la mayor moderación de precios en todo el país en cuanto al transporte público urbano: entre junio de 2022 y 2024, la caída fue de un 40%, mientras que la media fue de apenas un 24%. En una visión general, el coste del transporte ha variado tanto en los últimos tres años por el llamado “efecto composición”, es decir, las diferencias en el uso y disponibilidad del transporte público, y “por la intensidad de los descuentos”.

En el caso de la electricidad, el gas natural y el butano, los precios se miden de forma centralizada, de modo que existe un único índice de precios para todas las regiones. No obstante, la contribución de cada una en la inflación general sí cambia. Según el análisis del regulador bancario, la rebaja en el IVA del gas del 21% al 5% benefició con más fuerza a Navarra, Madrid, Cataluña o La Rioja, donde la cobertura de la red de este combustible es más amplia y su consumo tiene mayor peso en el índice — este refleja la importancia relativa que tienen los bienes y servicios, según su participación en el consumo total de los hogares —.

La variación es más evidente en el caso de los precios del gasoil y la gasolina. El incremento acumulado entre junio de 2019 y junio de 2024 oscila en un rango que va desde el 17,7% en Cantabria hasta el 27,9% en Canarias. Su contribución a la inflación general ha sido más marcada porque tiene un elevado peso en todas las cestas de consumo, aun así la isla supera con creces la media nacional. Es decir, que fue la más afectada. Por otra parte, Galicia registró la mayor inflación en servicios con un 15,4%, mientras que Madrid tuvo la menor con un 11,9%. En el sector de la restauración, Navarra y Cataluña presentaron las menores subidas de precios (18,2% y 18,4%, respectivamente), mientras que en la rama de alojamiento fue La Rioja la que registró las menores escaladas de costes.

El peso que tiene cada cosa en el índice autonómico juega un papel fundamental en todo esto. En el caso de Madrid, al ser la comunidad más rica, las familias dedican menos parte de sus ingresos a la cesta de la compra y otros bienes de primera necesidad. En cambio, una buena parte de ese dinero se va en servicios, de ahí que sea el territorio con el mayor peso de esta área en la cesta de consumo. En el caso de zonas como Extremadura o Castilla-La Mancha, el mayor peso lo tienen alimentos o energía, los dos elementos más volátiles.

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Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.
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